Pedro Sánchez no ha querido acceder a recibir a Juan Guaidó, el presidente interino venezolano. Pese a la prohibición de salida del país que le dictó el régimen de Maduro, Guaidó logró pasar clandestinamente a Bogotá y luego viajar a Europa, donde se ha venido reuniendo con jefes de Estado y de gobierno para emprender acciones que permitan superar la grave crisis humanitaria, económica y de gobernabilidad de Venezuela.
Guaidó ha sido recibido por casi todos los líderes Europeos. Desde Boris Jonhson hasta Ángela Merkel, además de muchos otros. Sin estar en el programa, habló en el Foro Económico Mundial que se celebra en Suiza y ha reavivado los apoyos a favor de restablecer la democracia en Venezuela. Este viernes lo recibió el presidente de Francia Emmanuel Macron en el palacio del Elíseo y le manifestó su respaldo en la lucha por recuperar la libertad y el camino del progreso.
Guaidó cuenta con el reconocimiento de sesenta países, siendo uno de los primeros que ratificó su legalidad como mandatario interino España, con Pedro Sánchez como presidente en funciones y en conversaciones y trapisondas para lograr su confirmación al frente del gobierno. Pese a la lentitud de Josep Borrell para entender que se seguían los pasos de la Constitución Venezolana, Sánchez aceptó reconocer a Juan Guaidó después de cumplirse los días de plazo que le concedió a Nicolás Maduro para que convocara unas elecciones libres, transparentes y con la participación de todos los partidos y líderes, sin ilegalizaciones y sin inhabilitaciones. Maduro no lo hizo y Sánchez reconoció a Guaidó.
La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, ha recordado que España fue el país líder para el reconocimiento del interinato de Guaidó, pero no quiere admitir el inocultable cambio político que ha concretado la alianza con Podemos y demás grupos de la izquierda extrema. Vuelve a imponerse la ecuación el amigo de mi amigo es mi amigo: ya Maduro no es tan tirano ni tan cruel con su pueblo, es un amigo de Podemos.
España debe seguir reconociendo a Guaidó
El gobierno de Sánchez empieza una etapa “distinta” en las relaciones con Venezuela, como anunció José Luis Rodríguez Zapatero, quien considera un acierto no recibir a Guaidó y seguir dándole tiempo a Maduro. A Sánchez se le ha olvidado mucho de lo que dijo en sus rifirrafes con Pablo Iglesias el año pasado, en especial aquello de que no podría dormir tranquilo con el líder podemita en la Vicepresidencia. Tanto pasó la página que lo tiene al lado y no lo despiertan ni los misiles rusos que Irán –gobierno allegado a Maduro y Podemos– disparó “por error” contra un avión ucraniano con 176 personas a bordo.
Felipe González y otras voces rebeldes del PSOE han advertido que España debe seguir reconociendo a Guaidó como presidente legítimo de Venezuela. “Es el único representante legitimado democráticamente, en consonancia con la Constitución de Venezuela y frente al poder fáctico representado por la tiranía de Maduro y sus apoyos espurios de la llamada Asamblea Constituyente, del Tribunal Supremo o de la cúpula militar».
Presencia de Delcy Rodríguez viola las normas de la UE
La presión sobre las decisiones de Sánchez ha funcionado. El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, reconoció que había conversado con la vicepresidente ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, que llegó al aeropuerto de Barajas a pesar de que las sanciones de la Comunidad Europea le prohíben la entrada. El Grupo Popular en el Congreso advirtió que en caso de confirmarse las denuncias sobre la presencia de la segunda de Maduro en España, la situación sería extremamente grave: “Es una violación de las normas de la Unión Europea”.
El grupo solicitará las comparecencias de los ministro Ábalos y González Laya para que den información pormenorizada. El partido VOX se pregunta si la presencia de Ábalos en el avión del gobierno venezolano fue para evitar la detención de Delcy Rodríguez, acusada de vulnerar los derechos humanos de los venezolanos.
Sorprende decisión de Pedro Sánchez
Juan Guaidó estará este sábado en Madrid, se encontrará con la diáspora venezolana en la Puerta del Sol. Después será recibido por Isabel Díaz-Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y por José Luis Martínez-Almeida, alcalde de la ciudad, ambos del PP, y Begoña Villacís, vicealcaldesa, de Ciudadanos, que le entregarán la Llave de Oro, una distinción habitual del Ayuntamiento a los jefes de Estado que visitan la ciudad. Recibirá también la Medalla Internacional de la Comunidad de Madrid, una expresión de reconocimiento de la amistad del pueblo de la Comunidad a los representantes de los países extranjeros y máximos dignatarios de instituciones internacionales que visitan oficialmente la región.
Estados Unidos no tardó en responder. Calificó de «muy sorprendente» que Pedro Sánchez decidiera no reunirse con Juan Guaidó y que el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, se reuniera con Delcy Rodríguez. «Cabe recordar que hay sanciones europeas contra Delcy Rodríguez. La subsecretaria adjunta del Departamento de Estado, Carrie Filipetti, que supervisa la política hacia Venezuela, manifestó que una y otra acción dañan las políticas conjuntas de Estados Unidos y la Unión Europea hacia Venezuela y dañan el marco de sanciones aprobado. “Quedan muchas preguntas, pero puedo decir que estos avances no son bienvenidos por nuestra parte», dijo Filipetti.
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