La crisis climática no ha desaparecido con la COVID-19, explica Pascal Canfin, eurodiputado del grupo liberal Renovar Europa, presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo e impulsor de la Alianza Europea para una Recuperación Verde.
La crisis económica y social por el coronavirus siembra dudas sobre el futuro del Pacto Verde Europeo, el proyecto más ambicioso de la Comisión Europea. “Por lo tanto, debemos matar dos pájaros de un tiro. Es decir, relanzar la economía europea porque es importante desde el punto de vista del empleo, y hacerlo apoyando prioritariamente los sectores que pueden brindar soluciones a la crisis climática”.
¿Se ha dicho que con la pandemia el “planeta ha respirado”, pero el virus no hará desaparecer el cambio climático ni la degradación de la naturaleza?
Sin duda. La crisis climática no desaparecerá a causa del coronavirus. Todas nuestras fuentes energéticas están enfocadas en abordar la emergencia por la pandemia, como debería ser. Pero ahora que estamos trabajando en los planes de recuperación, no podemos permitirnos retrasar la agenda climática. Tenemos que matar dos pájaros de un tiro y usar los planes de recuperación para reconstruir la economía y avanzar con la transición verde.
¿Destruir la naturaleza pone en riesgo la salud y la economía?
Existe una relación directa entre nuestra actitud hacia la biodiversidad y la propagación de virus como el coronavirus: destruimos el hábitat natural de los animales, forzándolos, así, a acercarse a nuestros hábitats, y a la vez continuamos el comercio ilegal de especies protegidas. Al forzar a estos animales –que a menudo son portadores silenciosos– a interactuar con nuestros hábitats, ponemos en riesgo nuestra salud. Y cuando ponemos nuestra salud en riesgo, la economía sufre. Por eso, lucho por una mayor protección de la biodiversidad y un marco legal más estricto para proteger a la naturaleza, a nuestros animales y, al hacerlo, protegernos a nosotros mismos.
“Tenemos que matar dos pájaros de un tiro y usar los planes de recuperación para reconstruir la economía y avanzar con la transición verde”
¿La COVID-19 ha contribuido a dar mayor importancia a la agenda de sostenibilidad europea?
La crisis de la COVID-19 ha evidenciado que no somos tan resistentes como pensamos y que nos urge construir un futuro más resistente y, por ende, más sostenible. Nuestras sociedades son más frágiles de lo que pensamos. Creo que esto es algo que nos ha golpeado a todos. Ha habido un cambio de mentalidad que indica que la recuperación no puede suceder sin prepararnos para un futuro más verde y sostenible. Ursula von der Leyen, Frans Timmermans, Emmanuel Macron y Angela Merkel, entre muchos otros líderes, han confirmado su voluntad de que el Pacto Verde sea el centro de la recuperación económica de la Unión Europea. Los 300 firmantes de la Alianza Europea para una Recuperación Verde –fundada por mí– incluyen ministros, europarlamentarios, CEO, innovadores…, quienes también han expresado su voluntad de impulsar la agenda verde. Se aprecia un cambio definitivo en la necesidad urgente por una Europa sostenible.
La Alianza Europea para la Recuperación Verde insta a “trabajar juntos, compartir conocimientos, intercambiar experiencias y crear sinergias”. ¿Cómo se va a avanzar en estos objetivos si los Estados miembros de la Unión ni siquiera se ponen de acuerdo para determinar cómo se va a salir de la crisis económica?
¿Qué hemos aprendido de la pandemia que hará que el mundo después de la COVID-19 sea distinto?
Si algo hemos aprendido de la crisis de la COVID-19 es que somos mucho más vulnerables de lo que pensábamos. Nuestras sociedades son más ricas y con más avances tecnológicos que nunca, y aun así nos ha paralizado algo tan arcaico como un virus. Podemos creer que somos fuertes y poderosos, pero somos un coloso con pies de arcilla. Tenemos que reconstruir e impulsar una Europa más fuerte para estar listos para la próxima crisis.
