Políticas y voluntades parecieran torcer el uso y abuso de los plásticos de usar y tirar. Pero, el reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos desdice de esa lucha bandera por el saneamiento ambiental. La OCDE alerta que hacia el año 2060 la cantidad de residuos plásticos generados en el globo se triplicará.
El anuncio, de alta perplejidad, lejos de dibujar un mundo más libre de plásticos, lo percibe más ahogado y asfixiado. Indica que la producción anual de plásticos a partir de combustibles fósiles superará los 1.200 millones de toneladas para 2060. Y los desechos superarán los 1.000 millones de toneladas para esa fecha.
Incluso con una acción agresiva para reducir la demanda y mejorar la eficiencia, la producción de plástico casi se duplicaría en menos de 40 años. Sin embargo, estas políticas coordinadas a nivel mundial podrían aumentar enormemente la proporción de residuos plásticos que se reciclen en el futuro, del 12 al 40%.
Existe una creciente alarma internacional sobre el volumen y la omnipresencia de la contaminación por plásticos y su impacto. Se infiltran en las regiones más remotas y prístinas del planeta. Se han descubierto microplásticos dentro de los peces en los rincones más profundos del océano y encerrados dentro del hielo del Ártico. Se estima que los escombros causan la muerte de más de un millón de aves marinas y más de 100.000 mamíferos marinos cada año. Estos volúmenes de plásticos prácticamente se triplicarán debido al crecimiento demográfico y al aumento de los ingresos.
“La contaminación plástica es uno de los grandes desafíos ambientales del siglo XXI. Causa daños de gran alcance a los ecosistemas y la salud humana”, dijo el jefe de la OCDE, Mathias Cormann.
Cifras sobre los residuos de plásticos que maneja OCDE
Desde la década de 1950, se han producido aproximadamente 8.300 millones de toneladas de plástico. Y más del 60% se arrojó a vertederos, se quemó o se lanzó directamente a ríos y océanos.
En 2019 se utilizaron unos 460 millones de toneladas de plástico, el doble que 20 años atrás. La cantidad de desechos plásticos también casi se ha duplicado. Superó los 350 millones de toneladas, con menos del 10% reciclado.
Asimismo, el informe prevé que de no poner en marcha políticas públicas nuevas y audaces, el consumo mundial de plástico aumentará. Al pasar de 460 millones de toneladas (Mt) en 2019, a 1.231 Mt en 2060, lo que representa un incremento más rápido que el de la mayoría de las materias primas. Lastimosamente, el crecimiento más veloz se registrará en las naciones en desarrollo y emergentes de África y Asia.
No obstante, los países miembros de la OCDE seguirán produciendo muchos más residuos plásticos por persona (238 kg al año de media) en 2060 que los países no pertenecientes a la organización (77 kg).
En el ámbito mundial, las filtraciones de plástico en el medio ambiente se duplicarán hasta sumar 44 Mt al año. En tanto que la acumulación de plástico en lagos, ríos y océanos se triplicará con creces. Al dispararse de 353 Mt de residuos plásticos en 2019 a 1.014 Mt en 2060.
La mayor parte de la contaminación emana de los residuos de mayor tamaño, conocidos como macroplásticos. Pero las filtraciones de los microplásticos (polímeros sintéticos de menos de 5 mm de diámetro) provenientes de artículos como los gránulos de plástico industriales, los textiles y el desgaste de los neumáticos son motivo de grave preocupación.
Alternativas para mitigar los daños ambientales
La OCDE estima que la proporción de residuos de plásticos que se recicla con éxito se incrementará a 17% en 2060, en comparación con el 9% de 2019. Por su parte, la incineración y el relleno sanitario seguirán representando alrededor del 20% y el 50% de los residuos de plástico, respectivamente.
El porcentaje de plástico que no se sujeta a los sistemas de gestión de residuos –que acaba en vertederos no controlados, se quema en fosas abiertas o se filtra en el suelo o en entornos acuáticos– disminuirá del 22% al 15%.
En el “Global Plastics Outlook: Policy Scenarios to 2060” se analizan dos posibles escenarios. En el primero, uno de acción regional que consiste en combinar políticas fiscales y regulatorias principalmente en los países de la OCDE. Esto podría reducir los residuos plásticos en casi una quinta parte y en bajar a más de la mitad las filtraciones de plástico en el medio ambiente, sin causar un impacto sustancial en el PIB mundial, el cual sería 0,3% menor en 2060.
En el segundo escenario, una acción global que contempla aplicar políticas más estrictas en todo el mundo. Con ello, se podrían disminuirse los residuos plásticos en una tercera parte y eliminarse casi por completo las filtraciones de plástico en el medio ambiente. Con una disminución estimada de 0,8% del PIB mundial.
«Esfuerzos globales coordinados y ambiciosos casi pueden eliminar la contaminación plástica para 2060», dice el documento. También podría reducir la cantidad proyectada de gases de efecto invernadero que calientan el planeta.
Actualmente, el ciclo de vida completo de los plásticos primarios, desde la producción hasta la desintegración, aporta alrededor de 2.000 millones de toneladas de CO2 o su equivalente en otros gases. Cerca del 3% de la contaminación por carbono causada por el hombre.