Heredó un partido dividido, acomplejado y acosado por la corrupción, hasta el punto de que tuvo que ceder el poder en una moción de censura que fue capaz de unir al resto de la oposición, quebrando la cohesión del bloque constitucionalista. Sin embargo, consiguió despejar todas las dudas y su candidatura se impuso sin paliativos con un solo propósito: volver a conectar con los votantes del PP desilusionados con la anterior gestión. Consciente del fin del bipartidismo y de la dificultad de obtener mayorías absolutas que conjuren el desgobierno, Pablo Casado está dispuesto a hablar con quien sea preciso, incluido Vox. Su proyecto político se basa en recuperar los valores tradicionales del liberalismo y adaptarlos a los nuevos tiempos. El mensaje es directo: la unidad de España frente a los desafíos independentistas y populistas y recuperar el pulso económico con una auténtica revolución fiscal que conlleve una bajada generalizada de impuestos. Así es la España de Pablo Casado.
Las urnas han propiciado un vuelco histórico en Andalucía, que exige cambio de ciclo político. ¿Por qué Cs y Vox deberían investir presidente al candidato del PP, Juan Manuel Moreno, y por qué este debería aceptar sus votos?
Las elecciones celebradas en Andalucía han dejado unos resultados muy claros, que permiten corroborar que el PP lidera el centro-derecha en España y sigue siendo la única alternativa de cambio posible en Andalucía. Los andaluces quieren mayoritariamente un cambio y no podemos refugiarnos en falsas excusas. Es nuestra responsabilidad articular un programa de cambio que permita a Andalucía mirar hacia el futuro: y no vamos a dejarla pasar.
¿Está abocada Andalucía a un desgobierno que culmine con unas nuevas elecciones?
No debe haber ningún bloqueo. Podemos ponernos de acuerdo en muchas cosas para realizar el cambio real que Andalucía demanda. No podemos defraudar estas expectativas de cambio. Confío en la responsabilidad y la generosidad de las fuerzas políticas andaluzas que han hecho campaña sobre el cambio. Estoy seguro de que serán capaces de poner el interés de Andalucía por delante de sus intereses partidistas y sus ambiciones personales.
En Andalucía se ha registrado un terremoto político de gran magnitud. ¿Cómo afectará la onda expansiva al resto de España?
Lo sucedido en Andalucía ratifica la apuesta del Congreso del Partido Popular, celebrado el pasado mes de julio. En toda España hay una mayoría que nos pide a los políticos que hablemos claro y nos concentremos en sacar adelante este país, lejos de debates estériles y batallas que solo buscan dividir a los españoles. Nos piden que nos dediquemos a gobernar y a solucionar los problemas, no a crear otros nuevos ¿Quién va a gestionar mejor que el Partido Popular? Lo hemos demostrado cuando gobernamos en las ocho capitales andaluzas, en 25 de 28 grandes ciudades andaluzas y cinco de las ocho diputaciones provinciales.
El respeto a la Constitución, esa es la clave que ha de marcar las pautas de cualquier proyecto en Andalucía y España
Ni Susana Díaz era la candidata de Pedro Sánchez ni, permítame la extrapolación, Moreno Bonilla era su candidato siendo el cartel del PP. ¿Permiten los resultados culminar la regeneración del partido que usted lidera con éxito?
Estas elecciones se convocaron apenas tres meses después de mi elección en el Congreso del Partido Popular, en el que mi candidatura recibió el respaldo mayoritario y nunca he tenido ninguna duda sobre la candidatura de Juanma Moreno a la Presidencia de Andalucía. Hemos demostrado que el Partido Popular es una organización política mucho más grande que sus dirigentes. Desde la convocatoria de las elecciones nos hemos
puesto a trabajar unidos, en perfecta sintonía y los electores han sabido reconocerlo. Hemos recorrido toda Andalucía, realizando 21.400 kilómetros, celebrando 117 actos públicos y he dedicado 25 jornadas completas a esta comunidad autónoma.
