Los cinco principales países productores de petróleo y gas del Mar del Norte han fracasado en términos de alinear sus políticas energéticas con los esfuerzos por detener el cambio climático. El incumplimiento de Noruega, Reino Unido, Dinamarca, Países Bajos y Alemania representa una grave amenaza a los propósitos del Acuerdo de París.
A pesar de ser signatarios del acuerdo y de las recientes decisiones de la COP28, en Dubái, que abogan por una transición para abandonar los combustibles fósiles, ningún país del Mar del Norte está en camino de lograrlo. En sus planes de corto y mediano plazo no incluyen la eliminación gradual de su extracción de petróleo y gas, a los fines de evitar se alcance el crucial límite de calentamiento de 1,5 grados.
Según un informe de Oil Change International, estas naciones están alimentando el desastre climático. Señala que si se los trata como una sola entidad, los productores del Mar del Norte se ubicarían como el séptimo mayor productor de petróleo y gas a nivel mundial, justo detrás de China. Con implicaciones devastadoras para el clima y el planeta.
Esta organización indica que estos países del Mar del Norte se encuentran entre los productores con mayor responsabilidad histórica y mayores medios para invertir en una transición justa. Hasta la fecha, dice, “las inversiones de hoy en infraestructura de petróleo y gas tienen décadas de repercusiones negativas. Y nos encierra en un futuro peligroso con altas emisiones de carbono”.
Los gobiernos del Mar del Norte deben actuar con urgencia, sostuvo Silje Ask Lundberg de Oil Change International. «Si no se abordan estos problemas no sólo se socavan los objetivos climáticos sino que también se pone en riesgo la habitabilidad del planeta».
No cesa explotación de petróleo del Mar del Norte
El informe encontró que las políticas de Noruega y el Reino Unido, países dedicados a la explotación intensiva del Mar del Norte, estaban más alejadas del Acuerdo de París. Al seguir explorando y otorgando licencias “agresivamente” para nuevos campos de petróleo y gas. Esta actuación desmedida podría generar más de 10 mil millones de toneladas de nueva contaminación por carbono.
Noruega y el Reino Unido están en camino de figurar entre los 20 principales desarrolladores de nuevos yacimientos de petróleo y gas del mundo hasta 2050. Para alinearse con un escenario de aumento de temperatura habitable, estos cinco países deben dejar de aprobar nuevos proyectos de explotación. E implementar políticas de transición justa. Incluido el pago de su parte justa a financiar la transición de los países del Sur Global hacia el abandono de los combustibles fósiles.
En 2021, la Agencia Internacional de Energía descubrió que no había lugar para nuevas exploraciones petroleras en su camino hacia cero emisiones netas. Pero estas naciones llevan la contraria.
Tessa Khan, fundadora del grupo de campaña climática Uplift, comentó que el Reino Unido forma parte de un pequeño club de países que impulsan una crisis para obtener pocos beneficios públicos.
«Este gobierno está decidido a exprimir hasta la última gota los recursos energéticos del Mar del Norte. Pero sabemos que ya hemos descubierto más petróleo y gas del que es seguro quemar», añadió.
Asimismo, el análisis critica a los Países Bajos por intentar aumentar su producción de petróleo y gas. Y a Alemania, que sólo produce pequeñas cantidades de crudo, por no establecer políticas para alejarse de los combustibles fósiles.
Posiciones dudosas y controvertidas
Entre los países del Mar del Norte dedicados a la extracción de petróleo, Dinamarca ha reducido a la mitad su producción en los últimos cinco años. Fijó una fecha de finalización para la producción de petróleo y gas. Y canceló nuevas rondas de licencias iniciadas por el Estado. El país también cofundó la Alianza Beyond Oil and Gas de países que trabajan para eliminar los combustibles en todo el mundo.
Pero los activistas piden más a Dinamarca. Lo emplazan a cerrar las lagunas que permiten nuevas licencias en circunstancias limitadas. También a que mueva la fecha de finalización de 2050 a principios de 2030.
Helene Hagel, jefa de política climática de la rama danesa de Greenpeace, indicó que Dinamarca estaba haciendo un “trabajo admirable” en el escenario global. Pero que sus planes internos podrían poner en peligro su credibilidad. «Puede que seamos los menos decepcionantes entre una clase de fracasados. Para estar alineados con el Acuerdo de París debemos dejar de aumentar la producción y eliminarla gradualmente en un plazo de 10 años».
Los cinco países del Mar del Norte tienen una de las mayores responsabilidades por haber calentado el planeta. Y tienen más dinero que la mayoría para gastar en energía limpia, reseñó The Guardian.
Truls Gulowsen, director de la filial noruega del grupo ambientalista Amigos de la Tierra, comentó que no le sorprendió que Noruega ocupara el “último lugar” entre los países analizados en el informe.
“A pesar de contar con todas las herramientas del mundo para garantizar una transición justa, la elección de nuestro gobierno es seguir siendo el explorador de petróleo y gas más agresivo de Europa. Esto está completamente fuera de lugar. Además no está en absoluto alineado con el acuerdo de París. Y nuestra responsabilidad climática”, dijo.
Peticiones desestimadas
El documento calificó las políticas de petróleo y gas de los cinco países del Mar del Norte según nueve indicadores. Estas van desde detener la aprobación de nuevos desarrollos y fijar una fecha de finalización de la producción, hasta reducir la demanda y garantizar una transición justa.
Los grupos de campaña han pedido a los gobiernos ricos que se alejen del petróleo para dar a los países más pobres tiempo para ponerse al día. El año pasado, el proyecto Civil Society Equity Review concluyó que los productores del Mar del Norte tendrían que recortar la producción en un 80% para finales de la década. Y eliminarla gradualmente a principios de la década de 2030.
En el Departamento de Seguridad Energética del Reino Unido dijeron que no reconocían los reclamos. Y que incluso con nuevas licencias esperaban que la producción de petróleo disminuyera más rápido que la tasa promedio necesaria para alinearse con la trayectoria de 1,5°C.
«Ahora somos un importador neto de petróleo y gas. No apoyar la producción nacional hará que el Reino Unido sea más dependiente de las importaciones. A menudo con mayores emisiones de producción, y debilitará nuestra seguridad energética», añadió.