El asesinato del periodista Jamal Khashoggi dentro del consulado de Arabia Saudí en Estambul sigue complicándole el accionar político y económico al régimen del rey Salman y el príncipe heredero Mohammed bin Salman.
Al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se le han unido este fin de semana más países para presionar, luego de que Riad reconociera que el periodista de The Washington Post murió hace dos semanas, después de ingresar a la sede diplomática el 2 de octubre para realizar algunos trámites legales para su matrimonio.
Arabia Saudí dijo el sábado que Khashoggi, un crítico del gobernante de facto del país, el príncipe Mohammed bin Salman, falleció en una pelea dentro de su consulado. Por este hecho se detuvieron a 18 personas y se destituyeron a cinco funcionarios, entre ellos Saud al-Qahtani, un asesor de la corte real considerado como la mano derecha del príncipe heredero, y el subjefe de inteligencia Ahmed Asiri.
El Gobierno saudí no mostró evidencias que respalden su explicación. Tampoco hizo mención sobre dónde está el cuerpo de Khashoggi.
Durante un viaje a Nevada, Trump dijo que no era suficiente despedir a unos funcionarios. “No estoy satisfecho hasta que encontremos la respuesta. Pero fue un gran primer paso, fue un buen primer paso. Pero quiero tener la respuesta».
Desde que reventó este caso, los comentarios del presidente estadounidense contra Arabia Saudi han visto cambiar su volumen. Desde amenazas con consecuencias «muy severas» y advertencias sobre sanciones económicas en las primeras de cambio, las declaraciones luego pasaron a ser más conciliatorias en las que ha primado el papel de país aliado en la lucha contra Irán y militantes islamistas. También de que Arabia Saudí sea un importante comprador de armas estadounidenses.
Europa pidió explicaciones convincentes
La muerte de Jamal Khashoggi, además de generar un escándalo internacional, fracturó los lazos políticos y comerciales entre las potencias occidentales y el aliado de Estados Unidos, Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de petróleo.
El ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, pidió una investigación completa y la canciller alemana, Angela Merkel, en una declaración conjunta con su ministro de Relaciones Exteriores, dijo que la versión saudí no era suficiente.
«Condenamos este acto en los términos más enérgicos«, dijo. «Esperamos la transparencia de Arabia Saudita sobre las circunstancias de su muerte (…). La información disponible sobre los eventos en el consulado de Estambul es inadecuada«.
Entretanto, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, cuestionó la venta de armas a Arabia Saudí.
Los organismos defensores de derechos humanos también solicitaron explicación de lo ocurrido. Amnistía Internacional manifestó que la versión saudí parecía ser un encubrimiento de «un asesinato atroz».
Los hallazgos «marcan una baja abismal en el historial de derechos humanos de Arabia Saudí», dijo su director en Oriente Medio.
We demand a #UN inquiry on #JamalKhashoggi. If the government of #SaudiArabia is not involved in Jamal Khashoggi’s fate, it has the most to gain in seeing an impartial UN investigation determine what happened. https://t.co/A5U9ggqTNO
— Amnesty International (@amnesty) October 20, 2018
Para Estados Unidos y Europa una pregunta trascendental será si creen que el príncipe Mohammed, quien se califica a sí mismo como un reformador, no tiene culpabilidad. Ya Trump dijo que era posible que el príncipe ignorara las circunstancias alrededor de la muerte de, periodista de 59 años. Agregó que hablaría con Mohammed.
Funcionarios turcos sospechan que Khashoggi, un ciudadano saudí y residente en Estados Unidos, fue asesinado en el consulado por agentes saudíes y su cuerpo descuartizado.
¿Dónde están los restos de Khashoggi?
Para Donald Trump, una de las interrogantes es saber dónde está el cuerpo del periodista.
Un alto funcionario de Turquía dijo este sábado que es probable que los investigadores turcos descubran qué pasó con el cuerpo «en poco tiempo».
Según declaraciones a la agencia Reuters en Turquía, los restos de Khashoggi pueden haber sido arrojados en el bosque Belgrad, adyacente a Estambul. También en una zona rural cerca de la ciudad de Yalova, a 90 kilómetros al sur de Estambul.
Fuentes turcas dicen que las autoridades tienen una grabación de audio que supuestamente documenta el asesinato de Khashoggi dentro del consulado.
El periódico turco oficialista Yeni Safak, citando el audio, reportó que sus torturadores le cortaron los dedos durante un interrogatorio y luego lo decapitaron. Otra versión refiere a un estrangulamiento.
Trump afirmó que nadie de su gobierno ha visto un vídeo o una transcripción de lo que sucedió dentro del consulado. Según el fiscal saudí se desató una pelea entre Khashoggi y las personas con las que se reunió en el consulado en Estambul, lo que generó su fallecimiento.
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