Los efectos económicos puntuales y los esperados al cierre del año, con Navidad y Año Nuevo incluidos, son preocupantes en España. La incidencia de la segunda ola del virus en las próximas semanas (y una tercera que amenaza) junto con las medidas restrictivas tienen en vilo el sector del comercio y de la restauración en Madrid y Cataluña. A la fecha, organizaciones, empresas, trabajadores son poco optimistas sobre el futuro cercano.
Madrid y Cataluña, dos de las grandes comunidades autónomas con una intensa actividad económica y cultural, son las más golpeadas por la pandemia. Ambas presentan restricciones en la movilidad social, que compromete unas semanas más, la recuperación esperada por el comercio y la hostelería. Incluso, profundiza los escenarios de mayor contracción.
Isabel Díaz Ayuso estima que el estado de alarma generará pérdidas por 4.000 millones de euros. Tanto como 4 veces más del coste que acarrearía confinar las áreas sanitarias con mayores niveles de contagio, como era su propuesta. Por su lado, la patronal madrileña CEIM cuantificó en 600 millones de euros a la semana el coste que tendrán las restricciones. Supondría un descenso del PIB del 15%.
En Cataluña, la Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (Fecasarm) criticó el cierre de bares y restaurantes. Afirma que las pérdidas para ese sector el primer fin de semana de cierre fue de 315 millones de euros. No se cuentan las pérdidas indirectas sufridas por los proveedores del sector ni la afectación de la reducción horaria previa.
Joaquim Boadas, secretario de la federación, considera que “la inexistencia de oferta nocturna legal dispara la oferta ilegal. En la vía pública, en viviendas particulares e incluso en habitaciones de hoteles de lujo. Por tanto, no tiene sentido la medida si lo que se pretende es evitar los contagios.
Duro golpe al comercio y restauración en Madrid y Cataluña
Faltando apenas unos setenta días para el cierre del año, las expectativas son desalentadoras para los sectores que aglutinan recursos y empleos. Lejos de lograr la esperada recuperación, tanto los comercios como la hostelería (restauración) prevén un comportamiento sin precedentes. El cierre de hasta 250.000 comercios y más de 80.000 bares y restaurantes pone en peligro más de millón y medio de empleos.
La segunda oleada de la COVID-19 ha debilitado aún más el consumo. Una caída del 50% en muchos casos. Las previsiones para el fin de 2020 de la Confederación Española del Comercio apuntan a la desaparición de casi un 250.000 de establecimientos y 600.000 puestos de trabajo.
La CEC valoró el acuerdo de prórroga de los ertes alcanzado entre CEOE, Gobierno y sindicatos. Lo considera insuficiente. Además, le preocupa que no haya una exoneración en las cuotas de la Seguridad Social para los erres que se encuentran vigentes. Los nuevos expedientes sí contemplan exenciones. Señala de vital importancia para el comercio que los negocios que se encuentren en una situación de vulnerabilidad puedan contar con esta protección. Pidió también «un plan estratégico de reactivación que evite la catástrofe».
Hostelería de España teme el rumbo de la pandemia y las decisiones restrictivas que sigan impactando al sector. «Con este panorama de incertidumbre, cambio de medidas continuas y falta de seguridad, es complicado hacer previsiones», refirió la patronal. «Si se cumplen las medidas anunciadas de cierre de los establecimientos de hostelería vamos a pérdidas por encima del 70%».
Caen consumo y precios de alquileres
El comercio, bares y restaurantes y la hostelería son los más afectados. Lo de Madrid y Barcelona se llevan la peor parte tanto desde el punto de vista de salud como en sus economías. “Son las más afectadas, mucho más que otras ciudades”, dijo Eduardo Zamacola, presidente de la Asociación empresarial del comercio textil (Acotex).
“Las ventas caen por encima del 25% en ambas ciudades”, precisa la consultora CBRE.
Los consumidores no han vuelto a las tiendas como se esperaba después del primer estado de alarma en el segundo trimestre del año. El desplome de visitantes a los locales comerciales superó el 30% en agosto. Con descensos incluso, que alcanzaron el 60% en vías tan concurridas como la Rambla Catalunya.
“Al salir del estado de alarma, aproximadamente el 15% de los comercios permaneció cerrado. Hoy en día calculamos que el porcentaje alcanza el 25%”, indicó Zamacola.
Se espera que el último trimestre de 2020, con las fiestas navideñas de por medio, se consolide la tendencia actual. Se verán algunas aperturas, pero no compensarán el cierre de tiendas en las dos grandes capitales.
“Madrid y Cataluña están muy tocadas en ambos sectores, del comercio y la restauración. Pero Madrid resiste algo mejor, no está tan expuesta al turismo como Barcelona”, sostuvo Nacho Acha, socio de la consultora Cushman & Wakefield.
Sin embargo, el impacto de la pandemia vacía miles de locales comerciales y baja los precios hasta un 50% en Madrid y Barcelona
Acha comentó que al haber cada vez más locales cerrados, los caseros aceptan precios inimaginables bajos hace un año para mantener ocupados los establecimientos. Situación que se observa en comercios y el sector de la restauración en Madrid y Cataluña.
“Firmamos alquileres con descuentos que van desde el 10% al 50%”, precisó. No hay un patrón fijo para determinar la rebaja; depende de la renta previa y de la duración del acuerdo.
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