En América Latina siguen difundiendo el Evangelio a pesar de las medidas gubernamentales que buscan frenar la COVID-19. En varios países de la región mantienen las visitas o reuniones religiosas, incumpliendo las pautas de salud pública. Muchos pastores evangélicos han muerto durante la pandemia.
Los gobiernos han suprimido los actos masivos por el virus, las catedrales y y todos los demás templos se han convertido en áreas peligrosas de contagio.
La mayoría de las iglesias han acatado las pautas sanitarias, salvo algunas evangélicas que se niegan a suspender sus actividades de culto.
Los servicios evangélicos no se detienen
Pese a que feligreses de la Iglesia católica pararon las misas y reuniones presenciales, los servicios evangélicos en América Latina han continuado.
En Bolivia han fallecido 100 pastores evangélicos, mientras que los líderes de sus congregaciones siguen ofreciendo sus servicios y se mantienen en contacto cercano con su comunidad. Dando confianza y fe.
“Iban a orar, a ver a los enfermos, en esa labor murieron”, dijo el pastor Luis Aruquipa, del Consejo Cristiano Nacional.
Algunas iglesias evangélicas de La Paz ofrecieron sus instalaciones como centro de tratamiento de coronavirus, por el colapso de los centros de salud.
En Nicaragua, el gobierno no ha sido tan estricto con las medidas para detener la propagación del virus. Las iglesias evangélicas del país han permanecido abiertas.
A principios de mayo en Chile un líder evangélico murió por coronavirus tras ir a un evento masivo. En Perú y Colombia sorprendieron a pastores reunidos con fieles pese al confinamiento. Y en Brasil muchos evangélicos no creen que la COVID-19 sea realmente una amenaza.
A lo largo de Latinoamérica variados grupos evangélicos optaron por incumplir las medidas de salud pública y no creen que el distanciamiento social sea apropiado para combatir la pandemia. Incluso hay rupturas en algunas congregaciones evangélicas. Pocos integrantes advirtieron sobre el peligro del coronavirus y accedieron a confinarse y a ofrecer la mayoría de sus servicios en línea.
Brasil insiste en mantener la fe
A partir del mes de junio, la mayoría de los gobiernos latinoamericanos cedieron un poco con las medidas y restricciones con el fin de reactivar la economía, paralizada desde principios de marzo.
En el caso de Brasil, algunos líderes evangélicos hablan de curas milagrosas o dicen que el virus es una plaga que mata a quienes no tienen fe. Insisten en mantenerse activos con la palabra. El evangelismo en Brasil cuenta con el fuerte apoyo del presidente Jair Bolsonaro, que tiene numerosos evangélicos entre sus partidarios.
El mandatario declaró en marzo que las ceremonias religiosas eran vitales durante la pandemia y permitió que las iglesias permanecieran abiertas.
Hasta la fecha, un total de 6.922.174 casos de la COVID-19) han sido registrados en América Latina y el Caribe. Brasil es el país más afectado por esta pandemia en la región, con más de 3,7 millones de casos confirmados.
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