POR CAMBIO16
02/10/2017
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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, apeló este lunes a la unidad de los partidos constitucionalistas en la defensa del Estado de Derecho frente a las acciones secesionistas del Gobierno regional catalán, cuyo presidente, Carles Puigdemont, solicitó la mediación de la Unión Europea (UE).
Rajoy se reunió con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y de Ciudadanos, Albert Rivera, para analizar la situación ante una posible declaración unilateral de independencia por parte de esa región española tras la celebración del referéndum ilegal de autodeterminación que el Gobierno catalán considera «válido».
En el encuentro, Sánchez reclamó a Rajoy la apertura de una negociación «de forma inmediata» con Puigdemont, al considerar que «el diálogo es más necesario que nunca».
Sánchez emplazó además a Rajoy a dialogar con todos los partidos para abordar la crisis catalana «con ambición y sin exclusiones», informó el PSOE en un comunicado.
También reiteró al presidente del Gobierno español su rechazo a las cargas policiales que hubo el domingo y en las que más de 890 personas resultaron heridas, entre ciudadanos y policías, y le anticipó que su partido exigirá «explicaciones y responsabilidades» al Ejecutivo.
Para el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, «ha llegado el momento de actuar en defensa de la Constitución» y para ello la única solución es «parar el golpe a la democracia con más democracia, es decir, con unas selecciones autonómicas en las que todos los catalanes podamos votar».
«Y eso pasa -dijo Rivera tras su reunión con Rajoy- por aplicar el artículo 155 de la Constitución española», que establece la intervención del Estado en el caso de que una comunidad autónoma no cumpla las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actúe de forma que atente gravemente al interés general de España.
En la otra esquina piden mediación
En una comparecencia horas antes, el jefe del Ejecutivo catalán, pidió una «mediación internacional» para el conflicto catalán «apadrinada por la Unión Europea».
La Unión Europea tiene que «dejar de mirar hacia otro lado» ante las «violaciones» de la carta europea de derechos fundamentales porque ya no es sólo un asunto interno, sino «europeo», opinó.
Puigdemont reconoció que no mantiene «ningún contacto» con el Gobierno español a día de hoy, aunque no descartó hacerlo siempre sobre la base de «la voluntad de la gente» de Cataluña.
También exigió la «retirada de todos los efectivos policiales» destinados temporalmente en Cataluña para evitar la celebración de la consulta declarada ilegal por la Justicia.