El viernes, el Consejo de Ministros aprobó los retrasados presupuestos para 2019 que contemplan más gasto social y mayor recaudación fiscal, pero que de no ser refrendados en un fragmentado Parlamento podrían frustrar las pretensiones de Pedro Sánchez de acabar la legislatura en 2020.
El visto bueno de las cuentas pasa por que el gobierno socialista en minoría consiga el apoyo de múltiples partidos, entre ellos los soberanistas catalanes. «Son unos presupuestos buenos para Cataluña», dijo en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que previamente había indicado que cumplirían los requisitos del estatuto de la región.
“Estos presupuestos ofrecen al Govern el incremento de dinero que demanda para Cataluña. Por eso yo soy optimista en cuanto a la aprobación”, ha comentado la ministra de Hacienda. Asimismo, Montero indicó que el aumento de la inversión para Cataluña crecerá por encima del 18%, como está recogida en el Estatut.
Para conocer la cifra exacta habrá que esperar hasta el lunes, cuando la ministra Montero llevará el proyecto a la Cámara Baja del Senado para iniciar el proceso de tramitación de los Presupuestos.
Sin embargo, la ministra portavoz Isabel Celaá descartó cualquier movimiento a favor de los políticos presos para conseguir el apoyo de los independentistas. “Lo que corresponde a los tribunales no lo hará el Ejecutivo”, indicó Celaá.
Fue una respuesta a las declaraciones del vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés, que en una entrevista a EFE indicaba que el voto de ERC “no va de inversiones”. Celaá advirtió que el Gobierno “no entrará para nada en asuntos que no respondan estrictamente a eso”, en relación a las inversiones y a “mejorar el estado de bienestar”.
Sin apoyos
No obstante, al igual que la ministra de Economía, Nadia Calviño, también se mostró optimista con la aprobación de los presupuestos, que esta vez se basan en una proyección de crecimiento rebajada en una décima, hasta el 2,2 por ciento para asumir el objetivo de déficit del 1,3 por ciento que aprobó el PP el año pasado.
Igualmente, las cuentas contemplan asimismo una reducción de la deuda pública con respecto al PIB, que bajará del 96,9 por ciento en 2018 al 95,4 por ciento en 2019. Mientras que en materia de fiscalidad, la titular de Hacienda destacó que los ingresos tributarios subirán en 2019 un 8,3 por ciento hasta los 227.356 millones, con un fuerte incremento de casi el 14 por ciento en el impuesto de sociedades.
Hacienda incluye en las cuentas un amplio paquete de subidas de impuestos por valor de más de 5.600 millones de euros. Montero, aseguró que con estas cifras «se ponen las bases de un crecimiento económico más inclusivo, eficiente e inteligente«, ha dicho en rueda de prensa: «Quienes propugnan una carrera fiscal a la fase propugnan el fin de la igualdad de oportunidades».
Sin embargo, todavía los Presupuestos todavía no cuenta con los apoyos necesarios. Unidos Podemos cree que el texto tiene 11 incumplimientos del acuerdo con el PSOE que presentaron el pasado octubre. Entre esos, se encuentra la limitación de los precios de alquiler.
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