¿Es posible que tras la desescalada y la vuelta a la normalidad el modelo económico de producción y consumo vuelva a cometer los mismos errores que nos han situado al borde del colapso medioambiental?
Todo es posible, pero lo que está claro es que ya no tenemos tiempo para repetir los mismos errores. En 2009, luego de la crisis financiera, reinvertimos en la economía y dejamos la crisis ambiental “para después”. Perdimos una década. Hoy no nos podemos permitir hacer lo mismo. El tiempo de actuar es ahora, y por eso debemos tomar la oportunidad de que los planes de recuperación y grandes reinversiones en la economía europea puedan adaptar nuestros modelos económicos al Pacto Verde y a los objetivos de neutralidad climática.
¿Contribuirá el Pacto Verde a la construcción de un mundo nuevo, como refleja la portada del último número de Cambio16?
El Pacto Verde es un plan de inversión creado para construir una Europa más fuerte y sostenible que contempla la creación de empleos e inversiones. Si logramos usar el Pacto Verde como motor para la recuperación económica, nos pondrá en la senda hacia una Europa que alcance la neutralidad climática en 2050. Un mundo en el que no producimos más emisiones que las que acumulan nuestros campos, océanos y bosques, ciertamente será un nuevo mundo, uno que será imposible lograr sin una trayectoria clara facilitada por el Pacto Verde.
¿Cuáles son los principales obstáculos para que se implante la economía circular?
Implementar una economía circular sostenible que funcione significará cambiar nuestro sistema de producción y hábitos por completo. Por ejemplo, nuestro objetivo de que todos los envases de plástico sean reciclables significa que todos los productores de plástico deberán vender plástico reciclable y económicamente viable en un determinado periodo de tiempo. A corto plazo, uno de los principales obstáculos que veo es la fuerte caída de los precios del petróleo debido a la crisis del coronavirus, lo cual no fomenta conductas más virtuosas en cuanto a los recursos y reduce significativamente la relativa rentabilidad del reciclaje. Es un obstáculo momentáneo, pero tendremos que ver las consecuencias que pueda tener a largo plazo.
La Alianza Europea para la Recuperación Verde insta a “trabajar
juntos, compartir conocimientos, intercambiar experiencias
y crear sinergias”. ¿Cómo se va a avanzar en estos
objetivos si los Estados miembros de la Unión ni siquiera se
ponen de acuerdo para determinar cómo se va a salir de la
crisis económica?
Los Estados de la Unión han acordado desembolsar 500.000 millones de euros por concepto de ayudas económicas para los países más afectados por el coronavirus. A principios de abril, los ministros de Finanzas de la eurozona acordaron aumentar la capacidad de inversión del Banco Europeo de Inversiones por 200.000 millones de euros para préstamos a empresas, así como acordaron también activar el Mecanismo Europeo de Estabilidad, el cual ofrecerá 240.000 millones de euros en líneas de crédito para gobiernos de la Unión.
También acordaron activar temporalmente el Programa SURE, para ayudar a empresas y prevenir que empleados e independientes pierdan sus empleos e ingresos. Angela Merkel y Emmanuel Macron lanzaron una iniciativa que consiste en un fondo de recuperación que ofrecerá subsidios a los países y regiones más afectados por la crisis del coronavirus. Es un gran paso para Europa y una gran muestra de solidaridad europea. Estos anuncios estuvieron acompañados de una confirmación de que los planes de recuperación estarán en consonancia con las ambiciones europeas de lograr la neutralidad climática para 2050. Estamos avanzando en términos de economía y medioambiente. Debemos seguir avanzando en esta dirección y trabajando duro en pro de nuestros objetivos, pero la voluntad política está.
¿Ha reabierto esta crisis la brecha norte-sur si es que alguna vez estuvo cerrada?
Uno de los riesgos de esta crisis es que se abra aún más la brecha entre el norte y el sur. Por ejemplo, la mitad de las ayudas estatales ya anunciadas vienen de Alemania, uno de los Estados miembros que no se ha visto tan golpeado por esta crisis. Existe el riesgo de un aumento diferencial de la competitividad. Por esto Francia y el Parlamento Europeo luchan arduamente por instrumentos de solidaridad como el fondo de recuperación, apoyado por una gran mayoría del Parlamento, Francia y Alemania. España ha abogado por la creación de una deuda común, y nunca hemos estado tan listos para hacerlo realidad.
