Por Erika Hidalgo López
12/04/2018
La producción de petróleo en el Golfo de México (GOM) continuará aumentando este año e incluso en 2019. Ello, pese a que la extracción se vio obstaculizada por cortes de plataformas y problemas con los ductos en diciembre de 2017. Dijo la EIA en sus previsiones, plasmadas en el último Energy-Outlook a Corto Plazo (STEO). Realizado por ese brazo estadístico de energía de los Estados Unidos.
La EIA proyecta que el GOM represente el 16% de la producción total de petróleo de Estados Unidos en cada año.
La producción de petróleo crudo de EEUU en el GOM aumentó ligeramente en 2017, alcanzando 1,65 millones de b/d, el nivel anual más alto registrado.
Petróleo del Golfo de México sumará 1,8 millones de b/d
La extracción anual de crudo en el GOM aumentará. Principalmente por los niveles de producción esperados en nuevos campos y campos existentes. Se estima que el alza será en promedio de 1,7 millones b/d en 2018 y 1,8 millones de barriles por día en 2019.
Sin embargo, el análisis de la oficina sostiene que las incertidumbres en los mercados petroleros aún pueden afectan la planificación y las operaciones a largo plazo en el GOM. Así como los plazos de los proyectos futuros pueden cambiar en consecuencia.
La EIA recuerda que en 2016, los productores pusieron en práctica siete nuevos proyectos y expansiones en línea. Factor que repercutió en la producción en 2017. Este volumen significó un promedio global de 126.000 b/d de producción el año pasado.
También otros dos proyectos entraron en línea en 2017. Estos contribuyeron con 10.000 b/d de nueva producción. En consecuencia se espera que estos nueve proyectos eleven el bombeo en los próximos dos años. Asimismo, los productores esperan que cuatro nuevos proyectos entren en funcionamiento en 2018 y seis más en 2019.
Petróleo en el Golfo de México es menos sensible al precio
Es largo el tiempo necesario para descubrir y desarrollar grandes proyectos en alta mar. También se entiende que la producción de petróleo en el GOM es menos sensible a los vaivenes del precio a corto plazo, que la producción en tierra en los 48 estados más bajos.
En 2015 y principios de 2016. La disminución de los márgenes de ganancias y la reducción de las expectativas de una rápida recuperación de su valor, llevaron a muchos operadores a retrasar los gastos futuros de exploración en aguas profundas. Y reestructurar o retrasar los contratos de perforación.