De las tres fuerzas que representan a la derecha, la que ha salido peor parada ha sido Ciudadanos, que no ha logrado el sorpasso al PP y cuyo mensaje nacionalista español lo lleva Vox al extremo. ¿Es posible la unidad de la derecha? ¿Cómo piensa recuperar a los votantes que se le han ido a estas formaciones?
Que nadie busque al PP fuera del PP, porque no lo va a encontrar. Desde que he sido elegido Presidente del Partido Popular por mis compañeros, he convertido la unidad de todo lo que está a la derecha del PSOE en una prioridad. No he dejado de construir un Partido Popular reconocible, en el que todos los que alguna vez nos dieron su confianza se sientan en su casa, porque aquí cabemos todos y esa es nuestra principal fortaleza.
¿Certifica este resultado el fin del bipartidismo?
La política española está más dividida que nunca a izquierda y derecha y eso no es bueno para España. Sirva como ejemplo el actual gobierno socialista que ha tenido que pagar carísimo el apoyo a su investidura y ahora ve como esas cesiones no han servido más que para debilitar a España y dejarla a merced de los independentistas y aquellos que quieren acabar con la monarquía constitucional. Por eso, más que nunca, considero prioritario la unidad de todos aquellos que una vez votaron al PP. No se trata de poder conquistar más fácil el poder, sino de terminar con este gobierno zombi y defender con fuerza una agenda común que nos permita terminar las reformas necesarias que la moción de censura dejó sin acabar y que España necesita.
¿Es equiparable la irrupción de Vox por la derecha a la llegada de Podemos por la izquierda?
El fenómeno de Vox permite comprobar cómo se trata de una formación que ha recibido votos de ciudadanos que en otras convocatorias habían elegido otros partidos, desde el PP, pasando por PSOE y Ciudadanos, hasta Podemos y la abstención. Esos escaños no salen solo de la pérdida de votos del PP. Es un movimiento transversal que ha sucedido en muchos países con las formaciones más a la derecha o a la izquierda.
¿Cree que el éxito de Vox debe llevar a otros partidos a imitar algunas de sus estrategias?
No voy a ser yo quien diga lo que hacen mal o bien otros en sus campañas. Cada uno ha de saber cómo llegar a sus votantes. Yo me mantengo en que quien quiera buscar al auténtico PP no ha de irse fuera para buscarlo.
¿Es posible la refundación de un centro derecha en el que el PP sea hegemónico?
Sí, es posible aglutinar en nuestro partido a todo el que esté a la derecha del PSOE, que sepa que esta es su casa e incluso la de aquellos de izquierdas que nos votan cuando peor están las cosas porque saben que con el Partido Popular en el gobierno aumenta el empleo, crece la economía y mejora la confianza en nuestro país dentro y fuera de nuestras fronteras.
La desmovilización por la izquierda y la fragmentación del electorado de la derecha nos acerca a la tendencia que se impone en la Unión Europea. ¿Estamos abocados a gobernar entre el populismo y el desencanto?
Sigo creyendo en la alternancia y la estabilidad política en España, con partidos que tengan sentido de Estado. Los populismos no garantizan la estabilidad y se acercan a posturas extremas.
¿Qué peso ha tenido Cataluña en estas elecciones autonómicas andaluzas?
Ha influido mucho la situación política nacional. Fundamentalmente, porque se trata de uno de los retos más importantes que ha afrontado España desde que se aprobó la Constitución. Y porque es un problema serio en el que se ve de manera clara dónde está cada uno desde las propuestas claras, con la defensa a ultranza y sin complejos de la Constitución que propone el Partido Popular, o desde la inacción y la cesión permanente que representa el Gobierno del PSOE.
¿Y Pedro Sánchez?
También ha tenido mucho que ver. Andalucía ha dicho “basta” a su política de división y entrega a los independentistas, a sus rectificaciones constantes, a sus subidas de impuestos, a sus ataques a las libertades, como la de los padres a educar a sus hijos… Y un largo etcétera. Nunca en la historia de España había durado tan poco la confianza en un gobierno.
