A las nueve de la mañana de este martes 4 de mayo centenares de personas comenzaron a formarse en los colegios madrileños para ejercer su derecho al voto. Con un metro de distancia y mascarillas, quienes estaban en las largas colas aprovecharon esa hora para ir a votar antes de acudir a sus trabajos. Y es que hoy, solo dos años después de los anteriores comicios, se elige la XII Asamblea de la Comunidad de Madrid, por lo que los 136 escaños de la asamblea legislativa regional están en juego.
La celebración de estas elecciones se verá marcada por la pandemia de la COVID-19. Siendo estas las cuartas elecciones celebradas en España desde el estallido de la pandemia (tras las elecciones gallegas, vascas y catalanas). En este contexto, el Gobierno de la comunidad recomendó a los mayores de 65 años votar de 10.00 a 12.00 horas. Luego, entre las 19.00 y las 20.00 horas podrían ir quienes tengan síntomas o un diagnóstico de coronavirus.
Una jornada dentro de lo común
Desde tempranas horas la Comunidad de Madrid puso a disposición de los ciudadanos una herramienta para consultar el aforo en los centros de votación. Sin embargo, el proceso es ágil, las colas avanzan a buen ritmo y la espera no es muy larga. Salvo imprevistos durante la jornada, los resultados definitivos se conocerán entre las 22.00 y las 23.00 horas.
Pasadas las cuatro de la tarde, se repitieron las largas colas para votar que habían en la mañana. En algunos casos la demora para ejercer el voto era de hasta una hora y 20 minutos. Todo parecía indicar que como era día laborable, quienes no pudieron votar temprano por las extensas colas, llegaron en la tarde para finalmente hacerlo.
Ayuso es reelegida en la Comunidad de Madrid
La presidenta madrileña y candidata del Partido Popular (PP) a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, afirmó este martes que los ciudadanos elegirían en las elecciones autonómicas «el modelo de comunidad y de país que queremos». Además, ha subrayado que «no hay nada más importante que los ciudadanos participen».
Después de hacer una larga cola, Ayuso ejerció su derecho al voto a las 10.26 en el colegio concertado La Inmaculada Marillac, en el distrito de Chamberí. Allí fue muy aclamada y los ciudadanos no pararon de pedirle fotos. En ese mismo colegio electoral, el tránsito de votantes era constante y las distancias se mantenían en todo momento. Además, se desinfectaban las urnas cada 10 minutos.
Tras ejercer su voto, Ayuso compareció agradeciendo a los madrileños por participar en «unas elecciones de las que está pendiente todo el país». Además, aprovechó la oportunidad para asegurar que hoy votar es seguro. También animó a la participación, aunque está consciente de las largas colas que hay desde temprano para votar.
Desde temprano, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también animó a la ciudadanía a votar. Mientras que el líder del PP, Pablo Casado, había pronosticado “un punto de inflexión” en la política nacional en caso de que Ayuso saliera victoriosa. Al conocerse los resultados lo reafirmó: El triunfo de Ayuso es una moción de censura democrática al sanchismo». Es la prueba palpable de que «hay partido» y «se puede ganar a Pedro Sánchez».
Mucha afluencia y más participación que en 2019
La participación en las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid alcanzó el 76,25%. Es decir, subió 11,14 puntos con respecto a los comicios de 2019. Nunca jamás en la historia Madrid se había conseguido este dato, y lo consiguió en plena pandemia. El dato es muy cercano a los máximos registros de la historia de España. Hasta la fecha, el récord lo marcaron las elecciones generales de 1982, cuando un año y medio después del golpe de Estado del 23-F acudió a votar el 79,97% de la población. La segunda posición la tienen las catalanas de 2017, en las que se cosechó un 79,04% tras la declaración unilateral de independencia y la aplicación del 155.
