Un destructor de la armada iraní y el gigante Makran, un antiguo petrolero convertido en base de operaciones especiales, surcan por primera vez el Atlántico. La particular incursión en estas aguas y su cargamento mantienen en expectativa al Pentágono que les hace seguimiento. Los medios estadounidenses han señalado podrían dirigirse a Venezuela en vista de la fuerte relación entre los dos regímenes autoritarios.
El buque de guerra Sahand y el Makran han recorrido más de 6.000 millas náuticas (cerca de 12.000 kilómetros). Partieron hace un mes del puerto de Bandar Abbas con destino impreciso.
Makran, de más de 70 metros de eslora, fue modificado y puesto en servicio este año. Funciona como plataforma para misiones de guerra electrónica y operaciones especiales. Autoridades iraníes han celebrado sus capacidades misilísticas. Afirman que el buque puede transportar hasta siete helicópteros, así como aviones no tripulados.
El Pentágono dijo «vigilado» el despliegue de dos buques de guerra iraníes cuyo destino final podría ser Venezuela. No comentó sobre el posible objetivo de Teherán.
«Estamos vigilando el despliegue de los dos buques», confirmó John Kirby, portavoz del Pentágono. Tras las insistentes preguntas de periodistas sobre la intención de esa misión iraní, indicó: «No voy a especular sobre lo que quieren intentar. Pero sí, lo vigilamos».
Los legisladores que reciben regularmente información sobre el asunto han presionado públicamente al gobierno de Biden para que disuada el curso de los barcos. «Esto no parece una entrega de carga de petróleo o combustible», escribió en Twitter el senador Marco Rubio.
«Esto tiene todas las marcas de la entrega en (sic) una venta de armas (como barcos de ataque rápido) a Venezuela. Junto con la oportunidad de proyectar un mensaje de fuerza al gobierno de Biden», señaló el vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado.
Pentágono rastrea barcos iraníes en el Atlántico
Desde el Pentágono y otras agencias de inteligencia dijeron que monitorean el curso de los barcos iraníes y evalúan las posibles intenciones. En el verano pasado, un informe generó alarma en los círculos de seguridad nacional de Washington. Se supo que Venezuela estaba considerando un nuevo pacto de armas con Irán que podría incluir misiles de largo alcance capaces de llegar a Estados Unidos.
El dictador Maduro bromeó diciendo que esa compra era una «buena idea», reseña la publicación Politico. Pero el gobierno de Trump advirtió a Caracas que lo abandonara y amenazó con eliminar cualquier misil que considerara una amenaza para su seguridad.
Ahora, a los funcionarios estadounidenses les preocupa que estos barcos iraníes trasladen las armas que Venezuela negociaba hace un año y el gobierno de Biden le advierte a Caracas que rechace la entrega. Ominosamente le transmite que Washington tomará las «medidas apropiadas» si fuera necesario.
«Estoy absolutamente preocupado por la proliferación de armas en nuestro vecindario, cualquier tipo de armas», dijo el secretario de Defensa Lloyd Austin, el primer miembro del gabinete de Biden que habla sobre el tema.
Barcos iraníes monitoreados por el Pentágono
Tanto Irán como Venezuela están sujetos a duras sanciones estadounidenses. Ambos son aliados y socios comerciales que se han ayudado para resistir las medidas. Aunque no está claro si los barcos llevan armas, las imágenes satelitales revelan que uno de ellos lleva el tipo de botes pequeños de ataque rápido, reseñó CNN. El mismo tipo de los que Irán utiliza para acosar los barcos estadounidense en el golfo Pérsico.
Y si los barcos iraníes acceden al Atlántico, los analistas dicen que sería un importante paso adelante. La armada iraní lo ha intentado, pero no ha podido.
En adición, la marina venezolana podría tener varios usos potenciales para los barcos de misiles iraníes, sugiere James Stavridis, exjefe del Comando Sur. “La más obvia sería hostigar a los buques de guerra colombianos, que a menudo operan en las aguas del sur del Caribe. Las dos naciones están involucradas en varias disputas territoriales, y Colombia ha intentado proporcionar ayuda alimentaria a la oposición de Maduro”, escribió en un análisis para Bloomberg.
Otra opción es que los venezolanos utilicen los barcos iraníes para proteger y escoltar a los buques mercantes que violen las sanciones, o estén involucrados en el narcotráfico, señala el experto. Después de que Estados Unidos confiscó más de un millón de barriles de crudo de petroleros iraníes con destino a Venezuela en agosto, parece que el régimen de Maduro llegó a la conclusión de que necesitaba un esquema más sólido para proteger a los buques que entran y salen de sus puertos.
Irán dice que protege sus recursos e intereses
El subjefe del Ejército de Coordinación de Irán, contralmirante Habibollah Sayyari, se refirió a la misión de los dos barcos iraníes que mantienen en alerta al Pentágono.
«La flota naval iraní, que comprende el destructor Sahand y el barco Makran ha zarpado rumbo al océano Atlántico, por primera vez, sin amarre en puertos de otros países. Esta poderosa presencia indica la capacidad naval y la autoridad de la República Islámica de Irán», publicó la agencia oficial iraní Mehr News.
La presencia de las flotas navales iraníes en alta mar “se realiza dentro del derecho marítimo internacional. La misión de la marina estratégica de Irán es defender las fronteras marítimas. Y proteger los recursos e intereses del país en los mares”, agregó.
El militar indicó que “la presencia de los buques en aguas internacionales es un derecho inalienable de la Armada del Ejército de la República Islámica de Irán. Seguiremos este camino con autoridad”.
Comercio y formación cruel a militares venezolanos
En los últimos años, el régimen de Teherán se ha consolidado como uno de los principales apoyos de la dictadura chavista. Además de uno de sus mayores socios comerciales en los sectores del combustible, la salud y alimentos. De esto está al tanto el Pentágono, que sigue el curso de esos dos barcos de guerra iraníes en el Atlántico.
La alianza entre Venezuela e Irán nació con Hugo Chávez, durante la Cumbre de Jefes de Estado de la Opep, celebrada en Caracas en el año 2000. Desde entonces y hasta poco antes de su muerte se firmaron cientos de acuerdos bilaterales que abarcaban los sectores petroleros, químicos, inmobiliarios, automotriz y armamentismo
Durante el régimen de Maduro la relación se ha intensificado. La directora ejecutiva del Instituto Casla, Tamara Suju, denunció a inicios de 2021, que oficiales iraníes y cubanos están formando a militares en Venezuela «para controlar a la sociedad venezolana». Suju presentó un informe ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea en el que denuncia que «oficiales iraníes trabajan en la Escuela de Operaciones Psicológicas, en Fuerte Tiuna, la sede del poder militar venezolano».
Sujú detalló que el curso tiene como objetivo que los oficiales aprendan a manipular a las personas a través de la propaganda política, además de terapias de choque, manipulación y adiestramiento en comunicaciones. Descargas eléctricas en senos y genitales, ahogamientos con agua sucia, martillazos en las uñas, asfixia con bolsa plásticas con heces fecales, plantones en celdas estrechas sin luz natural y con aire viciado son algunas de las torturas, referidas por Suj, que reciben los opositores de Maduro detenidos.
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