Durante el primer día en el que Perú exige pasaporte como requisito obligatorio para entrar a su territorio, cientos de venezolanos ingresaron sin este documento como aspirantes a refugiados y otros por razones humanitarias.
Enormes filas se podían observar en el puesto fronterizo peruano de Tumbes. Familias casi enteras, ancianos y mujeres embarazadas que cruzaron Ecuador y Colombia tramitaban su ingreso por razones humanitarias. Esta es una de las pocas alternativas disponibles para los venezolanos que tratan de huir de la crisis económica y humanitaria de su país.
Quienes portaban pasaporte cruzaban la frontera con normalidad. Los venezolanos sostienen que este documento es difícil de conseguir en su país. Las instituciones gubernamentales son ineficientes a la hora de expedirlos y se pueden obtener de manera informal si se realiza el pago de una suma importante de dólares.
«Hay cientos que han entrado con solicitud de refugiado. Es un procedimiento que está permitiendo el ingreso de personas a pesar de que a partir de ahora Perú exige pasaporte para ingresar”, dijo a Reuters el jefe de la oficina de la Defensoría del Pueblo en Tumbes, Abel Chiroque.
La otra alternativa es el ingreso por razones humanitarias, solo con cédula de identidad. Personas enfermas, ancianos y gestantes optan por esta modalidad. “Tenemos que velar por la acción humanitaria frente a la población vulnerable”, afirmó.
La oficina de migraciones de Perú dijo en un comunicado que el control del pasaporte fue sin incidencias. En algunos pocos casos, hubo excepciones a padres con menores de edad.
Por exceso de inmigrantes, Perú exige pasaporte
Debido al importante flujo de inmigrantes venezolanos producido en los últimos meses, de ahora en adelante Perú exige pasaporte en la frontera. Según el Gobierno, este documento es una necesidad para registrar y controlar a esta población, que se ha multiplicado por cuatro en tan solo ocho meses.
Según estadísticas del Gobierno, más de 400.000 venezolanos se encuentran en Perú. Esta cifra es cuatro veces más que la cantidad de inmigrantes a finales del año pasado. De ese grupo, 70.000 tienen el Permiso Temporal de Permanencia (PTP), documento que les permite trabajar legalmente en el país. Otros 100.000 iniciaron el procedimiento para gestionar este trámite.
Entre las reformas, ahora no solo Perú exige el pasaporte para ingresar, sino que redujo el marco para solicitar el PTP. Anteriormente se había anunciado que este documento se expediría para los venezolanos que llegaran hasta diciembre. No obstante, ahora los inmigrantes podrán postular para obtener este permiso solo si ingresaron antes del 31 de octubre.
Debido a estas políticas, el flujo de migrantes que atravesaban la frontera se redujo. Ecuador había tomado una medida similar con respecto al pasaporte, sin embargo una jueza lo dejó sin efecto. Por este motivo, se prevé que el número de venezolanos que recorren estos países incremente en los próximos días.
Un centro religioso en Tumbes ha acogido a unos 60 venezolanos en estas semanas debido a esta situación. Emmanuel Parra, de 24 años, contó que viajó por tierra durante 23 días junto a dos primos por Colombia y Ecuador para terminar en Perú.
“Lo más difícil fue el fuerte frío por Colombia. Lo hice por mi hija y vengo a trabajar en lo que sea”, dijo Parra. Este venezolano logró atravesar la frontera horas antes de que se oficializara la exigencia del pasaporte.
Los peligros del éxodo
Durante estos viajes ocurre la situación de que muchos adolescentes y niños viajes solos, o acompañados por personas que no son familiares directos. Como consecuencia, Chiroque advirtió que ha recibido denuncias de posibles casos de trata de personas.
«Tenemos, por ejemplo, siete niños que estaban viajando sin sus padre y que ahora están en un albergue estatal de Tumbes a la espera de solucionar su situación», dijo el funcionario.
El éxodo desde Venezuela empieza a ser comparado con la crisis de refugiados en el Mediterráneo. Así lo afirma la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Representantes de los gobiernos de Colombia, Ecuador y Perú se reunirán la próxima semana en Bogotá para buscar una respuesta ante esta situación.
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