El blanco Emina Verdejo fue el primer vino al que se le calculó la huella de carbono en España. También fue la primera referencia en emplear levaduras autóctonas para su fermentación tras un proyecto de I+D+i. El compromiso de Bodega Emina es seguir trabajando para que sus vinos sean más sostenibles y reducir su impacto. Bodega Emina se ha incorporado a la International Wineries for Climate Action (IWCA), un grupo de trabajo colaborativo que aborda el cambio climático mediante estrategias innovadoras de reducción de las emisiones de carbono. Su objetivo es reducir la huella de carbono en un 50% en 2030.
Paloma Moro ha asumido el cargo de presidenta de Bodega Emina, tomando el relevo de su padre, Carlos Moro, que se mantiene como presidente de Bodegas Familiares Matarromera. Es catedrática de Innovación y Emprendimiento en la Universidad de Copenhague y cuenta con una amplia trayectoria en puestos de dirección de grandes empresas internacionales, así como en la creación de empresas propias. Con una amplia experiencia en puestos de dirección, aportará su visión estratégica para impulsar el crecimiento y consolidar la posición de la bodega como referente en la industria vinícola. La experiencia internacional de la nueva presidenta de Bodega Emina aporta también un aire renovado a las áreas de responsabilidad social de la empresa.
Licenciada en Administración y Dirección de Empresas con especialización en Dirección Estratégica, ha estudiado y trabajado tanto en España, como en Francia, Inglaterra y Dinamarca. Ha ocupado puestos de dirección en multinacionales danesas durante varios años. Aunque reside desde hace años fuera de España, Paloma Moro lleva desde muy niña involucrada en el desarrollo de Emina. Hasta participó en el diseño de sus primeras etiquetas.
BODEGA EMINA. Fundada por el empresario y bodeguero Carlos Moro en 1995, Bodega Emina se ha convertido en una marca clave en las Denominaciones de Origen de Ribera del Duero, Cigales y Rueda por el prestigio de sus vinos, basado en el respeto por la viña, el terroir y la más avanzada tecnología.
En palabras de Paloma Moro, “es un honor y un reto precioso asumir la presidencia de Bodega Emina. Viví muy intensamente su nacimiento y me hace especial ilusión continuar impulsando la calidad de sus vinos, así como fortalecer nuestra posición en el mercado nacional e internacional”.
Bodega Emina ha experimentado un crecimiento sostenido en los últimos años, posicionándose como una de las bodegas más destacadas de Castilla y León. Con el nombramiento de Paloma Moro como presidenta, la compañía potenciará aún más su presencia en los mercados globales y consolidará su liderazgo en la elaboración y comercialización de vinos de alta calidad.
Desde blancos de la D.O. Rueda como Emina Verdejo Fermentado en Barrica, hasta tempranillos de la D.O. Ribera del Duero como Emina Emoción, un vino de autor, complejo y elegante elaborado con uvas de la mítica Valbuena de Duero, pasando por rosados de la D.O. Cigales como Emina Rosé Prestigio.
Son vinos que responden a una nueva demanda por parte de un consumidor exigente y conocedor de las nuevas tendencias en la elaboración de vinos y todos tienen en común su compromiso con el medio ambiente gracias a su gestión sostenible.
Matarromera cuenta en la actualidad con 11 bodegas y está presentes en 7 de las denominaciones de origen más importantes de España. Sus vinos llegan a más de 80 países.
Asume la presidencia de Bodega Emina después de incorporarse al consejo de la matriz –Bodegas Familiares Matarromera– en 2021, una empresa familiar impulsada por su padre en 1988 y que se remonta a su tatarabuelo. ¿Qué implica asumir el legado de cuatro generaciones?
Para mí, es un honor continuar ese legado. He visto a mi abuelo y a mi padre dedicar tanto tiempo a su trabajo que creo que, en el fondo, desde pequeña, supe que mi destino era este. Siempre he pasado fines de semana y veranos enteros en la Ribera del Duero, es mi casa, a la que me encanta volver y donde están mis raíces.
Cuando mi padre fundó Bodega Emina ya tenía una edad suficiente como para comprender la magnitud del proyecto, de hecho, incluso hice el diseño de sus primeras etiquetas, así que, además de verla nacer, Emina ha crecido conmigo.
Desde el principio, su padre, Carlos Moro, evidenció dos obsesiones que sostienen la filosofía de la bodega: el respeto por la tierra y la producción sostenible y la innovación tecnológica. Usted ha estado vinculada al vino desde niña. ¿Cómo ha vivido y desarrollado esta pasión familiar?
De una forma muy natural; no entiendo la agricultura sin la sostenibilidad. Son dos conceptos que deben ir de la mano, y ahora más que nunca. Hoy, las bodegas debemos dar un salto en la calidad y el compromiso con nuestros consumidores, pero también con la tierra que nos lo da todo. Y, evidentemente, la tecnología es una ayuda enorme; historia y tradición deben convivir con la tecnología para construir el futuro.
