A petición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde el año pasado un panel independiente de expertos lleva meses estudiando la pandemia de la COVID-19. El objetivo ha sido proporcionar un camino para el futuro basado en la evidencia, así como asegurar que los países y las instituciones globales, incluida la OMS, aborden eficazmente las amenazas para la salud. Ahora, tras la revisión imparcial e independiente del panel se concluyó que la pandemia se trata de un «desastre global» y pudo haberse evitado.
Las conclusiones serán presentadas de forma oficial en un informe a la Asamblea General el próximo 25 de mayo. En el documento, titulado «Covid-19: que sea la última pandemia», exponen una serie de recomendaciones que son de aplicación «urgente y vital». Además, recomiendan a la comunidad internacional la adopción de un conjunto de reformas destinadas a transformar el sistema mundial de preparación y respuesta ante pandemias así como su prevención. Todo esto debido a la confirmación de que el sistema actual no es el adecuado para proteger a la población frente a la COVID-19.
Pudo haberse evitado la catástrofe
El panel independiente ha encontrado eslabones débiles en todos los puntos de la cadena de preparación y respuesta contra la COVID-19. «Nuestro mensaje es simple y claro: el sistema actual no nos protegió de la pandemia de COVID-19. Y si no actuamos para cambiarlo ahora, no nos protegerá de la próxima amenaza de pandemia, que podría suceder en cualquier momento», ha afirmado la copresidenta del panel, Ellen Johnson Sirleaf, junto a Helen Clark, ex primera ministra de Nueva Zelandia.
En el informe también señalan que los estantes de los almacenes de la ONU y las capitales nacionales están llenos de informes y reseñas de crisis sanitarias anteriores. Por tanto, si se hubieran atendido esas advertencias se habría evitado la catástrofe en la que nos encontramos hoy. Sobre todo porque el tiempo transcurrido desde la notificación de un conglomerado de casos de neumonía de origen desconocido a mediados de diciembre hasta la declaración de una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII) «fue demasiado largo».
Para el panel de expertos el mes de febrero de 2020 «fue un mes perdido». Aseguran que muchos más países podrían haber tomado medidas para contener la propagación del SARS-CoV-2 y prevenir la catástrofe sanitaria, social y económica mundial que todavía persiste. Y ya una vez que se dio a conocer que era una pandemia, el sistema de salud actual no se dio abasto. «Es un sistema claramente inadecuado para evitar que otro patógeno nuevo y altamente infeccioso, que podría surgir en cualquier momento, provoque una pandemia», añaden.
Acabar con la enfermedad debe ser la prioridad
La verdad es que el daño ya está hecho. La pandemia lleva más de un año y ha dejado más de 3 millones de muertes y más de 150 millones de casos en todo el mundo. A partir de ahora, el panel de expertos considera que la prioridad es acabar con las enfermedades y muertes por la COVID-19.
En cuanto a la distribución de la vacuna, los expertos se lamentan de que el proceso ha sido «descaradamente injusto y no estratégico». Teniendo en cuenta que están surgiendo variantes y es posible que aparezcan nuevas, piden una mejor estrategia para la vacunación y medidas esenciales a corto plazo, poniendo como fecha tres meses.
El documento también recomienda que los países de altos ingresos con una reserva de vacunas suficiente deberían proporcionar a los 92 países de ingresos bajos y medios participantes en el compromiso anticipado de mercado de COVAX, promovido por la Alianza Gavi para las Vacunas (Gavi), al menos mil millones de dosis de vacunas de aquí a septiembre de 2021.
Por otro lado, los principales países productores de vacunas y los fabricantes deberían reunirse bajo los auspicios conjuntos de la OMS y la Organización Mundial del Comercio (OMC), según el panel. Tras esta reunión lo más recomendable sería acordar la concesión voluntaria de licencias y la transferencia de tecnología.
Debemos aprender de esta crisis para evitar futuras pandemias
Mientras tanto, el mundo no puede permitirse centrarse solo en la COVID-19. Sí, hay que tratar de superar la pandemia pero al mismo tiempo debemos aprender de esta crisis y ponernos a planificar la próxima. Por eso las recomendaciones del panel de expertos que contiene 13 miembros se centran en el futuro. «La COVID-19 ha sido una terrible llamada de atención», insisten.
Para Helen Clark el mundo dispone de «las herramientas para poner fin a las graves enfermedades, muertes y daños socioeconómicos causados por el COVID-19». En el futuro, Clark considera que todos los países deberían aplicar las medidas de salud pública de probada eficacia a la escala necesaria para frenar la pandemia, y, para ello, el panel independiente hace un llamado a los jefes de Estado y de Gobierno para que se comprometan a liderar los esfuerzos de transformación del sistema actual.
Otra de las recomendaciones de cara al futuro, es para el Consejo Mundial sobre Amenazas para la Salud, el cual debe mantener el compromiso político con la preparación y la respuesta frente a pandemias. Además de hacer responsables a los actores, en particular mediante el reconocimiento y el examen entre pares; y establecer un nuevo sistema mundial de vigilancia basado en total transparencia, que le de mayor autoridad a la OMS.
La India bate nuevo récord de muertes
Con más de 4.200 nuevos fallecimientos en tan solo un día, el país asiático notificó un nuevo máximo histórico en sus cifras. En total registra 254.197 muertes desde el inicio de la pandemia. Mientras que el número de contagios en las últimas 24 horas de esta segunda ola subió hasta los 348.421, dejando un registro total de 23.340.938, unos datos que solo supera Estados Unidos.
El número de casos activos se mantiene en los 3,7 millones y la tasa de positividad ronda el 17,5%, un signo que muestra la gravedad de la pandemia en la India, aunque ha mejorado desde el 22,2% de hace tan solo cuatro días. La mayoría de las muertes se concentran en el estado occidental de Maharashtra, el más golpeado por el virus. Detrás está el estado meridional de Karnataka y el sureño de Kerala. Mientras que Nueva Delhi es una de las ciudades más castigadas por la falta de oxígeno en los hospitales.
Por otro lado, la campaña de vacunación que se inició el pasado enero tampoco experimentó grandes cambios. Se han administrado 2,4 millones de dosis en las últimas 24 horas. En total el país suma 175,2 millones de beneficiarios con al menos uno de los sueros que se fabrican en el país: Covishield, de Astrazeneca, y Covaxin, del Instituto Serum de la India (SII); además de la vacuna rusa Sputnik V. Sin embargo, las cifras no están ni cerca del objetivo del Gobierno de inocular a 300 millones de personas antes del mes de julio.
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