El Comité de Ciencia, Espacio y Tecnología de la Cámara de Representantes determinó que las grandes compañías de petróleo y gas no están diseñando, equipando e informando sus actividades de Detección y Reparación de Fugas de Metano (LDAR, en inglés). Su actuación es insuficiente para lograr reducciones a gran escala en las emisiones de metano de sus operaciones.
El informe además señaló que estas empresas tienen datos internos que muestran que sus emisiones de metano en la vasta cuenca del Pérmico «probablemente sean significativamente más altas que los datos oficiales» informados a la Agencia de Protección Ambiental.
Las empresas deberían adoptar medidas de vigilancia más estrictas para detectar y controlar las fugas de metano. Especialmente los superemisores gigantes que contribuyen a los gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático, dijo el informe.
Con antelación, en 2021, la Universidad de Harvard encontró discrepancias en las cifras de EE UU sobre emisiones de metano. Y buena parte de esas diferencias recaen el sector petrolero y gasífero de ese país.
“Una proporción muy significativa de las emisiones de metano parece ser causada por una pequeña cantidad de fugas superemisoras”, indicó el comité. Y adelantó que una sola fuga experimentada por una empresa puede haber representado más del 80% de las emisiones de metano que ésta informó a la EPA sobre su producción de Permian en 2020.
El informe fue escrito por el personal demócrata del comité. Utilizando materiales solicitados por la presidenta del Comité de Ciencias, Eddie Bernice Johnson (D-Tex.), en una carta a 10 compañías de petróleo y gas el 2 de diciembre. Johnson dijo que EE UU no podía lograr sus objetivos para reducir las emisiones de metano sin una «disminución rápida y a gran escala de las fugas de metano en ese sector».
Petroleras y sus fugas de metano en EE UU
EE UU y la Unión Europea se convirtieron en líderes de una coalición para reducir las emisiones de metano en un 30% para el 2030. A esa iniciativa se han unido más de cien países. Uzbekistán fue el último en adherirse, según indicó John Kerry en la cumbre de Estocolmo+50.
En la investigación del Comité de la Cámara de Representantes se invitó a las empresas por nombre a proporcionar información, pero sus resultados permanecieron anónimos en el informe final, reseñó The Washington Post.
El comité se concentró en la Cuenca Pérmica porque se extiende por 55 condados en el oeste de Texas y el sureste de Nuevo México. Y representó el 42,6% de la producción de petróleo de EE UU y el 16,7 % de la producción de gas natural en el país en diciembre de 2021.
En el texto se instó a las petroleras de EE UU a hacer un uso mayor y más preciso del equipo de vigilancia de fugas, conocido como Detección y reparación de fugas de metano. “Las compañías de petróleo y gas están implementando tecnologías LDAR innovadoras de manera limitada e inconsistente”, resaltó.
Más aún, advirtió, que “la mayoría de las implementaciones permanecen en la fase piloto con alcances que son demasiado limitados para respaldar las reducciones de emisiones. En un cronograma que cumpla con la urgencia de la crisis climática”.
Una empresa le confió al comité que dependía de la «capacitación del operador de arrendamiento. Y de las inspecciones en persona (también conocidas como inspecciones de ‘botas sobre el terreno’)», Según el informe del comité, no se podía ampliar en un área grande para resolver el problema de las superemisiones.
Exigen a petroleras de EE UU reducir emisiones de metano
La EPA requiere actualmente que las empresas petroleras de EE UU inspeccionen sus instalaciones en busca de fugas de metano solo dos veces al año.
“El punto es brutalmente claro”, destacó el informe. “Los expertos en tecnología del operador advirtieron que el mayor riesgo de la tecnología no era que fallara, sino que tuviera éxito. Y al hacerlo, encontraría más fugas de metano de las que el operador sería responsable. Con todas las consecuencias que ello conlleva, incluso los costos de reparación y los riesgos reputacionales que podrían surgir”.
El proyecto de ley de gasto social y climático del presidente Biden, anteriormente conocido como la Ley Build Back Better, establecería un «programa de reducción de emisiones de metano». Para alentar a las compañías de petróleo y gas a reducir la contaminación que calienta el planeta. Pero la medida se ha estancado en el Senado durante meses debido a la oposición de los republicanos y el senador Joe Manchin III (D-W.Va.).