Cuando nadie lo hacía, su padre cogía la maleta, las botellas de vino y viajaba a cualquier lugar del mundo a vender su producto. Uno de sus principales objetivos es la internacionalización. ¿Cómo aborda este reto en un mercado global?
La labor que desarrollaron mi padre y otros bodegueros fue clave para que el vino español hoy esté presente en todos los mercados. La internacionalización es un desafío emocionante y complejo que requiere una planificación cuidadosa. Evidentemente, el sector vitivinícola está muy globalizado, y hay muchos países productores, muchas bodegas y muchos vinos, pero también hay muchos consumidores.
Rueda, Ribera del Duero o Cigales tienen que competir en el extranjero con denominaciones mucho más conocidas, como es el caso de Rioja. ¿Esto es un hándicap o puede implicar alguna ventaja competitiva?
Tanto Ribera del Duero como Rueda y Cigales están ya posicionadas como denominaciones de origen de gran prestigio nacional e internacional. España tiene la suerte de tener vinos de altísima calidad en muchas denominaciones de origen, que da como fruto un extraordinario portfolio de vinos.
SOSTENIBILIDAD. En Bodega Emina, los viñedos se monitorizan de forma inteligente; reciben agua, fertilizantes o fitosanitarios sólo cuando es estrictamente necesario, reduciendo así su huella hídrica y siendo más respetuosos con la biodiversidad local. La bodega concibe la innovación y la sostenibilidad como una actitud y un concepto establecido en su filosofía, convirtiéndose en parte intrínseca de su estrategia empresarial. Se trata del primer centro integral de desarrollo sostenible del sector vinícola. Además, fue la primera empresa española con certificación AENOR que midió su huella de carbono. Cuenta con el certificado Wineries for Climate Protection, consorcio impulsado por la Federación Española del Vino en el que participa de forma activa liderando la estrategia del sector vitivinícola nacional en defensa del medio ambiente. Desde 2021 forma parte de International Wineries for Climate Action (IWCA), un grupo de trabajo colaborativo que aborda el cambio climático mediante estrategias innovadoras de reducción de las emisiones de carbono.
¿Por qué los vinos españoles no acaban de estar a la altura de los líderes del mercado, como puede ocurrir con italianos y franceses o los argentinos y estadounidenses? ¿Cómo desprendernos de ese sambenito de ‘vino de supermercado’?
Creo que los vinos españoles han demostrado estar a la altura de los vinos de los países mencionados De hecho, en los últimos años, han cosechado numerosos reconocimientos internacionales y se han realizado avances significativos en estos aspectos.
Por nuestra parte, este año Emina ha recibido una gran medalla de Oro de una reconocida publicación mexicana como es El Conocedor y continuamos recibiendo altas puntuaciones en revistas especializadas como Wine Enthusiast, Wine Spectator o Wine & Spirits. El sector del vino español está cada vez más profesionalizado, y las bodegas trabajamos para producir vinos de alta calidad. Además, el público está cada vez más informado sobre los vinos españoles, y existe una mayor demanda de vinos de calidad.
Bodega Emina, construida en 2004, fue el primer proyecto integrado de desarrollo sostenible de una bodega en el mundo, pionera en calcular la huella de carbono en España. ¿Qué implica forma parte del International Wineries for Climate Action (IWCA)?
Emina Verdejo, uno de nuestros vinos blancos, elaborado en Medina del Campo (D.O. Rueda) fue el primer producto español certificado por AENOR en el cálculo de la huella de carbono, en 2010. Entonces había muy pocas bodegas que se preocupasen por las emisiones, pero nosotros ya éramos conscientes de su importancia. Tenemos un plan estratégico específico basado en diferentes puntos con el que nos comprometemos a mejorar el entorno y reducir el impacto de nuestra actividad en el medio ambiente.
También fuimos precursores en materia de energías renovables. En 2006 instalamos las primeras placas fotovoltaicas y, desde entonces, hemos ido incrementando nuestro suministro con esta forma de energía, que ha seguido creciendo en nuestras empresas.
Desde 2020 formamos parte de IWCA, una asociación cuya misión es descarbonizar el sector vinícola mundial. El objetivo es que todos los miembros reduzcamos nuestra huella de carbono en un 50% en 2030 y tengamos un impacto positivo sobre el clima en 2050.
La agroindustria 4.0 es una de las líneas estratégicas dentro del plan para apoyar la transición productiva hacia una agricultura más sostenible y eficiente en la elaboración de grandes vinos. ¿Cuáles son las líneas de actuación en transformación digital, sostenibilidad integral y competitividad?