Andalucía ha dicho «basta» a la entrega de Sánchez a los independentistas
Parece evidente que Vox ha mordido unos votos motivados por la crisis catalana, ¿pero ha pescado también en otros caladeros como la inmigración?
En estos dos temas que me plantea, el Partido Popular ha mostrado una postura firme y determinante. Tenemos experiencia en torno a la situación de Cataluña y nosotros no caeríamos en el chantaje y cesión que está protagonizando Sánchez. Otro tanto con el problema de la inmigración. No se puede
caer en la demagogia de papeles para todos, y hay que abordarlo desde la perspectiva del mercado laboral. En este tema, también el PP tiene las cosas claras: lo demostramos en los años 90 y recientemente. No puede asociarse la inmigración a estar fuera de la ley y a delinquir. Los efectos llamada son el caldo de cultivo de las mafias que trafican con inmigrantes. En ambos temas nos hemos mostrado transparentes.
Usted ha protagonizado una campaña electoral clásica, pateándose pueblos y ciudades y acercándose a la gente. ¿Qué ha aprendido?
No conozco otro tipo de campaña. Soy palentino y diputado por Ávila. En las campañas en las que he participado, siempre he estado al pie del terreno, escuchando a los ciudadanos y compartiendo nuestras propuestas. Esa es la única campaña que funciona, la de la proximidad. Desde que se convocaron las elecciones, pedí a los miembros del Comité Ejecutivo que se implicaran en la campaña y así ha sido. Merecía la pena este esfuerzo para cambiar Andalucía.
Sin embargo, Vox, sin apenas estructura de partido, se ha valido de las redes sociales para difundir su mensaje. ¿Qué peso tendrán los nuevos medios en el futuro?
Me vuelve a preguntar por otros partidos cuando he sido de los primeros en apostar por los medios sociales, que son presente. Creo en su mensaje y en su alcance. Han sido varias campañas transmitidas en directo en Periscope, Facebook Live y streaming… porque igual que antes me he referido a la importancia de la cercanía y del tú a tú, las redes son hoy una forma insuperable de estar más cerca de nuestros votantes. En 15 días de campaña, tanto en Instagram como en Twitter, he aumentado el número de personas que me siguen en más de 3.000 en cada una de estas redes sociales.
Ante las dificultades para alcanzar mayorías absolutas, ¿cuáles son a partir de ahora las líneas rojas para pactar?
El respeto a la Constitución Española: esa es la clave. Mientras algunos están empeñados en abrirla en canal sin ni saber siquiera para qué, nosotros creemos que es la gran herramienta de consenso para todos los españoles, que ha de marcar las pautas de cualquier proyecto político en Andalucía y en España.
Tras el fiasco de la renovación del poder judicial, ¿cree que hay margen para alcanzar acuerdos en cuestiones de Estado?
Lo importante de los pactos y acuerdos de Estado es mantener la palabra dada. En este aspecto, el acuerdo del Consejo General del Poder Judicial se rompió porque el PSOE filtró el nombre de un excelente candidato a presidirlo, al que dejaron en muy mal lugar. De ahí que no se puede pactar con quien se comporta de esta manera, gobernando España mientras mantiene pactos que amenazan con romperla, como está haciendo Pedro Sánchez con los independentistas.
En el 40º aniversario de la Constitución, admite que su actualización requiere reformas, pero descarta hacerlo en una coyuntura desfavorable que no concite mayorías indiscutibles. ¿Abrirá este melón si llega a la Presidencia del Gobierno? ¿Qué cambios considera imprescindibles?
En estos momentos no se dan los mimbres para una reforma de la Constitución de la concordia y libertad que nos legaron los padres de la Carta Magna y así respaldaron en referéndum los españoles en 1978. Sí se podrían hacer pequeñas modificaciones en torno a duplicidades competenciales, respecto a cuestiones de las autonomías, la ausencia de mención a la Unión Europea o la sucesión a la Corona. Sin embargo, no es este el mejor contexto para abrir un proceso constituyente, con lo que este conlleva.