“Existe una relación directa entre nuestra actitud hacia la biodiversidad y la propagación de virus como el coronavirus: destruimos el hábitat natural de los animales, forzándolos, así, a acercarse a nuestros hábitats, y a la vez continuamos el comercio ilegal de especies protegidas. Al forzar a estos animales –que a menudo son portadores silenciosos– a interactuar con nuestros hábitats, ponemos en riesgo nuestra salud. Y cuando ponemos nuestra salud en riesgo, la economía sufre”.
La UE ha asignado un trillón de euros para el Pacto Verde durante la próxima década. Cambio16 ha propuesto que los fondos de rescate extraordinarios que se van a librar para la pandemia contribuyan a la recuperación social y económica, a los objetivos previstos en el propio Pacto Verde, como la neutralidad climática o la innovación empresarial y a una transición integradora. ¿Lo ve posible?
Creo que es posible, y por esto es por lo que trabajo todos los días, junto a los firmantes de la Alianza Europea por la Recuperación Verde, pero también junto a los gobiernos nacionales y a la Comisión Europea. Avanzar en la transición verde con la ayuda de planes de recuperación en línea con la neutralidad climática y el Pacto Verde es el enfoque principal de mi trabajo hoy en día y a lo que le dedico la mayor parte de mi energía. Y también creo que es posible porque, como dije anteriormente, ya hemos visto un cambio de paradigma hacia el Pacto Verde como el motor de nuestra recuperación y el corazón del mundo pos-COVID-19. Ahora solo tenemos que seguir trabajando para asegurar su implementación.
¿A qué se refiere el manifiesto por la recuperación verde cuando afirma que no se ganará la batalla contra la COVID-19 sin una respuesta económica sólida, la misma que necesita el medio ambiente: “dos batallas que deben librarse y ganarse al mismo tiempo”?
Significa que tenemos que aprovechar la oportunidad que tenemos ante nosotros. Para abordar las consecuencias de la crisis del coronavirus tendremos que reinvertir en la economía. Estas reinversiones se harán mayormente en sectores con impacto ambiental, como infraestructura, movilidad, automóviles… Por lo tanto, debemos asegurarnos de luchar y ganar las dos batallas a la vez. Reactivar la economía, poner a Europa en marcha después del coronavirus y al mismo tiempo ganar la batalla contra el cambio climático al poner a la Europa pos-COVID-19 en la senda hacia la neutralidad climática en 2050. Comparado con hace 10 años, hoy en día las soluciones y tecnologías son menos costosas y están disponibles. Los paneles solares son siete veces más baratos que hace 10 años. La eólica es tres veces más barata. El fundamento económico de elegir una recuperación verde, en lugar de una basada en combustibles fósiles, es mucho más fuerte que hace 10 años.
La Alianza suma numerosos apoyos, entre ellos, los de grandes bancos y multinacionales europeos. ¿No se estará utilizando el manifiesto como lavado de cara o marketing para las empresas?
La Alianza hoy en día cuenta con 300 firmantes, dos de las principales compañías de seguro de Europa, tres de los bancos más importantes en Francia y España y fondos de inversión de diez naciones europeas. Los firmantes también incluyen más de 100 CEO de varios sectores y 12 ministros de 25 países, incluyendo a la ministra española Teresa Ribera, y también Santander, BBVA e Iberdrola.
La idea de la Alianza es que todos los firmantes se comprometan personalmente a trabajar en planes de recuperación verde. Me sorprendió agradablemente comprobar el nivel de apoyo que hemos recibido. El escenario económico está compuesto por compañías que han apostado por las finanzas verdes y han invertido en la transición verde, por lo que necesitan que estas funcionen en pro de sus negocios. Algunos firmantes ya tienen ideas en cuanto a cómo avanzar hacia la transición verde en sus sectores o compañías. Veo a la Alianza, y también a todos los actores en la lucha contra el cambio climático, como una orquesta. Ya sea el cantante principal, el piano o el violín, o hasta el triángulo, todos tienen un papel que desempeñar.
