Los altos precios del petróleo, que podrían alcanzar máximos en dos años y medio, son un desafío para las compañías y gobiernos comprometidos con las medidas ambientales fijadas para 2030. Es el caso de proyectos petrolíferos pequeños y tecnológicamente obsoletos de Canadá que, al margen de los grandes, están produciendo hasta 3 veces más emisiones por barril que el muy elevado promedio del sector.
En 2021, el precio del crudo ha ganado más de 45%, respaldado por recortes de suministro liderados por la OPEP y por un alivio de las restricciones por el coronavirus que impulsa la demanda.
Algunos ejecutivos de la industria petrolera prevén, incluso, una vuelta a los 100 dólares por barril, un nivel visto por última vez en 2014. Este poderoso indicador podría vulnerar los planes manifiestos de disminuir las exploraciones y explotaciones de combustibles fósiles.
Los proyectos de las arenas petrolíferas presentan un reto al objetivo de Canadá de reducir las emisiones en un 40-45% para 2030. Con los precios del petróleo en alza, los operadores apuntan a bombear desde las instalaciones existentes, incluidos los sitios más intensos en carbono.
El gobierno del primer ministro Justin Trudeau ha aumentado lentamente el precio por tonelada de dióxido de carbono equivalente (CO2e) de 40 a 170 dólares canadienses para 2030. Los costos crecientes pueden hacerlos antieconómicos, pero los productores buscarán beneficios a través de la recuperación de los precios del petróleo.
«Estos activos están volando por debajo del radar regulatorio y podrían hacerlo por un tiempo», dijo Andrew Logan, director senior de petróleo y gas del grupo asesor de accionistas Ceres.
Pequeños proyectos petrolíferos en Canadá
Estos pequeños proyectos petrolíferos en Canadá están bajo atención. El sitio Peace River del Canadian Natural Resources Ltd (CNRL) emite 0.197 toneladas de CO2e por barril. El más alto en las arenas petrolíferas, según datos del gobierno de Alberta de 2019. Peace River, que ha bombeado petróleo desde finales de la década de 1970, espera duplicar la producción a 5.000 barriles por día (bpd) en el cuarto trimestre.
«En el entorno de precios en el que estamos ahora, áreas como Peace River serían buenas propiedades operativas en términos de flujo de efectivo», afirmó a Reuters, el director de operaciones de CNRL, Scott Stauth. Y agregó que podría operar durante más décadas.
La compañía está probando tecnologías para utilizar menos vapor generador de emisiones para extraer petróleo en sitios más grandes. Una vez que se pruebe comercialmente, espera aplicar esa tecnología a Peace River, confió el directivo.
Las arenas petrolíferas de Athabasca, igualmente en Alberta, se encuentran lo suficientemente cerca de la superficie, lo que permite que puedan recoger en minas a cielo abierto. En cambio, los depósitos de Peace River se consideran demasiado profundos. Y se explotan in situ utilizando drenaje por gravedad asistido por vapor (SAGD) y Producción de crudo pesado en frío con arena (CHOPS).
En 2003, luego de un período de bajos precios, la cotización del crudo subió. Entonces las arenas petrolíferas del Peace River, se hicieron más viables. Los gastos de capital aumentaron entre 2006 y 2015, unos 125 mil millones de dólares en todos los proyectos de arenas petrolíferas. Esto redujo el desempleo a su nivel más bajo en la historia. El más bajo de las 10 provincias canadienses.
Altos precios del crudo presionan metas ambientales
El ministro de Medio Ambiente, Jonathan Wilkinson, se refirió a los proyectos petrolíferos en Canadá. Dijo que el gobierno ha abordado algunas preocupaciones sobre los sitios de alta intensidad. Como regulaciones más estrictas de metano y un estándar entrante para combustibles con bajo contenido de carbono.
Sin embrago, para los productores, el costo de reducir las emisiones es más alto que el precio actual del carbono. Y los costos operativos son bajos, por lo que vale la pena seguir operando los sitios, dijo Chris Severson-Baker, director regional de Alberta para el Instituto Pembina.
Greenfire Acquisition Corp posee la segunda instalación de mayor intensidad de carbono. Y está buscando duplicar la producción en Hangingstone en los próximos meses hasta 7.500 bpd, señaló el presidente ejecutivo Robert Logan.
Además, comentó que la intensidad de las emisiones en Hangingstone es alta debido a los arranques y paradas en la producción, que consumen más energía. Pero, sostuvo, que mantener las instalaciones en funcionamiento el mayor tiempo posible tiene sentido ambiental, ya que explorar y perforar nuevas propiedades genera emisiones adicionales.
Por otra parte, Cold Lake de Imperial Oil ha funcionado durante 45 años y es uno de los pocos sitios grandes con una intensidad de carbono relativamente alta. Produce 11.000 bpd con solventes para reducir el uso de vapor y planea agregar otros 15.000 bpd en los próximos años. Convirtiendo aproximadamente el 19% de su producción térmica total en una producción de menor emisión, confió el vicepresidente senior de upstream, Simon Younger.
Cenovus Energy posee dos sitios con alto contenido de carbono, Tucker y Sunrise. Planea reducir su dependencia del vapor, después de haberlos adquirido este año, dijo el presidente ejecutivo Alex Pourbaix. «La gente se va a sorprender gratamente de lo mucho que podemos mejorar el rendimiento de esas instalaciones», adicionó.
Un acuerdo para reducir emisiones
El 9 de junio, por iniciativa del gobierno, se fijaron unas estrategias comunes para esos proyectos petrolíferos de Canadá. Canadian Natural Resources, Cenovus Energy, Imperial, MEG Energy y Suncor Energy anunciaron los caminos de las arenas petrolíferas para la iniciativa cero neto.
Estas empresas operan aproximadamente el 90% de las arenas petrolíferas de Canadá. El objetivo de esta alianza única es trabajar colectivamente con el gobierno federal y el gobierno de Alberta. Para lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) de las arenas petrolíferas operaciones en 2050. Y contribuir con el país a cumplir sus objetivos climáticos, incluido el Acuerdo de París.
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