Las torrenciales lluvias en Afganistán durante las últimas 48 horas han causado 150 fallecidos. También alrededor de 200 damnificados por las inundaciones y aludes de tierra. Son los peores aguaceros en casi 90 años.
Mientras tanto, equipos de rescate siguen en la búsqueda de sobrevivientes entre los escombros de casas derrumbadas. «De acuerdo con las últimas cifras, murieron 150 personas en la ciudad de Charikar, al norte de Kabul. Otro centenar resultaron heridos, y cerca de 500 casas quedaron destruidas», informó el Ministerio de Gestión de Desastres.
Las lluvias que acompañan los vientos monzónicos de verano son estacionales en el sudeste de Asia. Pero esta vez han sido muy fuertes y han comprometido vidas y viviendas en algunas regiones del norte y del este, donde la infraestructura es muy precaria.
En Pakistán las fuertes lluvias también han colapsado algunas poblaciones. Se reportan más de 100 muertos y los servicios de salvamento hacen un esfuerzo por llegar a los barrios más pobres e inaccesibles de la ciudad. El bajo nivel de Karachi y su caótico sistema de alcantarillado dejó atrapadas a 2.000.000 de personas.
Torrenciales lluvias en Afganistán
Las repentinas inundaciones en Afganistán desde el martes en la madrugada cubrieron la ciudad de Charikar, en la provincia de Parwan. La riada comenzó mientras que la población dormía.
El Ministerio de Salud informó que el hospital del lugar estaba destruido parcialmente y que muchos heridos estaban siendo trasladados a la capital, Kabul.
Parwan presenta un aproximado de 102 fallecidos. Es la región que más ha sufrido el impacto del fenómeno climatológico. También murieron 19 personas en Kabul, 17 en el norte de Kapisa, 7 en el este de Wardak, 3 en el norte de Panjshir, 2 en el este de Nangarhar y 1 en el este de Paktia. Más de 200 personas más resultaron heridas.
Wahida Shahkar, portavoz del gobernador provincial de Parwan, señaló que se distribuyeron soldados y policías para ayudar a las personas a buscar a sus seres queridos tapados por el lodo.
Asimismo, en las provincias de Kapisa, Maidan Wardak, Panjshir, Nangarhar, Logar, Paktia, Paktika, Nuristán, Laghman y Jost las contundentes precipitaciones han causado inundaciones y deslaves.
«Los equipos de rescate han estado trabajando muy duro para encontrar y sacar los cadáveres bajo de las ruinas. El número de víctimas puede aumentar en las próximas horas», indicó el portavoz gubernamental.
Explicó que los daños a la propiedad «son muy fuertes» y con cientos de casas que han resultado dañadas o destruidas. Indicó que se está trabajando para «despejar y abrir las carreteras» lo antes posible.
En Pakistán continúan en emergencia
Fuertes lluvias han azotado regiones de Pakistán, incluyendo a la capital financiera de Karachi, durante cinco noches consecutivas. Esta situación ha ocasionado muertes e inundaciones en pueblos y aldeas.
Aproximadamente 76 centímetros de lluvia han caído en Karachi desde el domingo, cuando la temporada del monzón comenzó a impactar a la ciudad. El Gobierno usó botes para evacuar a las personas que estaban en calles inundadas.
Cables de luz derribados provocaron extensos apagones, lo que agravó la situación de gran parte de los 15 millones de habitantes de la ciudad. Algunos trabajadores se quedaron en sus oficinas y otros pasaron la noche al aire libre. No había transporte para llegar a casa en muchas partes de la ciudad.
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