La aplicación masiva de vacunas llena de esperanzas a un mundo asolado y agobiado por la pandemia. Pero, ¿habrá equidad en su distribución? ¿Se inmunizará a la mayoría de las poblaciones? Existen sobradas preocupaciones sobre el alcance de las dosis. Algunos epidemiólogos alertan que la COVID-19 convivirá con nosotros un largo tiempo y permanecerá como la gripe, el sarampión, el VIH, el zika mientras no haya una vacunación total y homogénea
El retraso en la producción de vacunas y la garantía de su reparto deja margen para que el virus pueda asentarse. Pasar de pandémico a endémico. Mientras tanto, su circulación, indudablemente, obligará a cambios sociales de protección y sanidad más de fondo.
“Al atravesar las cinco fases del duelo, tenemos que llegar a la fase de aceptación de que nuestras vidas no serán las mismas”, dijo Thomas Frieden, ex director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. «No creo que el mundo haya asimilado realmente el hecho de que se trata de cambios a largo plazo».
El caso de Israel ha sido muy alentador. El plan intensivo y equitativo de vacunación a un tercio de su población ha logrado bajar en un 30% las hospitalizaciones. Se espera que las muertes también se contraigan en las próximas semanas.
Sin embargo, existen epidemiólogos y organizaciones que están planificando un futuro a largo plazo que gire en torno al virus. En el que el uso de mascarillas, buena ventilación y test continúen de alguna forma.
Después de que la COVID-19 se extendió a nivel mundial, «era evidente para la mayoría de los virólogos que el virus se volvería endémico», dijo John Mascola. “Cuando un virus se transmite tan fácilmente entre humanos y la población. Se propagará a cualquier lugar donde tenga la oportunidad de propagarse”, añadió el director del Centro de Investigación de Vacunas de los Institutos Nacionales de Salud.
Perspectivas de los epidemiólogos frente a la COVID-19
Los inmunólogos y epidemiólogos esperan que las vacunas prevengan la transmisión de la COVID-19. Se reduciría drásticamente la propagación del virus. La Universidad de Oxford encontró que las personas que recibieron la vacuna AstraZeneca podrían tener menos probabilidades de transmitir la enfermedad.
Pese a ello, se ha denunciado, que grandes grupos de población quedarán por fuera del alcance de una vacuna en el mediano plazo. Esta mala noticia, aupará la permanencia del virus. Contrariamente, en Europa que la población tiene la opción de contar con la vacuna, hay un alto rechazo por colocársela.
Rachel Bender Ignacio, experta en enfermedades infecciosas, es más optimista. Cree que a medida que los científicos desarrollen nuevos tratamientos, la COVID-19 se convertirá en una infección con la que podemos vivir. Será importante desarrollar terapias para los síntomas debilitantes persistentes con los que muchos pacientes luchan meses después de enfermarse. Como la confusión de la memoria y los problemas digestivos y cardíacos, dice la especialista del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle.
Por otra parte, Mike Ryan, director ejecutivo del programa de emergencias de la OMS, sostuvo que “tenemos que llegar a un punto en el que estemos en control del virus. Y no que el virus nos controle».
Las vacunas serán igualmente importantes cuando la pandemia ceda y el Covid-19 se vuelva endémico.
«La gente parece pensar que cuando un virus se vuelve endémico, se atenúa. Y no se vuelve tan grave», señala Angela Rasmussen, viróloga del Centro de Ciencias y Seguridad de la Salud Global de la Universidad de Georgetown. La idea errónea surge del hecho de que los virus evolucionan para maximizar el número de personas que infectan antes de matar.
Empresas buscan lucrarse y otras sobrevivir,
Mientras los científicos y epidemiólogos siguen la pista de la COVID-19, la industria farmacéutica y de implementos sanitarios se muestran fortalecidas. Una nueva y lucrativa industria está emergiendo rápidamente. Además del teletrabajo y las compras online, las empresas invierten en bienes y servicios que antes no lo hacían. Como monitoreo de la calidad del aire, filtros, kits de diagnóstico y nuevos tratamientos.
Se espera que la cantidad de pruebas de PCR de detección de genes, aumente este año. Así como las mascarillas y los geles desinfectantes. Compañías como Quest Diagnostics Inc. de Nueva Jersey predicen que millones de personas necesitarán un hisopo antes de asistir a conciertos o eventos deportivos y culturales.
«Suponemos que durará años, o será eterno, como la gripe», dijo Jiwon Lim, portavoz de SD Biosensor, Inc. de Corea del Sur, un fabricante de pruebas que está aumentando la producción de kits de diagnóstico para el hogar.
¿El negocio es no eliminar la COVID-19?
Los principales fabricantes de medicamentos, Novartis International AG y Eli Lilly & Co. de Suiza, han invertido en posibles terapias de la COVID-19. Actualmente se están desarrollando más de 300 de estos productos.
Las aerolíneas tan golpeadas en la pandemia, se están reestructurando. Como Lufthansa que se está centrando en vuelos de corta distancia dentro de Europa. Y fuera de los países del Pacífico que han dicho que mantendrán las fronteras cerradas al menos este año.
Asimismo, algunos aeropuertos están planeando nuevos sistemas de pasaportes de vacunas para permitir viajar a los pasajeros inmunizados. Las plantas de envasado de carne desde Canadá hasta Europa están comprando brazos robóticos para frenar el riesgo de brotes al reducir el número de trabajadores en las líneas de montaje.
Entretanto, virólogos y epidemiólogos instan a la población a vacunarse y protegerse de la COVID-19, como una manera de cortar la transmisibilidad del virus.
Lee también en Cambio16.com: