Una decisión judicial la emplaza a establecer un calendario de cierre
La estatal de servicios públicos de Polonia que gestiona la mina de carbón y la central eléctrica de Belchatow -la más grande y sucia de Europa- espera cerrarla. Y, al cabo de varias décadas, convertir los contaminados pozos de esos yacimientos en el lago más profundo del país y los alrededores en un parque recreativo.
El anuncio resalta por la novedad de la propuesta. La mayoría de estas plantas de energía se cierran en forma gradual y, en algunos casos, se libera espacio para la instalación de otro tipo de parques: solares o eólicos que garanticen la transición energética.
En todo el mundo hay más de 2.400 centrales de carbón activas, la mayoría en China y la India. Según un nuevo informe de la ONG estadounidense Global Energy Monitor, se necesita eliminar el carbón cinco veces más rápido de lo que se hace actualmente para evitar el «caos climático». Y afirma que todas estas centrales deben cerrar de aquí a 2040 y no abrir otras si los países quieren cumplir sus objetivos del Acuerdo de París.
Después de más de 40 años de extracción, el lignito se está agotando y se están haciendo planes para cerrar las operaciones en el sitio. Este tipo de carbón es muy abundante y posee mayor poder calorífico que la turba. Tiene una estructura leñosa o fibrosa y elevada humedad.
En 2070, la estatal de servicios PGE prevé que los visitantes podrán esquiar en invierno, jugar al golf, andar en bicicleta, en kayak, montar a caballo y hasta bucear para ver las antiguas máquinas mineras que pronto estarán bajo el agua.
Adiós a la central eléctrica a carbón en Polonia
¿Este proyecto será ilusorio o realidad? El anuncio de cerrar progresivamente la central eléctrica a carbón de Belchatow y hacerlo un parque recreativo y de ocio ha generado muchas opiniones.
Algunos pobladores lo ven improbable. Funcionarios de los gobiernos locales y los investigadores estiman que los planes corren el riesgo de no lograr la transición ecológica y económicamente justa que merecen las comunidades de Bełchatów, cuyo sustento ha dependido del carbón.
Argumentan que los planes podrían desperdiciar el enorme potencial de energía renovable del sitio. Mientras que la atracción turística no reemplaza los 7.500 puestos de trabajo que se perderán cuando la mina y la planta de energía cierren. Culminado ese desarrollo podría alejar a los jóvenes de la región al no encontrar empleos.
PGE (Polska Grupa Energetyczna) es la mayor compañía del sector energético de Polonia en términos de facturación y beneficio neto. Garantiza un suministro de energía a más de 5 millones de hogares, empresas e instituciones. En su web señalan que son líderes en el cambio de la industria energética polaca. Según su Plan Estratégico, “en 2050 seremos neutrales desde el punto de vista climático y el 100 % de la electricidad suministrada a nuestros clientes será ecológica”.
Malgorzata Misiak es la subdirectora del Departamento del Fondo de Transición Justa de la provincia de Łódź, donde se encuentra Bełchatów. Su trabajo es amortiguar el golpe de la transición de la región hacia el abandono del carbón y asegurarse de que los beneficios de lo que lo reemplace se repartan equitativamente. Dijo a Climate Home que podrían crearse muchos empleos en un período más corto con inversión en energía renovable.
El mayor emisor de gases de Europa
Bełchatów fue inaugurada en 1980 en la entonces República Popular de Polonia. En la actualidad emplea directamente a unas 7.500 personas y genera muchos más puestos indirectos.
En los últimos años, la central ha producido casi una quinta parte de la electricidad de Polonia. Debido a su tamaño y a que el carbón es el combustible fósil más contaminante, la planta es también, con diferencia, el mayor emisor de gases de efecto invernadero de Europa.
En mayo de 2023, un informe del grupo de expertos en energía Ember afirmó que la central eléctrica de Belchatow era el principal emisor de gases en el Sistema de Comercio de Emisiones de la Unión Europea. La central emite 35 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente al año. Más que las emisiones totales de Mozambique.
