El descenso de la población de abejas en el mundo en los últimos años es preocupante y se atribuye a la agricultura intensiva, el uso de pesticidas, el cambio climático y los monocultivos. En Dinamarca muchos productores agrícolas están plantando un 5% de flores para las abejas y para el embellecimiento de sus amplias extensiones cultivadas.
Franjas coloridas repletas de flores a lo largo de campos sembrados alegran y salpican de frescura los caminos. En las redes sociales se preguntan el por qué de esa florida estampa que ahora se hace común y abundante. Algunos se animan a responder que el gobierno danés intenta proteger a las poblaciones de abejas amenazadas al exigir a los agricultores que cultiven flores de campo en sus tierras.
Ciertamente, las flores y las abejas en Dinamarca pueden desencadenar una subvención. Para recibir esta ayuda económica, los agricultores deben adherirse a tres prácticas ecológicas obligatorias. Diversificar sus cultivos para fortalecer los suelos. Mantener pastizales permanentes para apoyar el secuestro de carbono y proteger la biodiversidad. Y dedicar el 5% de su tierra a plantar flores para las abejas.
En Dinamarca, la superficie de barbecho sobre la que se han desarrollado mezclas de flores sigue siendo “relativamente pequeña” dentro del total de zonas declaradas de interés ecológico, según el Ministerio danés de Medio Ambiente. Para remediar esto, la agencia agrícola del reino está tratando de informar e inspirar a los agricultores sobre la posibilidad de opciones más amigables con los polinizadores.
Apodado el “ángel del clima”, Dinamarca es conocida por ser uno de los países más comprometidos con el medio ambiente. Desde 2015 se prepara para tener una agricultura totalmente sostenible. Tiene una SAU (superficie agrícola utilizada) que representa más del 60% del total del país.
Abejas y flores, el equilibrio perfecto
A mediados de 2021 la FAO emitió un informe sobre la reducción de la población de abejas. Señaló que su merma constituía en una “amenaza para la seguridad alimentaria mundial”.
Según la agencia de Naciones Unidas, las abejas y polinizadores similares que equilibran el ecosistema afectan el 35% de la producción agrícola en todo el mundo. Y tres cuartas partes de las 100 especies de plantas, que constituyen más del 90% de nuestras dietas, se obtienen mediante la polinización de las abejas.
Dinamarca no es el único país que incentiva políticas de elevar la presencia de abejas con el cultivo creciente de flores. En Brent, una localidad del Reino Unido tiene un plan para aportar su granito de arena en la recuperación de estos polinizadores.
Brent, en el noroeste de Londres, es el distrito más diverso de Inglaterra. Tiene una mezcla de residencial, industrial y comercial. En estos momentos trabaja en un plan para recuperar las abejas, por lo menos en su barrio. Sus población es consciente de que hay que ayudarlas a prosperar para asegurar la biodiversidad.
Para aumentar el número de polinizadores de la zona, van a crear un corredor de abejas, al plantar flores silvestres en 11 kilómetros, formado por 22 prados. Se realizará en parques y espacios verdes en el municipio.
Es un proyecto local que puede ser fácilmente replicable y podría ayudar a proteger a los abejorros y a los polinizadores. En el Reino Unido se ha perdido el 97% de las praderas silvestres y ha afectado mariposas, abejas, libélulas, polillas y otros insectos que dependen de las flores. Con este proyecto, se espera beneficiar las abejas, elevar la biodiversidad y ver florecer las praderas en un corto plazo. Significaría una hermosa explosión de colores.
En el techo de las paradas de autobús
Otro país que se suma al impulso de cubrir extensiones de terreno con flores silvestres para mantener la armonía con las abejas es los Países Bajos. Pero de una manera muy original. La idea es remodelar en la ciudad de Utrecht, 316 paradas de autobús, equipándolas con ‘techos verdes”. Los techos que están cubiertos de flores de sedum. Un oasis para las abejas.
Aunque evidentemente la cubierta de una parada de autobús no es muy amplia, todo aporte, es bueno. Y más, si tenemos en cuenta que en el centro de las ciudades los espacios verdes escasean ¡y mucho! Estos techos cubiertos de sedum benefician a los residentes y también ayudan a que aves e insectos encuentren un hogar en la ciudad.
Los refugios no sólo apoyan la biodiversidad de la ciudad, como las abejas y los abejorros sino que también ayudan a capturar el polvo fino y almacenar el agua de lluvia.
Utrecht también ejecuta un esquema que permite a los residentes solicitar fondos para transformar sus propios techos en techos verdes. En Europa, el 84% de 264 especies de cultivo depende de la polinización intermediada por animales, y 4.000 variedades vegetales existen gracias a la polinización llevada a cabo por las abejas