«Sí es posible aglutinar en nuestro partido a todo aquel que esté a la derecha del PSOE»
Ha comentado que en una nueva negociación de un pacto constitucional, en lugar de Roca o Solé Tura se sentarían a la mesa Iglesias y Puigdemont. ¿Es posible que jueguen todos o acabaría rompiéndose la baraja?
Ese es mi temor… en un momento de posible reforma constitucional hay que tener altura de miras y pensar en España por encima de todo. Nosotros lo hacemos, porque somos el único partido que tiene el mismo discurso en todo el país. Desgraciadamente, los populistas, independentistas, batasunos y otros muchos que están respaldando al Gobierno de Sánchez no creen en esa España de derechos y libertades que consagra la Constitución Española.
¿Resulta necesario alcanzar un nuevo pacto autonómico que dé otro encaje a las relaciones de las distintas nacionalidades que componen España?
Para empezar, es el Gobierno de Sánchez el que ha frenado un nuevo sistema de financiación autonómica, que debería actualizarse. Si el Gobierno ha encontrado 1.600 millones para transferir a Torra, me imagino que no tendrá ningún inconveniente en encontrar esos millones de euros para la financiación de las autonomías, pero a todas por igual. Esas son las relaciones que hacen falta entre las autonomías, que no deben ser de primera o de segunda… y mucho menos los ciudadanos que en ellas viven.
La propuesta electoral del PP en materia fiscal se basa en una bajada masiva de impuestos para incentivar el consumo. ¿Es posible con una nueva crisis en ciernes? ¿Qué medidas habría que adoptar ante la desaceleración económica?
Precisamente una bajada de impuestos nos aportaría mayor consumo y confianza de los inversores. Creemos necesaria una verdadera revolución fiscal y no abrasar a tributos a los españoles, que es a lo que se dedica Sánchez: de hecho, hasta se inventa impuestos para sangrar más a las clases medias. Nosotros proponemos la desaparición de los Impuestos de Patrimonio, por un lado, y de Sucesiones y Donaciones, por otro. También un recorte del tipo máximo a niveles inferiores al 40% del IRPF. Asimismo, hay que rebajar gradualmente el Impuesto de Sociedades hasta al 10%. Además, eliminaríamos de un plumazo los nuevos impuestos del diésel, a las tecnológicas, y el de Actos Jurídicos Documentados.
En la España que usted aspira a presidir, ¿están garantizadas las pensiones? ¿Por qué hay tanta resistencia a aplicar un modelo como el
de los países nórdicos?
Lo que no haríamos nunca sería quebrar el sistema de pensiones, como ya ha hecho el PSOE dos veces y ahora vuelve a poner en riesgo por una tercera ocasión. Nosotros sí podemos hablar ante nuestros mayores con un balance de gestión y un programa de futuro. Al final de la legislatura de Zapatero, por cada pensionista que entraba en el sistema, seis españoles se iban al paro. Sin embargo, antes de que el PSOE con podemitas, independentistas y batasunos sacaran adelante la moción de censura había tres trabajadores que empezaban a cotizar. Por tanto, la respuesta es sí: solo hay que saber gestionar.
Entre el Brexit, el antieuropeísmo y la crisis económica, ¿Qué futuro tiene la Unión Europea?
El Brexit es una enorme dificultad para el futuro de la UE, porque por vez primera en su historia, no se amplía, sino que se reduce. Además, ni siquiera estamos sabiendo aprovechar esta circunstancia, con el fracaso de las negociaciones de Sánchez en la situación en la que queda Gibraltar, algo que habíamos dejado perfectamente encarrilado. Los nacionalismos y populismos son el caldo de cultivo que está generando tanto euroescéptico y es algo muy peligroso para el futuro de la UE. En esto ne mucho que ver cómo se negocia desde los Gobiernos: a nosotros la experiencia nos avala, con largas reuniones y exigencias que terminaron en buenas condiciones para la PAC, por ejemplo, mientras que el Gobierno de Sánchez, como ya hizo Zapatero, piensa más en el corto plazo y venirse a dormir a Madrid. Así nos va.
