Por Cambio16
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha decidido apartar de las filas socialistas al líder de los socialistas madrileños y candidato a las elecciones autonómicas, Tomás Gómez, y nombrar una gestora para el PSM. Por su parte, Gómez ha respondido que no acatará esa decisión y ha desafiado a Sánchez: «Esto no se ha acabado, probablemente, no ha hecho más que empezar». Gómez ha asegurado que si no rectifica acudirá a los tribunales. Pero, ¿qué ha sucedido para que a unos meses de los comicios se tome esta decisión? ¿por qué ahora?
Detrás de la expulsión de Tomás Gómez estaría la investigación abierta por el sobrecoste, de 41 millones de euros, de la obra del tranvía de Parla, localidad madrileña de la que fue alcalde entre 1999 y 2008. Sánchez habría decidido cortar por lo sano antes de enfrentarse a un escándalo en plenas elecciones que podría pasarle factura a sus aspiraciones presidenciales y a las opciones del PSOE en Madrid.
Durante la últimas semanas, se había puesto en entredicho la candidatura de Gómez, por las posibles consecuencias judiciales de mencionada investigación. Ayer mismo, el propio Gómez aseguró que emprendería acciones legales contra aquellos que siguieran «difamando» a su partido en relación al sobrecoste del tranvía. El hasta ahora secretario general del PSM aseguró en ese momento que los socialistas estaban «bastante cansados» de la polémica en torno al sobrecoste de la infraestructura y dejó claro que en «ningún ámbito» del PSOE existía preocupación sobre este asunto porque «no hay ningún fundamento para ninguna preocupación».
Por contra, la Ejecutiva que dirige Pedro Sánchez ha dejado claro este miércoles responsabiliza a Gómez de haber provocado un «deterioro grave» de la imagen pública del partido, por asuntos como el sobrecoste del tranvía, la operación Púnica o los problemas internos del PSOE en localidades como Leganés, Parla o Aranjuez. Asimismo, le culpa de generar «inestabilidad orgánica». «Razones suficientes y de peso», a juicio de la dirección socialista, que, pese a «no dudar» de la honorabilidad de Tomás Gómez, ha optado por apartarlo.
Una decisión irrevocable aunque el hasta ahora líder del PSM decida no aceptarla, porque, como ha subrayadoel secretario de Organización socialista, César Luena, «las resoluciones de la Ejecutiva se cumplen y se hacen cumplir».
La gestora
La gestora funcionará seis meses, durante los cuales ejercerá las funciones de la dirección del PSM, a la vez que preparará el Congreso para elegir a la dirección del partido. Será presidida por el diputado Rafael Simancas, según ha informado César Luena.
Será ahora la Comisión Federal de listas la que decida cómo se resuelve la candidatura del PSOE para la comunidad de Madrid, tras el cese de Gómez, y si da tiempo a convocar nuevas primarias.
Para liderar la candidatura socialista ya suenan el exministro de Educación Ángel Gabilondo, el propio Simancas o el diputado autonómico José Cepeda.
Tomás Gómez declara la guerra a Sánchez
El hasta hoy secretario general del PSM ha acusado al líder del PSOE de destituirle para «fortalecer su débil liderazgo interno», un «error inmenso» que le ha exigido que rectifique porque, de lo contrario, lejos de haber acabado este asunto «no ha hecho más que empezar».
Gómez ha explicado en rueda de prensa que él no está «en rebeldía», sino la dirección del PSOE que le ha destituido «sin cumplir las normas y los estatutos» del partido, por lo que ha anunciado que peleará contra esta decisión en los órganos internos del PSOE e incluso en los tribunales «si es necesario».
También ha dicho que defenderá su «honorabilidad» de los ataques «injustos» que ha sufrido, en particular por las acusaciones del sobrecoste del tranvía de Parla, aunque ha descartado que la decisión de Pedro Sánchez tenga que ver con una posible imputación en esta causa. «No estoy investigado. No se ha pedido nunca mi imputación. Es imposible», ha enfatizado.
Gómez ha detallado que conoció su destitución por la prensa, una «sorpresa» que se ha confirmado al recibir una llamada de Pedro Sánchez en la que el líder del PSOE le ha pedido que diera un paso atrás y dejara de ser candidato, a lo que él se ha negado.
Críticas internas a la decisión
Las primeras críticas a la decisión de Pedro Sánchez han sido las de la número 3 del PSM, Maru Menéndez, quien la ha tachado de «autoritaria», «irregular» y «sin precedentes».
Tampoco ha gustado la decisión a dirigentes socialistas ajenos al PSM como el expresidente de Castilla-La Mancha José María Barreda o el exalcalde de San Sebastián Odón Elorza, mientras que la presidenta andaluza, Susana Díaz, ha optado por no pronunciarse sobre un asunto que ha dicho desconocer.
La oposición
Mientras, desde el PP, su portavoz del Comité de Campaña, Pablo Casado, ha instado a Pedro Sánchez a que tenga la misma vara de medir con Andalucía -en referencia al caso de los ERE- que la que ha mostrado con el PSM dando «un golpe de mano» y apartando a Gómez. Y ha añadido que el líder socialista «no está queriendo» intervenir en la comunidad que preside Susana Díaz «quizá por la debilidad interna que tienen los socialistas».