POR CAMBIO16
12/09/2017
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El Parlamento británico dio hoy luz verde a la tramitación del proyecto de ley de retirada de la Unión Europea (UE), que pondrá fin a la preeminencia de las normas comunitarias en el Reino Unido cuando el país rompa de forma definitiva sus lazos con Bruselas.
El Partido Conservador de la primera ministra, Theresa May, que no tiene mayoría en la Cámara de los Comunes, contó con el respaldo de los diez diputados del norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP) y de siete parlamentarios de la oposición laborista, que desafiaron la disciplina de voto para respaldar al Gobierno.
El texto, conocido como la Ley de la Gran Derogación, continuará ahora su curso parlamentario tras haber superado su primer escollo con una cómoda mayoría de 36 diputados -326 votos a favor por 290 en contra-.
Tras la votación, que concluyó pasada la medianoche en el Reino Unido, May celebró la «histórica decisión» del Parlamento de «respaldar la voluntad del pueblo británico» al impulsar una ley que «aporta certidumbre y claridad» ante el «brexit«.
«Aunque todavía hay más que hacer, esta decisión significa que podemos continuar las negociaciones (con Bruselas) con cimientos sólidos», sostuvo la primera ministra.
Al calor del Parlamento
El proyecto de ley tiene un doble objetivo. Por un lado, revocará el Acta de Comunidades Europeas de 1972, con la que el Reino Unido accedió a la entonces Comunidad Económica Europea (CEE).
Al mismo tiempo, trasladará las miles de leyes que componen el cuerpo legal de la Unión Europea a la legislación británica, a fin de que no haya vacíos normativos una vez se ejecute el «brexit», previsiblemente el 29 de marzo de 2019.
El ministro británico para la salida de la UE, David Davis, alertó durante el debate de que oponerse a la ley significa abocar al Renio Unido a «una salida caótica» del club europeo.
«Los británicos no votaron en favor de la confusión» en el referéndum sobre el ‘brexit’ de junio de 2016, y «el Parlamento tampoco debe hacerlo», esgrimió Davis.
El negociador jefe del Reino Unido en Bruselas sostuvo que si el Ejecutivo no logra aprobar la Ley de la Gran Derogación el país «se aproximará al borde de un acantilado» y quedará sumido en la «incertidumbre».
La mayoría de los diputados laboristas se mostraron favorables a una regulación para que el Reino Unido abandone la UE, aunque alertaron de que el proyecto de May otorga al Gobierno amplios poderes para modificar leyes sin pasar por el Parlamento.
El texto a debate en los Comunes prevé que el Ejecutivo podrá utilizar un antiguo mecanismo legislativo conocido como «poderes de Enrique VIII» para aprobar legislación secundaria que, en la práctica, puede afectar a las normas primarias sin necesidad de someterse al escrutinio de los diputados.