El presidente del Comité Senatorial de Medio Ambiente y Obras Públicas, Thomas R. Carper (D-Del.), cuyo panel tiene jurisdicción sobre el programa de metano, expresó su optimismo. Estima que los demócratas puedan llegar a un acuerdo con Manchin sobre las disposiciones climáticas del proyecto de ley de gastos antes del receso de agosto. “Espero que pueda proporcionar una base sobre la cual se pueda tener un acuerdo más amplio”, comentó Carper a los periodistas.
En noviembre, el gobierno de Biden también dio a conocer un amplio conjunto de políticas internas para reducir las emisiones de metano de las operaciones de las petroleras en EE UU. Las propuestas, anunciadas en la cumbre climática de la ONU, representaron uno de los esfuerzos más importantes del presidente para combatir el cambio climático.
Desconocimiento y falta de capacitación
La EPA propuso reglas que establecerían estándares para pozos antiguos, impondrían un control de fugas más frecuente y estricto. Y exigirían la captura de gas natural que se encuentra asociado con el petróleo y que a menudo se libera a la atmósfera. El paquete marcó la primera vez que el gobierno federal buscó abordar de manera integral la filtración de metano de la infraestructura de petróleo y gas de EE UU.
Además de la regulación, los esfuerzos para lograr que las principales empresas de petróleo y gas midan y capturen las emisiones de metano han ido ganando apoyo entre las empresas y los accionistas. Una resolución en la reciente reunión anual de Chevron instó a la compañía a resumir sus esfuerzos de detección de metano. E informar a los inversionistas si las mediciones se desviaban de las estimaciones de emisiones publicadas por la propia compañía.
La junta directiva de Chevron apoyó la propuesta, que fue aprobada con el apoyo del 98% de los accionistas.
Sin embargo, de los 10 operadores que proporcionaron información al Comité Científico de la Cámara, 9 dijeron que carecen de una definición interna de una fuga de superemisión, recogió el informe. Dos de ellos dijeron que no creían que las tecnologías actuales pudieran cuantificar con precisión las fugas de emisiones.
“Cuando se trata del papel de sus propios superemisores en el Pérmico, los 10 operadores están en la oscuridad”, destacó el informe. Sin embargo, una empresa dijo que el monitoreo a escala era «realista y alcanzable».
Y la escala puede ser desalentadora. Occidental Petroleum, por ejemplo, informó que tenía 14.929 bocas de pozo en la Cuenca Pérmica. Emitieron 2.107.191 toneladas métricas de metano y otros gases de efecto invernadero equivalentes al dióxido de carbono.
Mayor investigación, mayor acción
Pioneer Natural Resources, con sede en Irving, Texas, dijo en una carta en respuesta a Johnson que su objetivo es lograr una reducción del 75% en la intensidad de las emisiones de metano para 2030. Eso cubre las operaciones de Pioneer, pero no los gases de efecto invernadero emitidos por sus clientes cuando queman gas natural.
Pioneer afirmó que también utiliza una amplia variedad de sensores terrestres y tecnología aérea desarrollada por una empresa llamada Bridger Photonics para amplios estudios de campos petroleros.
Un miembro del personal del Comité de Ciencias, que habló bajo condición de anonimato, dijo que “realizar estudios aéreos es un primer paso simple” y “una instantánea en el tiempo”, como ocurre con cualquier tecnología de detección. Pioneer y otras empresas necesitaban identificar patrones, argumentó.
El personal del comité recomendó la creación de un “Censo de metano” y el desarrollo de estándares voluntarios para ayudar a cuantificar los datos.
Las empresas a las que el comité pidió que produjeran materiales incluyeron Admiral Permian Resources, Ameredev II, Chevron. Así como ConocoPhillips, Coterra Energy, Devon Energy, ExxonMobil, Mewbourne Oil, Occidental Petroleum y Pioneer Natural Resources.
El metano es el segundo mayor contribuyente al calentamiento atmosférico y representa alrededor del 30% del calentamiento global desde la Revolución Industrial. Es aproximadamente 85 veces más potente que el dióxido de carbono durante un período de 20 años y más de 25 veces más potente durante todo un siglo.