Casi acaba el año y vuelve a repuntar el número de contagios por la COVID-19 en varios países de Europa. El primero en tomar una medida drástica en Europa occidental es Austria, que vuelve al confinamiento total e introduce la vacunación obligatoria a partir de febrero. La cuarta ola ha sido devastadora en el territorio: los hospitales están abarrotados de pacientes y el jueves se alcanzó el millón de personas infectadas desde el comienzo de la pandemia.
Las últimas medidas tomadas por el Gobierno austriaco no consiguieron reducir los contagios de forma significativa. Por ello, tomaron la decisión de confinar a toda su población a partir del próximo lunes y se prolongará al menos por 20 días. Aunque las autoridades se disculparon por tomar este tipo de restricciones, muchos ciudadanos se han mostrado disgustados en redes sociales y aseguran que saldrán a protestar este fin de semana en Viena.
Los datos son escalofriantes. Este viernes el país registró 15.800 contagios y 55 fallecidos. La cifra total de casos de coronavirus es de 1.011.465 y 11.903 muertes desde el inicio de la pandemia el año pasado. La incidencia semanal es de 1000 casos por cada 100.000 habitantes.
El problema es la baja tasa de vacunación, según las autoridades sanitarias. Actualmente cuentan con un 64,9% de la población con la pauta completa, es decir unas 5.776.362 personas. Basándose en estos datos, el Gobierno decidió introducir la vacunación obligatoria para todos los ciudadanos a partir del próximo febrero. Pues como en todo el mundo, muchos aún le tienen miedo a la vacuna.
Repunte de COVID-19 en varios países de Europa
El viejo continente ha mostrado una crecida en los contagios en las últimas semanas, lo cual ha encendido las alarmas respecto a una posible nueva ola del virus. Y es que, aunque la vacunación avanza en Europa, todavía hay un porcentaje importante de personas que no se ha aplicado ni el primer pinchazo por diversos motivos, entre ellos la escasez de vacunas o la renuencia.
La semana pasada, Europa reportó una subida del 5% de muertes por COVID-19. En cuanto a los contagios el número también se elevó paulatinamente. Por cada 100.000 habitantes, 230 personas contrajeron el virus. El nuevo golpe de la pandemia ha afectado más que todo a Rusia, que lleva 10 días seguidos registrando más de 1.200 muertes, y con un promedio de 35.000 casos diarios.
Pero el virus también afecta en Europa a países que nunca antes se habían mostrado preocupados por la pandemia. Es el caso de Noruega, donde superaron un nuevo récord de contagios el miércoles pasado: 2.552. Lo mismo ocurrió en Dinamarca y Suecia.
Irlanda impone restricciones
En Irlanda, uno de los países con la tasa más alta de vacunación en toda Europa, también decidió imponer restricciones y toque de queda de medianoche en bares, restaurantes y clubes nocturnos. Como sus países vecinos, Irlanda aborda una nueva ola de casos de COVID-19 y desea frenarlos cuanto antes.
El primer ministro Michael Martin dijo que el aumento de infecciones es «motivo de profunda preocupación», por lo que deben reducir la socialización en todos los ámbitos. Con un 89,1% de las personas mayores de 12 años vacunadas y un programa de refuerzo disponible para los mayores de 60 años, los trabajadores sanitarios y las personas en situación de riesgo, las autoridades hacen planes para ofrecer terceras dosis a las personas mayores de 50 años y a las personas con problemas de salud subyacentes.
Alemania es uno de los países más afectados de Europa
En Hungría y Alemania la situación es similar. La canciller alemana Angela Merkel describió la situación de su país como «dramática» mientras los contagios y las hospitalizaciones marcan récords. Por ahora, las autoridades tratan de frenar el avance del virus y no descartan un nuevo confinamiento. La tasa de vacunación en Alemania sigue siendo de las más bajas de Europa, con un 67,9 % de la población con la pauta completa.
La falta de personal en los hospitales alemanes limita gravemente el funcionamiento de las unidades de cuidados intensivos. Actualmente solo un cuarto de las ucis opera en estos momentos con normalidad, según datos de la Asociación Interdisciplinar de Medicina Intensiva (DIVI). Además, aseguran que unas 750 de las 1.300 ucis de adultos del país han debido restringir en estos momentos el número de camas debido a la escasez de personal. Mientras unas 300 acusan además falta de espacio.
La Casa Blanca se propone aumentar producción de vacunas
Buscando abordar la enorme desigualdad en el acceso a las vacunas contra la COVID-19, Estados Unidos anunció que invertirá miles de millones de dólares en las farmacéuticas para aumentar la producción nacional y compartirla con el mundo, así podrán «prepararse para la próxima pandemia».
La Casa Blanca detalló que la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico del Departamento de Salud y Servicios Humanos le solicitará a las compañías farmacéuticas que tengan capacidad probada de producir las vacunas mRNA que se postulen para recibir inversiones públicas «a fin de aumentar su capacidad de manufactura».
Pfizer y Moderna son las compañías que cuentan con la autorización para producir vacunas con tecnología mRNA. Consideran que es suficiente para aumentar la capacidad de producción en 1.000 millones de vacunas al año y alivianar la escasez mundial de las vacunas.
En estos momentos, el presidente Joe Biden está sumamente presionado, tanto a nivel nacional como internacional, por la desigualdad en materia de vacunación. Mientras Estados Unidos y otros países de Europa tienen una tasa superior al 60%, otros (especialmente los más pobres) no llegan ni al 5%.