Los primeros datos oficiales apuntaban a una clara victoria del PP sin lograr la mayoría absoluta (69). Posteriormente se conocieron los resultados definitivos, con más del 99,93% de los votos escrutados los escaños que obtuvieron los partidos fueron: PP: 65, PSOE: 24, Más Madrid: 24, Vox: 13 y Podemos: 10. Mientras que Cs se quedaría sin representación. Tras estos resultados, Isabel Díaz Ayuso, Pablo Casado y Teodoro García Egea celebraron la victoria del PP en el balcón de su sede, en Génova. «La libertad ha triunfado nuevamente en Madrid», dijo la Presidenta.
Pablo Iglesias renuncia a la política
Lo más destacado de la jornada, además del resultado, fue que el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, anunció que abandonaba todos los cargos institucionales en política ante el gran «fracaso» de Podemos. El secretario general de la formación, asumió toda la responsabilidad del resultado y tras una campaña tensa, marcada por las amenazas de muerte en su contra, los datos de UP en la región, 10 escaños y 7,21% de apoyo, precipitaron una salida que llevaba un tiempo pensando.
“Dejo todos mis cargos. Dejo la política entendida como política de partido e institucional”, ha señalado el candidato en su comparecencia. “Seguiré comprometido con mi país, pero no voy a ser un tapón para la renovación de liderazgos que se tiene que producir en nuestra fuerza política”. Además, Iglesias ha asegurado que se ha convertido en un “chivo expiatorio” que moviliza “los afectos más oscuros y contrarios a la democracia” y ha decidido dar un paso atrás consciente de que no contribuye a “sumar” para que el proyecto de Unidas Podemos pueda “consolidar su peso institucional”.
Con todo y que los resultados fueron malos para UP, fueron ligeramente mejores que los obtenidos en los comicios de 2019 (siete escaños y el 5,6% de los votos), aunque muy lejos de los 27 diputados de 2015. Pero Iglesias no dejó pasar la oportunidad para asegurar que los resultados «van a agudizar los problemas territoriales en España» pues Madrid nunca «había sido tan diferente”. También, alertó que la “deslealtad institucional de la Comunidad de Madrid hacia el Gobierno de España y otras instituciones se va a intensificar».
Anticipo electoral
2020 fue un año complicado para todo el mundo, y la Comunidad de Madrid no fue la excepción. Como consecuencia de las crecientes divisiones entre los dos socios de la coalición de gobierno y por una presunta «mala gestión» de Díaz Ayuso ante la pandemia de la COVID-19 en la Comunidad, la presidenta se planteó convocar unas elecciones anticipadas en la región.
Un primer intento habría sido abortado por la dirección nacional de su partido en junio de 2020. Pero en septiembre se informó de que Ayuso pretendía que las elecciones autonómicas en Madrid coincidieran con las anunciadas autonómicas catalanas por el presidente Quim Torra, previstas provisionalmente para algún momento de finales de 2020 o principios de 2021. Sin embargo, la propia Ayuso desechó tales rumores a través de su cuenta de Twitter.
El pasado 10 de marzo, tanto el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como Ciudadanos (Cs) anunciaron un acuerdo por el que llevarían a cabo sendas mociones de censura contra los gobiernos del Partido Popular (PP) en los gobiernos de la ciudad y de la región de Murcia, donde tanto PP como Cs gobernaban desde las elecciones autonómicas y municipales de 2019. A raíz de esto, la presidenta Ayuso anunció la disolución de la asamblea regional y convocó las elecciones autonómicas anticipadas para este 4 de mayo.
Por su parte, el PSOE y Más Madrid trataron de impedir la convocatoria electoral presentando una moción de censura cada uno. Como el decreto electoral no entra en vigor hasta el momento de su publicación, la situación planteaba la cuestión de qué decisión debía considerarse legalmente como la primera, ya que no se pueden convocar elecciones mientras esté en marcha el proceso de una moción de censura.
Tras la publicación del decreto de disolución, la mesa de la Asamblea reconoció provisionalmente la convocatoria electoral, pero anunció que estudiaría presentar un recurso contra ella. Sin embargo, la denuncia fue resuelta a favor del gobierno de la comunidad por el TSJM el 14 de marzo, cuando el tribunal concluyó que las mociones de censura eran nulas y sin efecto, dado que el decreto de disolución de las cámaras se firmó antes de su presentación.
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