Las cavernas de la mina de carbón de Bełchatów son muy anchas. Lo suficiente para albergar alrededor de 5.000 campos de fútbol de tamaño normal y son ricas en lignito. Un carbón especialmente dañino para la salud humana cuando se quema.
PGE tiene un plan de 45 años para convertir los pozos mineros en el lago más profundo del país. Y los montones de desechos de carbón de su central eléctrica en una serie de colinas para uso de un parque recreativo en la región central de Polonia
Además del agotamiento del lignito, hay otra razón de peso para cerrar la planta. En septiembre de 2020, un juez polaco ordenó a PGE que negociara un calendario de cierre de Belchatow con la ONG medioambiental ClientEarth.
Decisión judicial histórica
Esta histórica sentencia supuso la primera vez que un tribunal de Polonia exigía a una central de carbón que entablara un diálogo con el objetivo de establecer un plan concreto para reducir sus emisiones.
La demanda de ClientEarth contra PGE sostenía que la central eléctrica y dos minas asociadas contaminaban la tierra, el aire y el agua de la zona y dañaban el clima. Y que, como bien común según el derecho civil polaco, debe protegerse. ClientEarth solicitó una orden judicial para que 11 de las 12 unidades de carbón de la central se cerraran en 2030 y que la última unidad, en servicio en 2011, se cerrara en 2035.
Esto supone anticipar una decisión prevista por PGE, que había contemplado cerrar Belchatow en torno a 2040, ya que las reservas de carbón se están agotando. PGE reaccionó a la sentencia del tribunal de distrito de Łódź diciendo que las negociaciones se centrarán en reducir su impacto negativo sobre el medio ambiente. Mientras sigue produciendo energía a Polonia.
La empresa aceptó la necesidad de actuar sobre el cambio climático y dijo que está abandonando el carbón, pero que quiere más tiempo para completar la transición.
Marcin Stoczkiewicz, responsable de la operación de ClientEarth en Europa central y oriental, afirmó que «esta decisión supone un gran avance para el movimiento ecologista. Pone a los expertos ambientales a la mesa de negociaciones con las empresas de carbón para encontrar una solución que realmente funcione para el clima”.
En el texto exigen que los operadores de la planta dejen de quemar lignito o tomen medidas para eliminar sus emisiones de CO2, a más tardar en 2035. Indicó que “los mayores emisores, como Belchatow, deben asumir su parte de responsabilidad por la crisis climática”.
Salir de la contaminación, pero ¿a cambio de qué?
El plan de transición justa 2021 del gobierno local dice que la planta de carbón reducirá gradualmente sus operaciones durante la década de 2030 hasta su cierre en 2036. Mientras que la minería finalizará en 2038.
Para Malgorzata Misiak, esta es la “realidad oficial”, pero en la práctica las cosas podrían resultar de otra manera. “El ritmo real depende de muchos factores”, consideró.
A dos horas de Bełchatów, la central eléctrica de carbón de Rybnik tenía previsto cerrar en 2030. El mes pasado, PGE anunció que cerraría a finales de 2025. El presidente del sindicato polaco Solidaridad lo calificó de «catástrofe para la región». Se perderán unos 500 puestos de trabajo en la planta, y más en las minas cercanas y otros proveedores.
La gente de Bełchatów teme el mismo destino, agregó Misiak. Investigadores de la Universidad de Łódź y un grupo comunitario de mujeres llamado ‘Sí a Bełchatów’ realizaron una encuesta a más de 350 mujeres locales a principios de este año.
El objetivo era abordar los aspectos de género de la transición de la región hacia el abandono del carbón. El estudio concluyó que «tienen mucho miedo de las consecuencias negativas».
La transformación de la mina y la central eléctrica en un parque de ocio ofrece una «buena imagen» de lo que se puede lograr con la rehabilitación medioambiental en Polonia, dijo Misiak. Pero el plazo de ejecución es tan largo que hay a la fecha alternativas a las miles de personas que se ganan la vida con trabajos relacionados con el carbón.