Controvertido fue el preámbulo de la cumbre del clima en Dubái. La presidencia de la COP28 en manos del sultán Al-Jaber, ejecutivo de una petrolera generó suspicacias en el encuentro anual llamado a garantizar la descarbonización global. Emiratos Árabes Unidos sorprendió al anunciar un fondo climático por 30.000millones de dólares destinado a acelerar la transición energética, denominado Altérra. La polémica continúa ahora con el destino de esos dineros.
Altérra, el mayor vehículo de inversión privada para la financiación climática, en su sitio web que entre sus funciones está “activar y hacer crecer una nueva economía climática global, estimulando la innovación, multiplicando el capital privado y reduciendo las barreras a la inversión en los mercados emergentes”. Al-Jaber elogió su lanzamiento como “decisivo” para crear una nueva era de financiación climática internacional. Sin embargo, cuatro meses después, uno de los fondos iniciales respaldados por Altérra con un compromiso de 300 millones de dólares acordó comprar un importante gasoducto fósil en Norteamérica.
En marzo, el Global Infrastructure Fund IV de BlackRock adquirió la mitad del Portland Natural Gas Transmission System, de 475 km de longitud, y Morgan Stanley se hizo con el resto en una operación por un valor global de 1.140 millones de dólares. Esta adquisición no habría sorprendido a los inversores del fondo, señala la publicación digital británica. Cuando BlackRock, en EE UU, lo presentó al Consejo Asesor de Inversiones de Connecticut, en 2022, la gestora de activos dio una idea de dónde acabaría probablemente su dinero. Su presentación incluía una lista de “inversiones» en sectores altamente contaminantes como las centrales eléctricas de gas, redes de transporte, gas natural licuado, aeropuertos, terminales y transporte marítimo.
Destinos del fondo climático impulsado por EAU
Un portavoz del fondo climático de EAU señaló que sus inversiones favorecen los sistemas energéticos del mañana. «Apoyan la transición de la infraestructura energética existente hacia un ecosistema de energía limpia”, asentó.
Andreas Sieber, director asociado de políticas y campañas globales del grupo de defensa del clima 350.org, dijo que los hallazgos «confirman nuestros peores temores». Añadió que “el fondo Altérra utiliza una farsa de progreso ecológico que canaliza inversiones hacia proyectos de gas y oleoductos de combustibles fósiles».
El financiamiento climático es un tema candente en las negociaciones de la ONU, y se espera que los países establezcan un nuevo objetivo global en la COP29 en Bakú, Azerbaiyán, este noviembre. En medio de persistentes llamados a mayores montos para ayudar a las naciones más pobres a impulsar la producción de energía limpia.
La presidencia de la COP28 aseguró en 2023 que Altérra “impulsaría los esfuerzos para crear un sistema de financiación climática más justo. Con énfasis en mejorar el acceso a la financiación para el Sur Global”. Al-Jaber añadió que “su lanzamiento refleja los esfuerzos de los EAU para hacer que el fondo climático esté disponible, sea accesible y asequible”.
Pero los escasos detalles proporcionados en ese momento llevaron a los activistas por la justicia climática a cuestionar el impacto real que tendría en los países que más necesitan apoyo financiero para adoptar energía limpia. Y adaptarse a un mundo en calentamiento. Sólo alrededor de una sexta parte del fondo (5.000 millones de dólares) se destinó a “capital para incentivar la inversión en el Sur Global”.
Financiación multipropósitos
Altérra es el llamado “fondo de fondos”. En lugar de invertir dinero directamente en empresas o activos individuales, coloca su efectivo en una serie de fondos administrados por otras empresas de inversión. En la COP28, comprometió un total de 6.500 millones de dólares a fondos gestionados por BlackRock, Brookfield y TPG, sin precisar cómo se gastarían los 23.500 millones de dólares restantes.
Desde entonces, el fondo climático de EAU no ha anunciado más inversiones. Su director ejecutivo, Majid Al Suwaidi, dijo a Bloomberg que el fondo está “planificando activamente la siguiente fase de asignaciones”, pero sin dar más detalles.
La mayoría de los fondos elegidos por Altérra se encuentran en una etapa inicial. Y aún no han anunciado transacciones completadas o todavía están tratando de recaudar más capital de los inversores, advierte Climate Home. Cuando obtuvo el compromiso de 300 millones de dólares de Altérra en Dubái, el vehículo estaba listo para desplegar su dinero.
El fondo explicó que su inversión en el vehículo BlackRock está en línea con sus objetivos de lograr que la financiación climática «fluya rápidamente y a escala». Y de asociarse «con fondos que inviertan en la transición energética y aceleren los caminos hacia el cero neto».
Al anunciar su primer cierre de 4.500 millones de dólares en octubre de 2022, BlackRock informó que el fondo “continuaría centrándose en inversiones en soluciones climáticas. Al mismo tiempo que respaldaría la infraestructura necesaria para garantizar un suministro de energía estable y asequible durante la transición”.
Su presentación al estado de Connecticut en diciembre de 2022 mostró que el fondo invertiría en energía renovable, electrificación y almacenamiento de baterías. Pero también en plantas de energía y gasoductos de gas fósil, GNL e infraestructura de transporte como aeropuertos, transporte marítimo y terminales.
¿Qué se espera en la COP29?
Sieber, de 350.org, pidió a Al-Jaber a “actuar rápidamente para hacer cumplir estrictas salvaguardias” para las inversiones de Altérra.
“Los Emiratos Árabes Unidos están al borde de perder la poca credibilidad que aún les queda para abordar la urgencia de la emergencia climática”, añadió Sieber. “El mundo no pueden permitirse el lujo de invertir un centavo más en combustibles fósiles”.
La pregunta clave ahora es si Azerbaiyán –anfitrión de la COP29 y un importante productor y exportador de petróleo y gas– hará las cosas de manera diferente. La semana pasada anunció un nuevo fondo voluntario que invertirá al menos 1.000 millones de dólares en proyectos de reducción de emisiones en países en desarrollo. Bakú espera conseguir contribuciones de países y empresas productoras de combustibles fósiles.
Al margen de las consideraciones del fondo cliático, los gigantes energéticos europeos Shell, BP y TotalEnergies han firmado acuerdos para invertir en el proyecto de gas natural licuado Ruwais de Abu Dabi. Se espera que aumentará significativamente la capacidad de exportación de los EAU a medida que avanza hacia los mercados mundiales de GNL.