Por Miguel Ángel Artola
05/03/2017
“Nuestro afán se llama unidad para volver a juntar a todos los socialistas detrás de un mismo proyecto compartido” afirmaba Patxi López en su discurso ante los militantes de Gipuzkoa, en uno de los pocos encuentros multitudinarios que ha convocado desde que anunciara su candidatura a la secretaría general del PSOE.
Lo repetía durante su intervención y también a preguntas de los medios en la entrada al Hotel Costa Vasca de San Sebastián, al insistir que en las elecciones internas para elegir al nuevo líder socialista “habrá un sobre con el nombre de Patxi López”. Y ponía así punto y final a las especulaciones sobre un posible acercamiento a Pedro Sánchez, a las que daba alas el llamamiento del diputado por Gipuzkoa, Odón Elorza, durante un acto con la militancia en Palma.
López cerraba una semana complicada jugando en casa, con sus compañeros del PSE-EE, consciente de que las cartas que tiene para poder jugar en el proceso de primarias no son todo lo buenas que desearía. Y es que la posibilidad de que las terceras vías prosperen en un más que predecible escenario de confrontación entre Sánchez y Susana parece una actitud casi quijotesca.
López espera que sus partidarios entiendan que aunque su apuesta parezca difícil, merece la pena el esfuerzo para una vez termiando el proceso de primarias y elegido un nuevo liderazgo “recuperar las lealtades rotas, respetar la diversidad interna y acordar un proyecto de futuro”. Porque para López lo que está en juego no es la secretaría general sino algo más, la “unidad” perdida de la organización.
Preparar el día después de las primarias
Pedro Sánchez y Susana Díaz siguen apostando por grandes eventos con la militancia para demostrar su poder de convocatoria. Tanto desde la plataforma de Sánchez como desde el sector afín a la presidenta de Andalucía se esfuerzan en hacer llamamientos a la reconciliación interna mientras siguen jugando su particular pulso por el poder.
Nadie puede creer a estas alturas de su radiada historia de desencuentros que el que gane la carrera por la secretaría general tendrá como principal misión integrar al perdedor en su nuevo equipo de trabajo. La política de tierra quemada volverá a sumir a los socialistas en un mar de contradicciones internas a las que los partidarios de López pretenden poner coto.
Si la victoria del exlehendakari parece poco problable, al menos un buen resultado permitiría a López y a sus partidarios tener un espacio preferente en la dirección del nuevo PSOE y servir de puente para el bando perdedor. No es una necesidad menor, por eso tanto susanistas como pablistas evitan y evitarán el cuerpo a cuerpo con Patxi López durante la contienda.
Entre rumores de deserciones
La dirección de los socialistas vascos es el principal apoyo de Patxi López, la única a prueba de titulares y de deserciones calculadas. Al menos en su casa el lehendakari espera ganar las primarias sin oposición, aunque preocupan los pasos a dar por Odón Elorza en apoyo de Pedro Sánchez.
Poco parece poder rascar el vasco en tierras de Andalucía. Y Cataluña tampoco es un terreno muy propicio, máxime tras el anuncio de la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Nuria Parlón, de volcarse a favor de Sánchez y con el máximo líder del PSC, Miquel Iceta, fuera de juego tras el pacto de neutralidad con Susana Díaz para evitar que la andaluza abogase por el divorcio final entre el PSOE y sus compañeros catalanes.
Contar con Óscar López tampoco parece ser el revulsivo que la candidatura de López esperaba lograr entre los socialistas de Castilla y León. En Baleares a pesar de contar con el apoyo de la presidenta de las islas, Francina Amergol, la militancia parece sostener sus preferencias por Sánchez y traslada a los dirigentes un cierto miedo escénico a perder también su apoyo si apuestan por el candidato equivocado.
En Madrid su equipo de confianza pilota en las manos de Rafael Simancas y sobre todo de Sara Hernández. Al primero ya se le cita como potencial desertor mientras que la secretaria general del PSOE en Madrid y alcaldesa de Getafe sigue fiel a Patxi López hasta convertir la localidad en su principal feudo. Allí esperan al vasco el próximo domingo para organizar en el polideportivo Juan de la Cierva el que será su primer gran acto de campaña. Durante el mitin Patxi López presentará las más de 100 medidas concretas que recoge su programa para liderar el PSOE.
López no tira la toalla a pesar de ser consciente de los retos. Comenzar el primero pudo ser una buena estrategia, máxime si buscaba que Sánchez terminase por no presentarse. Ahora sólo le queda apelar a la unidad y hacer valer su tercera vía en un más que predecible enfrentamiento a cara de perro entre Pedro y Susana.