El sector agroalimentario está viviendo un importante auge y esto supone una mayor competencia. Situarse tecnológicamente como referente es fundamental para afrontar el futuro y creo que ese es uno de los mayores retos
En Emina contamos con nuestro propio viñedo, donde siempre buscamos la excelencia y aunamos la tradición, la innovación, la sostenibilidad y la calidad, apostando por la tierra y la sostenibilidad construyendo instalaciones ecoeficientes, empleando energías limpias y renovables y poniendo en marcha proyectos de investigación que nos permiten elaborar productos más naturales y más respetuosos con el medio ambiente.
Para bajar sus emisiones, incluso han llegado a reducir el peso de sus botellas, lo que les ha perjudicado al asociarse con una reducción de calidad. Sin embargo, han mantenido esta medida, ¿por qué?
La calidad del vino no está relacionada con el peso de la botella; de hecho, se emplean materiales más ligeros y resistentes que garantizan que el vino se conserva en perfectas condiciones.
Es muy importante concienciar al consumidor de este hecho. Y de que es una medida que se debe adoptarse no sólo en el sector del vino, sino en toda la cadena de producción. Reducir las emisiones de carbono es un reto y un compromiso que todos debemos adquirir, incluso personalmente.
Uno de los objetivos del grupo es convertirse en una compañía agroalimentaria de referencia. Para ello, es necesaria la diversificación. ¿Cómo se visualiza este planteamiento?
Tener presencia en tres de las Denominaciones de Origen más importantes de Castilla y León nos da la oportunidad de contar con un amplio portfolio de vinos. Igualmente, la apuesta por la innovación en nuestros viñedos nos conecta con el consumidor, ya que hay una tendencia cada vez mayor de los ciudadanos a valorar a las empresas que tienen unos compromisos más allá de la calidad.
LEGADO. Tanto Paloma Moro como su hermana Beatriz forman parte del Consejo de Administración de la compañía desde 2021, asegurando así el futuro familiar de la misma y potenciando la apuesta por la máxima calidad y excelencia de sus vinos y compromiso con la internacionalización que ha llevado a cabo el grupo desde sus inicios. Paloma y Beatriz Moro darán continuidad a un legado construido generación tras generación e impulsado por su padre desde el año 1988.
En el caso de Emina, los viñedos son monitorizados de forma inteligente y reciben agua, fertilizantes o fitosanitarios sólo cuando es estrictamente necesario, reduciendo así nuestra huella hídrica y siendo más respetuosos con la biodiversidad local.
En la bodega, el 90% de la demanda energética está cubierta por energías renovables, el 60% de los espacios tienen luz natural, cuenta con un sistema de climatización con posibilidad de empleo de energía solar térmica y emplea como combustible biomasa.
A través de proyectos como el enoturismo, se actúa contra el fenómeno que se denomina la España vaciada. ¿Cómo contribuyen a dinamizar social y económicamente las zonas rurales?
Apostamos por el enoturismo como factor dinamizador de la economía de los municipios en los que están las bodegas, que reciben muchísimos visitantes a lo largo del año. Bodega Emina recibió en 2018 el premio a la Mejor Bodega Abierta al Turismo en los IV Premios de Enoturismo Rutas del Vino de España de la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) por su difusión de la cultura del vino y por su enorme atractivo como complejo enoturístico. Además, al estar las bodegas en el entorno rural, supone una apuesta incuestionable por el desarrollo de estas zonas, y sobre todo, un foco de empleo.
Forma parte del patronato de la Fundación Carlos Moro de Matarromera, que convoca los premios EmprendES para distinguir la innovación, la creación de empleo y la responsabilidad social en zonas rurales. ¿Qué importancia tiene hoy la figura del trabajador autónomo en el emprendimiento?
Es una obviedad que necesitamos emprendedores, y hoy en día, que el mundo se está urbanizando a pasos agigantados, el entorno rural puede ofrecer una alternativa sostenible y atractiva para muchas personas. En España, el número de trabajadores autónomos ha aumentado de forma considerable en los últimos años, y representa una gran parte del tejido empresarial español.
Sin embargo, también es importante destacar que ser trabajador autónomo conlleva desafíos, como la falta de seguridad laboral, la responsabilidad fiscal y la necesidad de gestionar todos los aspectos del negocio por sí mismo. Por lo tanto, es fundamental brindarles el apoyo y los recursos necesarios para tener éxito y contribuir de manera sostenible a la economía.
Los Premios EmprendES tienen el objetivo de ayudar a dar ese impulso, no sólo desde la perspectiva económica, sino también con labores de apoyo en mentoring, en difusión, en visión estratégica, en infraestructuras y en digitalización. Pronto convocaremos la II Edición, en la que contaremos con nuestros partners habituales y a la que se sumarán otros de gran relevancia.
En la Fundación Carlos Moro de Matarromera estamos comprometidos con la creación de empleo en las zonas en las que tenemos centros de producción y con la formación de jóvenes para que puedan seguir adelante con proyectos emprendedores en el mundo rural. Es importante no olvidar nuestras raíces y apostar por un futuro sostenible y próspero para todos.