POR ANA TRENDY
16/11/2017
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Picasso es el tercero en nuestra lista cronológica de las 16 personalidades que han influenciado al mundo, impactando el estilo de vida de la gente en los últimos cien años. Por ello, nuestro experto en arte, Javier Molins, le ha dedicado unas líneas para destacar en nuestra edición especial de noviembre el genio de este malagueño revolucionario.
Pablo Picasso (Málaga, 1881 – Mougins, 1973) es sin duda alguna el artista más influyente de los últimos cien años. Y es que los datos hablan por sí mismos. Su obra está presente en la colección permanente de más de 60 museos, existen diez museos en el mundo que llevan su nombre y que están dedicados de forma exclusiva a su obra, cada mes se inaugura una exposición temporal de Picasso en algún museo del mundo, una de sus versiones de “Las mujeres de Argel” de Delacroix ha alcanzado el mayor precio pagado por una obra de arte en subasta pública al haberse rematado en 179 millones dólares y sus ventas en subasta superan anualmente los 350 millones de dólares.
Genio malagueño
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Por tanto, tenemos que Picasso gusta tanto a la crítica como al mercado, tanto a los historiadores del arte como a los coleccionistas. ¿Y qué tiene el genio malagueño para levantar tanta unanimidad y tantas pasiones? Picasso fue lo que hoy podríamos llamar un niño prodigio que demostró una gran destreza artística desde su más tierna infancia.
Hijo de un profesor de dibujo, estudió a los grandes maestros de la pintura pero nunca quiso seguir su camino. Por el contrario, optó por destrozar completamente el concepto de perspectiva – que tanto había costado conseguir a lo largo de la historia del arte – en una serie de obras en las que “Las señoritas de Aviñón” es la más conocida de todas ellas. Fue así como dio a luz junto con George Braque al cubismo, uno de los grandes movimientos artísticos de principios del siglo XX, que rompió con la máxima que había regido la historia del arte hasta ese momento simbolizada en la frase del renacentista León Battista Alberti quien afirmaba que “no debería haber ninguna diferencia visual entre mirar un cuadro y mirar por la ventana que muestra lo mismo que esa pintura”.
Picasso, el creador
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Solo por ello Picasso ya hubiera pasado a la historia del arte pero en 1937 recibió el encargo de realizar una gran pintura para el pabellón de España en la Exposición Universal de París. Y fue entonces cuando creó la que quizás sea su pintura más conocida el “Guernica”, una obra que ha pasado a convertirse en el gran símbolo de la crueldad que representa cualquier guerra.
Picasso tenía 56 años cuando pintó el “Guernica” y ya era uno de los pintores más conocidos del momento. Una fama que no le abandonaría a lo largo de toda su vida, pues continuó reinventándose continuamente en una de las carreras más prolíficas que se recuerda y que el Museo Picasso de París fija en cerca de 70.000 obras entre pinturas, esculturas, dibujos, grabados y cerámicas.
Una fertilidad que se explica tanto por su forma compulsiva de trabajar (había días que llegaba a pintar tres lienzos) como por su longevidad. De hecho, cuando en 1971 cumplió 90 años, el Louvre expuso las obras de Picasso en la gran galería del museo junto a las de los grandes maestros que tanto había admirado a lo largo de su vida, convirtiéndose en el primer pintor vivo en exponer en el Louvre.
Legado inmortal
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Picasso fallecería en 1973 en Mougins, pero su legado e influencia continuaría muy vivo, como pudo comprobarse recientemente en una gran exposición en el Grand Palais de París en la que se mostraba la influencia del artista español sobre artistas contemporáneos de la talla de Jasper Johns, Robert Rauschenberg, Richard Hamilton, Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Jean-Michel Basquiat, Cy Twombly, Jeff Koons, Georg Baselitz, Miquel Barceló, Antonio Saura, Manolo Valdés o David Hockney.
Y es que tal y como afirmó el propio David Hockney tras ver la retrospectiva de Picasso en el MOMA de Nueva York en 1980, “es como si toda la National Gallery hubiera sido pintada por un solo hombre”.