Por Guillermo del Palacio
Cada vez es más común trabajar con una tableta, ya sea por comodidad (pesa menos que un portátil y, en general, su batería aguanta más horas de uso) o por apuntarse a la moda. Hay múltiples opciones, no sólo de dispositivos, sino de sistemas operativos, cada uno con sus ventajas, sus inconvenientes y sus características. Antes de decidir, debemos saber qué es lo que queremos. Hay una serie de necesidades (potencia, resistencia, etc.), que dependerán del trabajo que se quiera desempeñar.
“Para operar con una tableta es necesario, ante todo, un teclado que te haga sentir cómodo”, explica Javier Lacort, editor del blog especializado en tecnología Hipertextual.com. “Uno táctil está bien para la escritura breve puntual, pero no para jornadas largas”. Android, iOS y Windows 8 (si hablamos de tabletas, las versiones anteriores del sistema de Microsoft están descartadas) son todos compatibles con periféricos Bluetooth, así que no debería haber problemas… Pero los hay.
La clave está en que para que la experiencia sea óptima, la pantalla debe mantenerse firme y eso depende de cada terminal y de las opciones de sujeción del teclado. Android es la plataforma más rica en tablets y lo que es una ventaja a la hora de elegir supone un problema cuando se quiere encontrar gagdets para trabajar con ellas. Las distintas versiones de la Surface de Microsoft cuentan con teclados fabricados por los de Redmond, mientras que la homogeneidad del iPad hace que iOS ofrezca alternativas en tamaño y potencia para las que será fácil encontrar periféricos que les sienten como un guante.
También hay que valorar que el terminal se pueda transportar fácilmente de casa al trabajo. Es lo que se conoce como BYOD (siglas de Bring Your Own Device, ‘trae tu propio dispositivo’, en inglés). Lo que se busca es que el usuario esté familiarizado con su herramienta de trabajo (y, para qué negarlo, que la tenga a mano en caso de emergencia fuera del horario laboral). Últimamente esta práctica se ha estancado, pues tiene sus riesgos (sobre todo desde el punto de vista de la seguridad). No obstante, la facilidad de transporte sigue siendo uno de los aspectos fundamentales a la hora de elegir una tableta para trabajar.
Aquí lo que era una desventaja para Android se convierte en una ventaja: el usuario puede encontrar lo que necesita en tamaño y peso sin problema. Apple, con su pasión por el diseño, también ha hecho un magnífico trabajo al poner a dieta su iPad, que parte de los 468 gramos en su versión Air. Windows, sin embargo, tiene el problema de que lo que ofrece son portátiles vestidos de tablet y es fácil que se acerquen al kilogramo de peso. Surface 3 se queda en unos aceptables —aunque perceptibles— 622 gramos.
Sistema operativo y aplicaciones
Windows 8 gana por goleada en la primera parte y con matices en la segunda. En lo referente al sistema, no es ya sólo que el usuario esté acostumbrado a un entorno con escritorio, sino que es la única plataforma con una multitarea (hacer dos o más cosas al mismo tiempo) real y con opciones tan básicas como arrastrar archivos y puertos USB. En cuanto a las aplicaciones, depende del procesador que utilice el equipo, pues únicamente la versión completa de Windows 8 es la que autoriza a instalar cualquier programa; Windows RT sólo permite recurrir a su limitada tienda de aplicaciones.
Las plataformas de Apple y Google irían en segundo y tercer lugar, respectivamente, a pesar de que disponen de tiendas de aplicaciones mucho más completas. Si bien Android da más opciones de personalización, su catálogo es más limitado y está menos optimizado para las tabletas. El motivo, de nuevo, es la fragmentación: mientras que los desarrolladores de iOS saben que deben preparar sus apps para dos tamaños de pantalla (9,7 o 7,9 pulgadas), en Google Play hay de todo.
Así, aunque Android está algo por detrás de sus dos rivales, cuenta con una ventaja difícil de igualar: una enorme oferta. Hay decenas de fabricantes que permiten que el usuario elija entre múltiples dispositivos según sus necesidades. Si precio, tamaño o incluso diseño son vitales, lo mejor es comenzar la búsqueda en el amplio catálogo del sistema operativo de Google, en el que conviven fabricantes contrastados (Asus o Samsung) con otros menos conocidos.
“Android es la opción más versátil, pero el panorama de su tienda de aplicaciones adaptadas a tablets sigue estando por debajo de su versión para smartphones”, resume Lacort. No es para expertos, pero sí conviene probar el dispositivo antes de decidirse, especialmente cuando suponga el primer contacto con la plataforma.
Por su parte, Microsoft ofrece las ventajas de un ecosistema familiar y enfocado al trabajo y la ofimática que, casi tangencialmente, puede funcionar como tableta. “Windows hereda un sistema operativo pensado para la productividad y los entornos corporativos”, añade el bloguero, que también recuerda la importancia de que los de Redmond también estén detrás de Office.
Hay grandes soluciones de empresas como HP, Acer, Toshiba o Lenovo, pero el que ha dado en la diana con el concepto de tablet tradicional ha sido Microsoft. Surface 3 es un gran híbrido que, con la ayuda de un teclado que se vende por separado por 120 euros, toma lo mejor del mundo portátil tradicional. Eso sí, hay menos donde elegir y el desembolso es mayor.
Por último, Apple. O, lo que es lo mismo, iPad (ya sea Air o mini). Según Lacort, “funciona genial, pero presenta algunas carencias de cara a la productividad: no tiene multiventana, ni se pueden arrastrar archivos ni pantalla dividida”. A cambio, ofrece la mayor cantidad de aplicaciones adaptadas al entorno táctil y un sinfín de accesorios (oficiales y no oficiales).
Una vez elegidos el sistema y la tableta, queda descargar las aplicaciones. Si no sabe por dónde empezar, Lacort tiene la respuesta: “Recomiendo Trello como método de organización en equipo, Wunderlist para la creación de listas (que también pueden servir de organización personal), Reeder para acceder de forma rápida a contenidos de las fuentes que más nos gustan, una aplicación como Dropbox, OneDrive o Google Drive para sincronizar archivos entre dispositivos, una suite de ofimática como Google Drive, iWork u Office y 1Password para quienes se preocupan por la seguridad de sus contraseñas”.
Especificaciones técnicas
IPAD AIR
- Sistema operativo: iOS
- Peso: 469 gramos
- Tamaño de pantalla: 9,7 pulgadas
- Resolución: 2.048×1.536 pix
- Dimensiones: 240×169,5×7,5 mm
- Precio: desde 389 euros (teclado no incluido)
SAMSUNG GALAXY TABS (10,5)
- Sistema operativo: Android
- Peso: 467 gramos
- Tamaño de pantalla: 10,5 pulgadas
- Resolución: 2.560×1.600 px
- Dimensiones: 247,3×177,3×6 mm
- Precio: desde 559 euros (teclado no incluido)
SURFACE3
- Sistema operativo: Windows 8
- Peso: 622 gramos
- Tamaño de pantalla: 10,8 pulgadas
- Resolución: 1.920×1.280 px
- Dimensiones: 267x187x8,7 mm
- Precio: desde 599 euros (teclado no incluido)