Desde el 2015, cuando se firmó el histórico Acuerdo de París, el mundo reconoce la necesidad de reducir los gases de efecto invernadero. Pero la intención de cumplir con las metas de ese acuerdo se volvió tan difuso como los gases que calientan el planeta. Un nuevo informe presentado en el marco de la Cumbre Climática COP28, desnuda la cruda verdad. Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) procedentes de los combustibles fósiles, principales causantes del calentamiento global siguen aumentando. En 2023 un 1,1 por ciento.
Los Investigadores del Proyecto Global de Carbono anunciaron en las conversaciones globales sobre el clima en Dubai que las emisiones de dióxido de carbono están creciendo nuevamente. A pesar de la caída drástica en 2020 debido a la respuesta de la economía global a la pandemia de coronavirus y la guerra en Ucrania.
Según el estudio, se espera que en 2023 las emisiones de dióxido de carbono sean un 1,4 por ciento más altas que en 2019. Después de varios años con el efecto confuso del coronavirus, “este año es realmente claro”, dijo Corinne Le Quéré, profesora de ciencia climática en la Universidad de East Anglia y autora del informe. “Realmente estamos en una trayectoria que es demasiado arriesgada para la humanidad, dados los impactos del cambio climático”.
«El simple apoyo a las energías renovables no va a resolver el problema climático. Es necesario contar con políticas que garanticen que los combustibles fósiles realmente disminuyan. No podemos simplemente cruzar los dedos y tener esperanza «, dijo Glen Peters, investigador principal del Centro CICERO para la Investigación Climática Internacional en Oslo y uno de los 121 autores del informe.
Los más contaminantes
Las emisiones de dióxido de carbono están aumentando a nivel mundial, especialmente en las economías de rápido crecimiento. En China, se prevé que las emisiones de dióxido de carbono procedentes de combustibles fósiles crezcan un 4 por ciento en 2023 en comparación con 2022. Mientras que en India se estima que crezcan un 8,2 por ciento. Las emisiones generadas por los vuelos y el transporte marítimo internacionales, actividades que no se pueden atribuir a ningún país en particular, pueden aumentar un 11,9 por ciento este año
Los mayores emisores volvieron a ser China, con 15.600 millones de toneladas; Estados Unidos, con 6.900; India, con cuatro millones, y Rusia, con 3,76 millones. Solo cuatro países concentraron el 56,3 % de las emisiones globales. Aunque China y Rusia redujeron las suyas en comparación al año anterior cerca del 0,4 %. Mientras que EE.UU. e India aumentaron un 3,4 y un 5,38 % respectivamente.
Las emisiones del sector eléctrico subieron el 1,2 %, hasta los 12.870 millones; las de producción de petróleo y gas, el 3,5 % (5.860 millones); las de refinación, el 2 % (9.700 millones), y las del transporte por carretera, el 3,5 % (6.250 millones). En términos absolutos, las emisiones globales alcanzaron los 58.500 millones de toneladas de CO2 equivalentes, el 1,5 % más que en 2021 y el 8,6 % más que en 2015. Año en el que se firmó el Acuerdo de París, referente en la lucha contra el cambio climático.
También España
Según datos de Climate TRACE, España fue el segundo país entre los grandes emisores del mundo en el que más se incrementaron las emisiones de CO2 en 2022 con respecto a 2021. TRACE es una organización fundada por el exvicepresidente de Estados Unidos Al Gore. Dentro de este grupo de grandes emisores se engloban aquellos que generan más de 100 millones de toneladas equivalentes de CO2 al año. España saldó 2022 con 355 millones de toneladas. Lo que supone un 10,5 % más que en 2021. Solo Venezuela se situó por delante de nuestro país, con un incremento del 22,1 %. Inmediatamente detrás encontramos a Kuwait y Omán, con con repuntes del 9,4 y del 8 %, respectivamente.
Tan solo si se analiza el sector eléctrico español se observa que este elevó sus emisiones un 22 %, y eso a pesar de los avances en la instalación de parques eólicos y solares. La crisis del coronavirus influyó ya que en 2021 muchas fábricas y sectores productivos cesaron su actividad por unos meses. El aumento del 10,5 % en las emisiones de CO2 de España contrasta con la media global, que fue de tan solo un 1,5 %, o con la de Estados Unidos, del 3,4 %. Cifras muy superiores a la de nuestros vecinos europeos. Algunos de ellos como Países Bajos o Bélgica consiguieron además recortar sus emisiones, en un 5,6 % y un 4,2 %, respectivamente.
Siete años
En el histórico Acuerdo de París de 2015, los países se comprometieron a limitar el aumento de la temperatura muy por debajo de 2 °C, con respecto a la era preindustrial y preferiblemente a 1,5 °C. Desde entonces, la meta más ambiciosa de 1,5°C ha adquirido mayor urgencia, a medida que surgen pruebas de que un calentamiento superior a ese límite podría desencadenar puntos de inflexión peligrosos e irreversibles.
El consorcio internacional de científicos del clima, en su evaluación anual del Proyecto Global Carbon advierte que el planeta puede cruzar el límite crucial de calentamiento global de 1,5 °C en siete años. En la medida en que las emisiones de CO₂ de los combustibles fósiles sigan aumentando. Los expertos instan a los países que participan en la cumbre COP28 a “actuar ahora” frente a la contaminación que generan el carbón, el petróleo y el gas.
El estudio estimó que hay un 50 % de posibilidades de que el calentamiento supere el objetivo del Acuerdo de París, de 1,5 grados Celsius durante varios años alrededor de 2030. Pero los científicos apuntan a que hay incertidumbres debido al impacto de gases de efecto invernadero distintos del CO₂.
Momento crucial
Para mantener el límite en 1,5 °C, el panel de ciencia climática del IPCC de la ONU insta a la reducción a la mitad de las emisiones de CO₂ en esta década. Pero de acuerdo a las conclusiones del Proyecto Global de Carbono se está convirtiendo en una tarea cada vez más difícil. En la medida en que las emisiones siguen aumentando. Glen Peters sostiene que las emisiones de dióxido de carbono son ahora 6 % más altas que cuando los países firmaron el Acuerdo de París. “Las cosas van en la dirección equivocada”, afirma.
El panorama se registra pese a un prometedor aumento de la energía renovable. Tema clave en las conversaciones sobre el clima en la COP28. En ese contexto más de 100 países firmaron un llamado para triplicar la capacidad renovable en esta década. “La energía solar, los vehículos eléctricos, las baterías, todos están creciendo rápidamente, lo cual es fantástico. Pero es solo la mitad de la historia (…) La otra mitad es reducir las emisiones de combustibles fósiles. Y simplemente no estamos haciendo lo suficiente”, remarcó el experto.
“Se está volviendo cada vez más urgente. El tiempo entre ahora y 1,5 grados se está reduciendo enormemente. Para mantener la posibilidad de permanecer por debajo de 1,5 grados, o muy cerca de 1,5 grados, debemos actuar ahora”.
Pierre Friedlingstein, del Instituto de Sistemas Globales de la Universidad de Exeter