¿Le preocupa las próximas elecciones europeas y que los populistas de extrema derecha obtengan un resultado más que significativo?
Mi preocupación y ocupación seguirá siendo que el Partido Popular obtenga los mejores resultados para mejorar la vida de todos los españoles. De eso se trata. Y el Partido Popular está preparado para afrontar elecciones; empezando por las generales que llevamos reclamando desde el momento en que Pedro Sánchez tiene a sus ministros sin dar las explicaciones que desde la oposición se demandaban, con una absoluta inacción en Cataluña y sin
ser capaz de sacar adelante los Presupuestos. Estamos dispuestos a afrontar cuantas campañas electorales vengan y a trabajarlas como hemos hecho en Andalucía.
Afirma que hay que empezar a hablar en Europa con un tono firme y políticamente incorrecto. No solo para el tema de España, sino para afrontar una competitividad futura en la que Europa es irrelevante respecto al continente americano y el asiático. ¿Pierde peso en la comunidad internacional como le ocurre a España?
Esa será mi actitud al llegar a la Presidencia del Gobierno, porque no se entiende la ausencia de exigencia y el conformismo de Sánchez. Esto no quiere decir que no me considere europeísta; todo lo contrario. Pero hay que plantear un mayor nivel de exigencia si queremos la mejor UE.
España está llamada a ser históricamente el puente con Latinoamérica. Las relaciones comerciales trasatlánticas se desaceleran, con Brasil y México liderando la caída de la balanza comercial. ¿Qué estamos haciendo mal?
España tiene que ser clave en el papel internacional, en toda Iberoamérica, pero también en EEUU, esté quien esté en la presidencia. Sucede lo mismo con el Mediterráneo, donde tenemos una posición privilegiada que debemos saber explotar; así como con los países africanos, con quienes debemos estrechar lazos permanentes y estables, sin golpes de efecto puramente propagandísticos como anunciar mundiales de fútbol sin consensuar con las partes. Y en el marco de la UE debemos poner de relieve el crecimiento y milagro que fuimos capaces de llevar a cabo.
Quiere que en la próxima Convención Nacional del PP que se celebrará en enero se hable de ideas, no de nombres y candidatos. ¿Cuáles son las principales propuestas para el rearme ideológico del partido?
Es posible compaginar ideas y propuestas con los nombres de los candidatos, porque al fin y al cabo son la cabeza visible en los diferentes municipios, ciudades y comunidades autónomas de lo que representa el Partido Popular. Y la Convención del mes de enero va a centrarse en muchos aspectos programáticos, así como en los cimientos ideológicos del partido, en temas que abarcan desde el fortalecimiento institucional, la economía o la revolución digital. Son nuestros principales valores, como demostración a la sociedad civil y al conjunto del país de que el partido de siempre ha vuelto. Para ello, además, contamos con la Fundación Concordia y Libertad, que nos está sirviendo para disponer de los mejores expertos para debatir
sobre los nuevos retos económicos, sociales y políticos a los que se enfrenta España y generar las mejores ideas, al tiempo que conformamos una agenda ambiciosa, reformista, transformadora, pero sensata y responsable.
Puede adquirirla en papel, en digital, suscripción digital y suscripción total
-
Revista 2253
4,00€ Añadir al carrito -
Revista 2253 (Digital)
2,30€ Añadir al carrito -
¡Oferta!
Revista 2253 Suscripción Digital
El precio original era: 23,00€.19,90€El precio actual es: 19,90€. Añadir al carrito -
¡Oferta!
Revista 2253 Suscripción Total
El precio original era: 40,00€.36,00€El precio actual es: 36,00€. Añadir al carrito