Por Natalia Lobo
04/06/2018
El delantero italiano Paolo Rossi (1956) fue la figura del Mundial de España 1982. El atacante fue el goleador de la competición con 6 tantos, también fue votado como el mejor jugador de la edición y, por supuesto, fue una pieza fundamental para que Italia consiguiera su tercera Copa Mundial. En ese momento, igualaron a Brasil como máximos ganadores.
Sin embargo, la decisión de llamar a Paolo Rossi para participar en la Copa fue sumamente controversial. Rossi apenas volvía a los campos de fútbol luego de ser sancionado con dos años sin jugar por estar implicado en asuntos de apuestas ilegales. Por aquel entonces el delantero jugaba en el Perugia, luego de haber pasado por las filas del Calcio y el Vicenza Calcio.
A pesar de los escándalos, el seleccionador Enzo Bearzot respaldó a Rossi y, como dicen los argentinos, lo bancó a muerte. Incluso cuando el delantero no vio portería en los primeros cuatro juegos de Italia. La afición, ya dudosa con su fichaje, empezaba a cuestionarlo aún más. Pero las grandes estrellas renacen en la presión. Y así lo hizo Rossi, “explotando” en la segunda fase del torneo. Ante Brasil, Paolo hizo un hat-trick que le valió la victoria a Italia por 3-2. Luego, marcó un doblete ante Polonia en semifinales y logró un tanto más en la final ante Alemania. Con sus dianas, Rossi se ganó el cariño eterno de la afición azzurri.
Balón de oro y fichaje por la Juve
Su increíble actuación en el Mundial provocó que le otorgaran el Balón de Oro ese mismo año. También recibió el premio a mejor jugador europeo. Tanto galardón no pasó desapercibido para los grandes clubes y la Juventus se hizo con sus servicios.
Durante su paso con la “Vechia Signora”, Rossi ganó dos Scudettos (1982 y 1984), una Copa de Italia (1983), una Recopa de Europa (1984), una Supercopa de Europa (1984) y una Liga de Campeones (1985). Sin duda alguna, fue su etapa más fructífera como futbolista.
Para la temporada 1985/86, Rossi pasó a jugar con el Milan y no logró ningún título. Luego se fue a las filas del Hellas Verona, con el que se retiró del fútbol en 1987. Después de colgar las botas, Rossi se dedicó a colaborar con varios medios como comentarista deportivo.
El declive de Paolo Rossi
En total, Rossi participó en tres ediciones mundialistas (1978, 1982 y 1986) y consiguió nueve tantos en 14 partidos. Para el Mundial de México 1986, la magia de Rossi había “desaparecido”, según reseñan los diarios de aquella época. Bearzot volvió a confiar en él, tal vez pensando en goleador como su talismán. De nuevo, el delantero era cuestionado. En el país azteca no brilló, era el turno de Maradona. Sin embargo, la anécdota queda para confirma que Rossi, es y será, esa estrella controversial.