Una empresa de Alicante patentó una mascarilla sin filtro que puede eliminar virus, entre ellos, el de la COVID-19, mientras se respira. Esto, por una cortina láser UVC. El artículo, que lleva por nombre Flat Tube Energy, también podría terminar con la contaminación a causa de las mascarillas desechables durante estos meses de pandemia, indicó la empresa que lo patentó, de acuerdo con Europa Press.
La mascarilla se hizo gracias a dos start-ups especializadas en I+D, de la Universidad Miguel Hernández de Elche, y el Fondo de Emprendedores, de Repsol. Se basa en la tecnología ultravioleta de baja frecuencia, que emiten diodos láseres dirigidos. Este método haría que en una cámara confinada y laberíntica se pudiera destruir el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19. También permitiría que se eliminaran otros patógenos.
Usa una batería con diez horas de autonomía que se recarga como un teléfono móvil. La empresa informó que el costo de producción fue bajo y que se hizo con impresión 3D. Además, no necesitó de abastecimiento del extranjero.
La mascarilla también se basa en la técnica que creó David. J. Brenner, quien director del Centro de Investigación Radiológica del Centro Médico de la Universidad de Columbia.
Brenner señaló que la luz UVC lejana que usa no daña la vista ni la piel. Sin embargo, se dice que las personas que se exponen mucho a los rayos UV de los que provienen del sol y de tanto las lámparas como las camas bronceadoras pueden tener cáncer de piel.
“En su principal estudio concluye que la luz UVC lejana tiene un rango muy limitado y no puede penetrar a través de la capa externa de células muertas de la piel humana o la piel de lágrimas en el ojo. Por tanto, no es un peligro para la salud humana”, afirmó.
Se dijo que el uso de la luz ultravioleta lejana en la mascarilla puede no solo proteger contra la COVID-19, sino también contra las epidemias de gripe estacional. Con esto podría ayudar a evitar la propagación de pandemias relacionadas con esta y otras enfermedades.
Una investigación con la UVC que viene desde hace tiempo
En 2018, Brenner y colegas publicaron un artículo que decía que podían terminar con el virus de la gripe (no el virus de la COVID-19, que surgió a finales de 2019) en el aire. Luego, en mayo de este año, The Spirit publicó que el invento de Brenner era el producto de la modernización de las técnicas de luz ultravioleta que se han usado durante 100 años para desinfectar hospitales y otros sitios.
En vista de que en mayo seguía el confinamiento, pero que, a la vez, se debía asegurar el que los sitios públicos estuviesen libres de virus cuando mucha gente se concentrara ahí, por ejemplo, en el transporte público o en el mismo trabajo, estaban buscando la manera de desinfectar continuamente el aire y de disminuir el riesgo de transmisión viral de persona a persona, tal como es en el caso de la COVID-19.
Brenner señaló que su versión de luz ultravioleta, de nombre Far UVC, no afecta la salud ni la seguridad de las personas. Su luz, se afirmó, es de onda más corta, que aún puede eliminar bacterias y virus, pero que no penetra en las capas superiores de la piel ni en la capa acuosa de los ojos.
“No puede llegar a las células humanas vivas en la piel ni en los ojos”, afirmaron Brenner y tres colegas que publicaron un artículo relacionado en la revista Nature Research en mayo. “Debido a que los virus (y las bacterias son muy pequeños, la luz ultravioleta lejana todavía puede penetrar y matarlos. Por tanto, la luz UVC lejana tiene aproximadamente las mismas propiedades germicidas, muy efectivas, que la luz ultravioleta, pero sin riesgos para la salud humana”.
Más de 30.000.000 de casos por COVID-19
Para este 21 de septiembre hay 30.949.804 casos confirmados y 959.116 fallecimientos en todo el mundo por la COVID-19, informó la Organización Mundial de la Salud.
Estados Unidos, la India y Brasil siguen siendo los tres primeros países con más casos desde hace varios días. España, que antes era uno de los primeros, ahora es el noveno país. Tiene 640.040 casos confirmados y 30.495 muertes.
Las Américas siguen comprendiendo la mayor cantidad de casos con 15.580.622 casos confirmados y 530.373 fallecimientos.
La COVID-19 surgió en Wuhan, China, a finales de 2019 y fue declarada como pandemia por la OMS en el mes de marzo. Una de las medidas de seguridad para evitar más contagios es el uso de la mascarilla. Igualmente, el distanciamiento social y la cuarentena.
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