Los firmantes respaldan el Pacto Verde de la Comisión Europea. ¿Qué supone para el transporte, la energía o la agricultura, por citar tres sectores importantes?
Todos estos sectores con un fuerte impacto climático, pero también sectores como la movilidad e infraestructura, recibirán reinversiones luego de la crisis del coronavirus. El dinero de los contribuyentes europeos se invertirá en esos sectores. Por lo tanto, tenemos dos opciones: reinvertir en estos sectores y construir nuevas autopistas o aeropuertos, o usar ese mismo dinero, los mismos trabajadores y las mismas compañías para financiar proyectos que representen un avance hacia la transición verde. Por ejemplo, se podría invertir en estaciones de recarga por toda Europa o en la renovación de edificios de escuelas públicas en Europa. El papel de la Alianza en las próximas semanas será presentar propuestas concretas para la creación de planes de recuperación verde, ya sea enfocados hacia los automóviles eléctricos, infraestructura, estaciones de recarga, autobuses propulsados con hidrógeno, etc.
El virus ha evidenciado que la nueva movilidad debe replantearse el transporte público. ¿Qué habrá que potenciar?
Esta es una gran oportunidad para la bicicleta. Muchas iniciativas locales han comenzado a promocionar el uso de la bicicleta y a crear decenas y cientos de carriles para bicicletas. El papel de Europa y del paquete de recuperación, a través de BEI, será dar apoyo financiero a estas actividades para que cualquier comunidad local en España o Italia que quiera invertir en carriles de bicicleta no deba abandonar el proyecto por falta de fondos.
¿Hasta qué punto es factible que la UE elimine sus emisiones de gases de efecto invernadero en 2050?
Hoy no estamos en el camino correcto. Para reducir a cero las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050, será necesario elevar los objetivos del Parlamento Europeo del 40% de reducción de emisiones hasta al menos 55% para 2030. Sin embargo, la buena noticia es que todos contamos con la tecnología para lograr esto y mi ambición es tener el primer plan de recuperación adaptado al Acuerdo de París, con lo que estaremos en el camino de reducir a cero las emisiones netas para 2050.
Los negacionistas del cambio climático exigen que los recursos destinados al Pacto Verde se centren en la emergencia sanitaria. ¿Quién da alas a estos grupos?
Aquellos que se oponían al Pacto Verde antes de la crisis del coronavirus no han cambiado de opinión al respecto. El coronavirus no ha cambiado eso. Ya sea el gobierno de Polonia o de la República Checa o representaciones comerciales, estaban en contra antes y han permanecido en contra. No obstante, estoy en contacto con muchos CEO miembros de estas representaciones comerciales que han dicho que no se identifican con esta opinión. Y las declaraciones en contra del Pacto Verde han recibido muchas críticas y muy poco apoyo.
El Pacto Verde deber ser mucho más que un conjunto de ayudas a empresas. ¿Cómo se conseguirá incluir a los colectivos más vulnerables para no dejar a nadie atrás?
El Mecanismo para una Transición Justa surgió precisamente con ese objetivo. El Pacto Verde y la transición son necesarios, pero es fundamental que nadie se quede atrás durante esta transición. El Mecanismo para una Transición Justa ofrecerá apoyo práctico y financiero para trabajadores y generará las inversiones necesarias en las regiones más afectadas por la transición.
¿Puede Europa recuperar el liderazgo mundial a través del Pacto Verde?
Una cosa queda clara con el Pacto Verde: no podemos fracasar. Siempre y cuando tengamos éxito, traeremos al resto del mundo con nosotros. Otros nos seguirán y no solo crecerá nuestro liderazgo mundial, sino que ayudaremos en la lucha contra el cambio climático. De acuerdo con estadísticas recientes, Europa es el continente con más patentes verdes. Por lo tanto, es nuestra responsabilidad moral e interés económico mantener este liderazgo mundial. Si no lo asumimos, otros lo harán.
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