Los países están jugando a destronar a China de su lugar privilegiado en el mercado de los semiconductores. Estados Unidos está a la cabeza de ese movimiento global. Poco a poco varios países fabricantes de chips se están alineando a favor de EE UU con miras a dejar a China desprovista de herramientas y cercada.
El primer ministro holandés, Mark Rutte reveló en un artículo de opinión, que en el nuevo orden mundial había elegido colocarse al lado de Washington y no en el de Pekín. Los Países Bajos, el país europeo rico que ha dirigido durante más de una década, se ha vuelto cada vez más agresivo contra China, especialmente en la carrera por la supremacía tecnológica.
En los últimos meses, los holandeses han revisado sus lazos con China en una serie de áreas relacionadas con tecnología delicada. El mayor cambio se produjo esta semana, cuando el gobierno anunció que impondría nuevos controles de exportación a China. En específico, a la tecnología avanzada de microchips vendida por el campeón tecnológico holandés ASML. La decisión implementa un acuerdo político alcanzado en enero con EE UU y Japón para cortar el suministro de chips de última generación a China.
La medida llevó al jefe de comercio de la Unión Europea, Valdis Dombrovskis, a intentar cerrar filas, presentando un enfoque más unificado de la UE sobre los controles de exportación. Instando a “un papel más fuerte de la UE para garantizar la coherencia en nuestras políticas sobre seguridad, comercio y tecnología”, reseñó Politico.
En noviembre, el gobierno holandés recomendó al personal que no usara TikTok, la aplicación para compartir videos de propiedad china, para el trabajo del gobierno. Una señal temprana de problemas para la empresa de redes sociales que se produjo meses antes.
EE UU y China, nuevo conflicto por los chips
El gobierno señaló en diciembre que podría tomar el control de una empresa holandesa de chips llamada Nowi por parte de Nexperia, propiedad de la empresa tecnológica china Wingtech. Como caso de prueba para una nueva ley holandesa que busca bloquear la propiedad extranjera o nacional no deseada de activos estratégicos.
El cambio de postura hacia China es un cambio de paradigma para el país que alguna vez fue conocido como uno de los más defensores europeos del libre comercio mundial, si no el más importante. Mientras las tensiones China-EE UU se agudizan.
También pone a La Haya a favor de Washington, donde el presidente Joe Biden recibió a Rutte en enero. Holanda también es uno de los cinco países coanfitriones de una Cumbre por la Democracia liderada por Estados Unidos a finales de este mes. Una plataforma lanzada por el gobierno de Biden para defender los valores democráticos a nivel internacional.
Los funcionarios holandeses están ansiosos por enfatizar que están tomando sus propias decisiones sobre cómo manejar a China. «Esta decisión fue realmente una decisión unilateral. No fue un trato de ojo por ojo», dijo la ministra de Comercio Exterior de Holanda, Liesje Schreinemacher. Pero, agregó, «nuestro primer ministro estuvo en Washington no hace mucho tiempo. Allí (Biden y Rutte) también han enfatizado las fuertes conexiones como socios comerciales».
Detrás del giro de los Países Bajos en la tecnología china está el temor de que corra el riesgo de perder su ventaja tecnológica si no protege mejor la propiedad intelectual y el liderazgo en innovación.
“Es importante que este liderazgo, tecnológicamente, permanezca en Occidente”, manifestó el primer ministro Rutte sobre la restricción de exportaciones de chips a China después de reunirse con Biden en EE UU.
Países Bajos: un giro de 180 grados
China, al tanto de los movimientos en el tablero comercial, se opuso al plan holandés de restricciones a las exportaciones de tecnología de semiconductores, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país.
El gobierno de los Países Bajos reitera nuevas restricciones a las exportaciones de tecnología de semiconductores para proteger la seguridad nacional. Uniéndose a un esfuerzo de EE UU para frenar las exportaciones de chips a la segunda economía más grande del mundo.
«Nos oponemos firmemente al uso de medios administrativos por parte de los Países Bajos para intervenir. Y limitar los intercambios económicos y comerciales normales entre empresas chinas y holandesas», señaló el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning.
En octubre, EE UU impuso amplias restricciones a la exportación de envíos de herramientas estadounidenses para la fabricación de chips a China recogió Reuters.
«China, en particular, está tratando de adquirir conocimientos tecnológicos y científicos. Principalmente a través de ataques digitales. Pero también a través de estudiantes y científicos que investigan en institutos de conocimiento holandeses», refirió el Servicio General de Inteligencia y Seguridad en su informe anual más reciente.
«Holanda siempre fue un país de libre comercio por excelencia, y todavía le otorga mucho valor. Pero no a cualquier costo, y no a costa de la seguridad nacional», comentó Roos Elemans. Asociado senior de la firma de abogados Stibbe’s Amsterdam.
Su papel fundamental en algunas de las tecnologías más avanzadas del mundo, significa que los Países Bajos se suma a la estrategia de EE UU para detener el auge de la tecnología china.
Ahora, una nueva ley que entrará en vigor en el verano otorgaría a los funcionarios holandeses nuevos poderes para examinar cuando haya un cambio de propiedad en empresas involucradas en «tecnología sensible» como semiconductores, computación cuántica o fotónica.
Japón y Corea del Sur se alistan a favor de EE UU
El objetivo de EE UU es limitar el desarrollo militar de China poniendo contra las cuerdas a sus fabricantes de chips, pero no todos los actores relevantes de esta industria están en Occidente.
Hay dos en particular que tienen mucho que decir, y, precisamente, son vecinos de China: Japón y Corea del Sur. Estos dos países giran en torno a EE UU desde el punto de vista comercial y geoestratégico, reseñó Xataca. Por lo que era una cuestión de tiempo que se dejaran atraer y alinear con el gobierno de Biden y lo han hecho.
En realidad Japón siempre ha estado frente a China y al lado de Estados Unidos. Si hay dos países que pueden torpedear a cualquier fabricante de circuitos integrados impidiéndole el acceso a sus tecnologías más allá de Países Bajos y EEUU son Alemania y Japón. El primero de ellos proporciona a ASML, entre otros componentes fundamentales, las ópticas de ZEISS que requieren sus equipos litográficos más sofisticados. Y Japón controla algunas de las compañías que venden máquinas de litografía a las empresas chinas. La más importante de todas ellas es Tokyo Electron.
¿Cuál es el papel de Corea del Sur? Samsung es una compañía surcoreana y compite con Intel para afianzarse como el segundo mayor fabricante de chips solo por detrás de TSMC. Pero no hay una relación directa entre el éxito de esta compañía y la capacidad de fabricación de semiconductores de las empresas chinas.
El papel de Corea del Sur en este conflicto va por otros derroteros. Lo que persigue al alinearse con EE UU y Japón es, según Park Ki-soon, que es un analista surcoreano experto en economía, aislar a China de la cadena global de los semiconductores.