Los crecientes costes de los permisos de emisión de Co2 (dióxido de carbono) han provocado que algunas de las mayores empresas europeas de energía de Europa cierren las compras por adelantado. Entre tanto, las empresas nucleares e hidroeléctricas se están beneficiando del efecto en los precios.
Los permisos de emisión de CO2 comercializados bajo el Sistema de Comercio de Emisiones (ETS) de la UE se han convertido en el producto de mejor evolución este año en el mercado de «commodities», casi triplicando su precio a más de 21 euros (25 dólares) por tonelada desde enero gracias a los precios más altos de la energía y las medidas para reducir la oferta.
El sistema ETS, que cobra a las plantas de energía y las fábricas por cada tonelada de dióxido de carbono que emiten, ha sufrido un exceso de oferta desde la crisis financiera que arrastró los precios a mínimos de 2-3 euros por tonelada.
Ahora, con los niveles más altos en 10 años, los precios más elevados del CO2 hacen que sea más caro para las energéticas europeas quemar combustibles fósiles; lo que fomenta un cambio hacia fuentes de energía más limpias.
Precios de los permisos de emisión de Co2 seguirán subiendo
Se espera que los precios sigan aumentando, según un sondeo de Reuters entre analistas el mes pasado.
Los participantes en el mercado pueden cubrir su exposición al aumento de los precios comprando suficientes permisos de dióxido de carbono cuando el precio es bajo para cubrir su producción futura de emisiones.
Si tienen un excedente, pueden venderlos nuevamente al mercado y obtener ganancias cuando el precio aumente. Si no tienen suficiente, tendrían que realizar compras adicionales a un precio más caro.
«La subida de los precios de los permisos de emisión de Co2 implica mayores costes para todas las empresas europeas, a menos que, por supuesto, tengas coberturas o acumulen permisos», dijo el consultor de energía francés Hibault Laconde.
Una de estas compañías es la alemana RWE, intensiva en el uso de carbón, que dijo que se había protegido de la volatilidad del precio de la energía mediante la venta de combustibles, en lugar de vender la producción de energía, y comprando de manera simultánea permisos de emisión de Co2.
«Nuestra posición en CO2 ya está cubierta desde el punto de vista financiero hasta finales de 2022. Y también hemos tomado medidas más allá de 2022», dijo el director financiero Markus Krebber durante la última conferencia con analistas para analizar los resultados.
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