Un hallazgo de pinturas rupestres que datan de la Edad de Hielo en la Serranía de Colombia, en La Lindosa, ha generado críticas y han dado la vuelta al mundo entero debido a un artículo enThe Guardian. Es un descubrimiento arqueológico que ha suscitado pasiones y que cuenta el paso de los primeros pobladores en la Amazonía colombiana.
Hace al menos 12.500 años, grupos de indígenas de cazadores y recolectores recorrieron América hasta lo más profundo de la selva amazónica. Lo evidencian los miles de pinturas rupestres que distribuidas a lo largo de la Serranía de la Lindosa y el Parque Natural de Chiribiquete
Son pinturas en las que están reflejados animales extintos, plantas, modos de caza, lucha y convivencia de las comunidades que habitaron el territorio hace miles de años. Los primeros habitantes que plasmaron su forma de vivir y relacionarse con la naturaleza. Un espacio inaccesible para muchos hasta hace algunos años debido por la presencia de grupos de guerrillas y narcotráfico.
Investigadores independientes y arqueólogos de la Universidad Nacional de Colombia han desarrollado pesquisas en esa área de gran riqueza arqueológica. Allí se albergan pinturas que datan de las segundas poblaciones más antiguas de toda la Amazonía y la conservación se ha dado con ayuda de la comunidad local. Y desde 2011, la universidad lleva un registro de todas las pinturas halladas hasta el momento. Con al menos ocho conjuntos de arte rupestre dentro de la Serranía.
El artículo de The Guardian
Todo iba bien. Sin embargo, la semana pasada, The Guardian publicó un artículo en el que promocionaba el documental Jungle Mystery: Lost Kingdoms of the Amazon, de la cadena británica Channel 4. Dicho proyecto sacaba a la luz uno de los últimos descubrimientos, anunciándolo como exclusivo, aunque se basaban en las investigaciones que se publicaron en abril en la revista Quaternary International.
Los autores del documento son parte de un grupo de investigadores colombianos y británicos que en 2018 descubrieron paneles pictográficos en una de las zonas más remotas de la Serranía. Entre ellos están Francisco Javier Aceituno, José Iriarte, Gaspar Morcote-Ríos, Mark Robinson y Jeison L. Chaparro-Cárdenas.
Para conocedores de la zona, tanto locales como arqueólogos, el hallazgo de nuevas pinturas en el departamento de Guaviare, a nueve horas en autobús de la capital Bogotá, es algo que sucede con frecuencia. Y es que la puerta de entrada a la Amazonía colombiana, como se le conoce, es territorio explotado por la ganadería; en el pasado reciente también fue uno de los lugares con mayores cultivos de coca de la región.
Lo que revelan las nuevas pinturas y su carácter exclusivo
Francisco Javier Aceituno, uno de los investigadores del proyecto, explica la implicación de estos hallazgos. Ahora, gracias a este descubrimiento, asegura que saben qué grupos de cazadores y recolectores colonizaron la Amazonía colombiana al final de la Edad del Hielo.
Aceituno resalta especialmente que es importante por todas las preguntas que de ahí se derivan. Específicamente respecto al manejo que dieron los primeros habitantes a estas selvas. La humanización del paisaje comenzó con las pinturas rupestres que estiman se remontan a unos 12.500 años.
Este registro de dibujos rupestres prehistóricos está en la Serranía de La Lindosa, en las riberas del río Guayabero y Guaviare, una zona a la que solo los locales conocedores del territorio podían acceder.
Estas pinturas expuestas a los elementos climáticos por tanto tiempo ofrecen un panorama de la vida de aquellos habitantes. Como otros pictogramas de la zona, los dibujos muestran motivos con un posible mastodonte, un águila arpía y otros animales hoy extintos. Además de motivos antropomorfos.
Polémica en el mundo académico y comunidades del Guaviare
La controversia se genera por el artículo británico y las imprecisiones que relata el texto. Como la localización errónea de las nuevas pictografías rupestres y la categorización que la prensa otorga al hallazgo arqueológico.
El antropólogo Diego Pedraza, de la Universidad Nacional de Colombia, comenta que es información «incorrecta, muy subjetiva». Refiriéndose a la denominación que le dio la prensa, «La Capilla Sixtina del Amazonas», un epíteto que ha generado incomodidad y rechazo ente arqueólogos colombianos y europeos. «Una comparación exagerada e inadecuada», agrega Pedraza.
Las imágenes publicadas muestran paneles pictográficos de Cerro Azul. Uno de los lugares de la Serranía que alberga la mayor cantidad de pinturas rupestres y que, desde hace años es conocido como lugar turístico.
Pedraza denuncia la situación. «Es cierto que en el artículo de The Guardian dicen que ellos están registrando el hallazgo de un nuevo mural, pero el mismo artículo reduce, oscurece y tapa las investigaciones anteriores. Y es ahí donde tenemos uno de los orígenes de esta polémica». Señalan además que se ha dejado a un lado el papel de las comunidades locales en los hallazgos.
Sin crédito por los hallazgos
Como lo señala Pedraza, la comunidad que vive en donde se encuentran muchas de estas pinturas, es imprescindible. Son los conocedores de la selva que habitan, quienes ayudan a los investigadores e informan de nuevos hallazgos.
Un ejemplo es Campo Elías Ballesterios, que murió hace unos años, pero quien le abrió las puertas de su casa a la ciencia y el turismo. Son personas de la comunidad que no han recibido ningún crédito y han trabajado con los investigadores en los descubrimientos.
Para acceder a los murales de Cerro Azul, conocidos como «Cerro Pinturas» por los locales, hay que atravesar la finca de José Noé Rojas. Un lugar en el que el turista puede acampar y hospedarse. Pero además, la familia de José Noé se encarga del mantenimiento de los doce paneles y de los cientos de pinturas que se encuentran en su finca.
«Familias como la de Rojas han protegido el territorio», asegura Pedraza. Se han enfrentado a factores armados, vandalismo, turismo desordenado, han protegido el sitio de los incendios y han emprendido iniciativas propias para proteger las pinturas. Por eso el crédito debe ser para los locales no para supuestos exploradores en busca de fama..
La Lindosa
Hay evidencia de que La Lindosa es un importante sitio arqueológico y biológico de la Amazonia. Incluso, en 2019, se registraron por primera vez en Chiribiquete cerca de 4.854 ejemplares de 1.676 especies, cuando no existía ningún registro, entre las que se encuentran 57 nuevos registros para Colombia.
Sin embargo, no ha sido suficiente para detener el avance de la deforestación e incendios forestales que cercan la diversidad cultural y biológica de la zona cada vez más. El año pasado, el alcalde de San José del Guaviare declaró la calamidad pública debido a los 43 incendios que se registraron y acabaron con aproximadamente 1.000 hectáreas de la Serranía de la Lindosa.
De acuerdo con un estudio de la Universidad Nacional, el 17% del bosque nativo que hace parte la Serranía se había perdido para 2016.
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