Un hospital en las afueras de Barcelona dedicado a la atención sanitaria de alta complejidad se transformó en un hospital para atender a pacientes con COVID-19. Un hotel se desalojó dejando solo las camas para paliar la creciente demanda de pacientes con la enfermedad. Ante el colapso del sistema sanitario en el país, ha tocado echar mano de la imaginación para reorientar la falta de recursos.
El hospital Germans Trias i Pujol, en Badalona, y un hotel cercano de 12 plantas transformaron sus espacios para albergar a todos aquellos que padecen la enfermedad. Lo que más lamentan los trabajadores sanitarios es la distancia que por precaución los separa de los paciente que están en las UCI. Una barrera que poco a poco se franqueaba y que hoy el virus de la COVID-19 vuelve a levantar.
Más espacios para pacientes con COVID-19
Lo que fue un espacio vacío en el hospital Germans Trias i Pujol se convirtió en dos áreas aisladas de nueve y 12 camas para pacientes en estado crítico con COVID-19. En pocos días, se levantaron paredes falsas para separar a los pacientes, se instaló el laboratorio y toda la infraestructura necesaria para el sistema informático. El personal que ahora atiende a pacientes con COVID-19 era parte de la unidad coronaria del servicio de cardiología.
Los cubículos de los pacientes están separados de los trabajadores sanitarios por vidrios y puertas blancas, dada la rápida capacidad de contagio del virus. Médicos y enfermeras solo pueden comprobar el estado del paciente a través de las paredes de vidrio que permiten observar los monitores y el estado de los pacientes. La nueva UCI se «inauguró» el pasado 5 de marzo. La puerta que da a las camas tiene un folio que resume los datos de cada paciente: temperatura, constantes vitales y frecuencia cardíaca.
En la segunda planta del hospital esta la UCI original. También llena de pacientes con COVID-19. El personal sanitario que está dentro de la sala se comunica a través de gestos con el personal que está fuera. Los profesionales de la salud no pueden evitar la frustración que les produce trabajar con pocos recursos, el hecho de que otros compañeros tengan el virus y la muerte de pacientes, cuyos familiares se despiden a través de videollamadas. Hay que hacer de tripas corazón.
Una biblioteca transformada en UCI
En el hospital el número de camas para pacientes críticos se triplicó con la llegada de la pandemia y la consecuente crisis sanitaria. La necesidad de más camas proyecta el espacio destinado a la biblioteca como una nueva UCI. Hay 14 camas dispuestas a ocupar el espacio que antes pertenecía a los libros. Mientras, una sala que solía usarse para la formación del personal hoy se comparte como depósito y farmacia. Los cambios se hacen en tiempo récord, porque la necesidad así lo exige.
La situación ha hecho que el personal se reubique para atender la gran cantidad de pacientes. Los trajes «anticoronavirus» también son un elemento más al cual acostumbrarse. Son calurosos y las gafas se empañan impidiendo la visibilidad necesaria para trabajar. La consigna: mantener la calma. La gran cantidad de trabajo, el aislamiento y las pocas perspectivas de que la situación cambie pueden ser descorazonador.
Un hotel-hospital
El hospital no solo ha tenido que crecer en UCI. También tiene la tarea constante de multiplicar las camas para aquellos pacientes que se recuperan del virus. La imaginación, la creatividad, la humanidad y la voluntad de salir adelante ideó un hotel-hospital. A pocos metros del Germans Trias i Pujol, un hotel de 12 plantas albergará las camas para los pacientes en recuperación de COVID-19.
Donde antes estaba la recepción, ahora hay personal con batas blancas y sillas de ruedas. Un ascensor es solo para los pacientes. Los otros dos para el personal sanitario. La sala que antes servía para la celebración de convenciones y bodas se transformó en un comedor y sala de trabajo. Del edificio se desalojó el hotel, solo quedaron las camas.
Desde casa el personal compra insumos y proyecta la cantidad de pacientes que podrían atenderse. Parte del personal son jóvenes estudiantes que aún no han hecho la residencia, pero que les queda por delante la experiencia de atender y salvar pacientes con COVID-19.
Para más información viste Cambio16.com
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