Una imagen, algunos dirían que insólita, ocupa ahora un lugar en el Vaticano y ha recibido cientos de críticas. El pesebre oficial de cerámica que exhibe para Navidad este 2020 es «disruptivo»: incluye a un astronauta y un personaje que recuerda a Darth Vader, de Star Wars.
Cada año, el Vaticano coloca un pesebre diferente en la Plaza de San Pedro. De acuerdo con Vatican News, las esculturas de este año son parte de una colección realizada de 1965 a 1975 por estudiantes y profesores en una escuela de arte en Castelli, una ciudad en la región italiana de Abruzzo, conocida por su cerámica.
El papa Francisco inauguró el Belén el viernes pasado. Su estilo disruptivo con figuras de cerámica de tamaño natural ha causado disgusto entre muchos tradicionalistas que expresaron su disgusto que querían ver la imagen tradicional de san José, la Virgen, la mula y el buey en un portal adornado con la estrella que guio a los Reyes Magos.
Lluvia de críticas
El Catholic Herald lo calificó como «cómicamente horrible». Bajo el título «La guardería de ciencia ficción vergonzosa del Vaticano», señaló que algunas personas más excitadas la llamaron «demoníaca, pagana e idólatra».
Elizabeth Lev, historiadora de arte, dijo que la escena había provocado «un torrente de burla universal» en una entrevista para America Magazine. Su argumento es que la Iglesia Católica tiene una tradición «increíble» de belleza y, sin embargo, después de un año de dificultades, «hemos puesto algo que hace que la gente se burle de Jesús».
Aunque las críticas no han faltado, no todos se sintieron decepcionados. Tommy Tighe, autor de The Catholic Hispter Handbook, elogió la exhibición. En su cuenta de Twitter compartió un mensaje al respecto.
Un mensaje de esperanza
El tradicional árbol de Navidad de la Plaza de San Pedro y el «disruptivo» pesebre gigante de cerámica se inauguraron e iluminaron con un mensaje de esperanza de Francisco en medio de la pandemia. «Hoy más que nunca el árbol y el pesebre son un signo de esperanza», dijo.
Asimismo, elogió el «majestuoso árbol», proveniente de los bosques de Kocevje, en Eslovenia y el «monumental pesebre de cerámica», hecho por artesanos italianos. «También esta Navidad, en medio del sufrimiento de la pandemia, Jesús es el ‘signo’ que Dios dona al mundo», añadió.
Lo polémico no solo caracteriza el pesebre del Vaticano. Con el tiempo, y en distintos lugares se han armado pesebres que, como el de este año, han ocasionado críticas y halagos. Además de que usualmente los usan para transmitir algún mensaje de protesta o político.
Un pesebre brasileño muestra una Amazonía devastada
No es un pesebre en Belén. En esta Navidad de 2020, Jesús nacerá en Brasil, en medio de la Amazonía arrasada por llamas. Y será un bebé negro, hijo de una virgen negra, rodeado de querubines indígenas. Es un belén cargado de simbolismos que atrae las miradas en el sur de Río de Janeiro. Allí la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús tiene la tradición de exponer asuntos contemporáneos en su representación anual de nacimiento.
Había muchos temas para elegir en este 2020, pero la iglesia optó por dos asuntos que han cobrado mayor pertinencia en Brasil: el racismo y el aumento de la deforestación de la Amazonía.
Mauricio Rodrigues dos Santos, portavoz de ese templo católico, dio una explicación. «El pesebre muestra que la gente que quema la naturaleza, que ataca a sus hermanos por diferencias de color, no tiene a Dios en el corazón».
El mágico pesebre iluminado de la costa italiana de Cinque Terre
Cientos de figuras del pesebre iluminan las crestas rocosas de Manarola, un pueblo de la costa italiana de Cinque Terre. Este año rinden homenaje a los trabajadores de la salud por su lucha contra la COVID-19.
Miles de luces forman las siluestas de pastores, ovejas, camellos, ángeles y Reyes Magos instalados alrededor de María, José y Jesús. Una suerte de enorme pesebre que se puede ver desde el mar de la Liguria, en la costa norooccidental de la península.
La tradición la empezó Mario Andreoli en 1961. Entonces era empleado de la empresa de ferrocarriles. Hoy en día cuenta con un grupo de colaboradores para instalar más de 15.000 luces leds que recrean el nacimiento de Jesús y ofrecen un pesebre único. Andreoli, de 92 años de edad, esta vez quiso añadir una figura especial en honor a los médicos y enfermeras que trabajan sin descanso en medio de la pandemia.
Un Belén especial en un año atípico
El Ayuntamiento de Granada inauguró el tradicional Belén monumental de la ciudad que rinde homenaje a las víctimas de la pandemia. Lo hacen con una rosa blanca que han instalado junto al pesebre. «Queremos enviar un mensaje de paz, ilusión y esperanza a todos nuestros vecinos y vecinas». dijo la presidenta de la Asociación Granadina de Amigos del Belén, María Carmen Ruiz.
También rinde homenaje al personal sanitario y de otros ámbitos profesionales que están luchando en primera línea contra la COVID-19. El alcalde de Granada, Luis Salvador, asegura que la recreación artística e histórica del nacimiento de Jesús permitirá que granadinos y niños de la ciudad disfruten del espíritu navideño.
Pesebre flotante en laguna de Venecia
Un grupo de 60 figuras de un pesebre navideño hechas de madera contrachapada flotan en una sección abierta de la laguna de Venecia, con una iglesia como telón de fondo. Las figuras, pintadas por el verdulero local Francesco Orazio, fueron puestas en postes de madera.
Sus pies se ven solo un par de horas al día, cuando la marea baja. José, María, un buey y un burro rodean a Jesús bajo una choza mientras se aproxima un rey mago. Pastores, animales y otros personajes se ven en las cercanías, mientras pequeños botes navegan una corta distancia.
Pesebres de Navidad, una tradición memorable
La tradición del pesebre navideño fue introducida en el año 1223 por el fraile san Francisco de Asís, el santo de la humanidad, en el pueblo italiano de Greccio. Cuenta la historia que san Francisco estaba orando en el bosque y meditando sobre el Evangelio según san Lucas, que lo inspiró a recordar el nacimiento del niño Jesús.
El fraile construyó una pequeña choza con paja, para emular el portal donde María y José pasaron la noche en la que Jesús nació. Fue decorada con un burro y un buey y los habitantes del pueblo fueron convocados para representar la escena del nacimiento. El éxito de esta experiencia fue tanto que en pocos años toda la Europa cristiana la adoptó como tradición decembrina.
Gracias a la expansión del cristianismo en América, el continente adoptó esta tradición y los hogares de adornaron con pequeñas representaciones con figuras de barro y otros materiales.
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