El tercer y último módulo experimental de la Estación Espacial Tiangong de China, Mengtian, se llevó a bordo del cohete Gran Marcha 5B lanzado el 31 de octubre. Se espera que en las próximas horas, el impulsor del núcleo del cohete chino, estimado en 22,5 toneladas métricas -aproximadamente el tamaño de un edificio de 10 pisos- reingrese a la Tierra fuera de control.
“La incertidumbre de dónde caerán finalmente los grandes escombros presenta un nivel de riesgo para la seguridad humana y daños a la propiedad que está muy por encima de los umbrales comúnmente aceptados”, indicó The Aerospace Corporation en su web.
Los expertos de esa corporación independiente en el Centro de Estudios de Desechos Orbitales y de Reentrada (CORDS) están rastreando activamente el cuerpo del cohete Gran Marcha o CZ-5B. Y tienen la intención de compartir sus predicciones de reentrada (hora y lugar) a medida que haya suficientes datos disponibles.
No es el primer vehículo espacial chino en entrar nuevamente a la atmósfera terrestre en esas condiciones. Reingresos similares descontrolados de cohetes Gran Marcha ocurrieron en 2020, 2021 y, más recientemente, en julio de 2022. De estos, dos resultaron en un gran aterrizaje de escombros cerca de áreas pobladas.
La predicción inicial de CORDS sugiere que la reentrada descontrolada ocurrirá a las 10:21 pm ET del viernes 4 de noviembre (sábado 5 de noviembre a las 2:21 am UTC). The Aerospace Corporation elabora sus estimaciones analizando datos de la Red de Vigilancia Espacial de la Fuerza Espacial de EE UU.
Otro cohete chino fuera de control
En el último evento de este tipo, en el que un cohete chino hizo su reingreso a la Tierra fuera de control, los restos cayeron en aguas del océano Índico. En ese entonces, Bill Nelson, administrador de la NASA, criticó a Pekín por no compartir «información de la trayectoria específica» de su artefacto. Esto, con el fin de predecir oportunamente y con exactitud el «riesgo potencial de impacto» de los desechos.
Aseguró entonces que cohetes tan grandes como ese, siempre representan un «riesgo significativo» para la población y los bienes materiales.
Más del 88% de la población mundial vive bajo la huella potencial de escombros de estos reingresos. Factores como la forma descontrolada de descenso del núcleo del cohete y su tamaño, que es demasiado grande para quemarse por completo en la atmósfera terrestre, presentan colectivamente riesgos. Y son lo suficientemente altos como para requerir una preparación preventiva adicional en el mundo, dijo Aerospace.
Cuando comience su viaje corto y ardiente de regreso a la superficie de la Tierra, no hay una forma real de predecir dónde terminará. El campo de escombros dejado por el reingreso de un cohete con tanta masa puede dejar fragmentos esparcidos sobre un corredor de escombros. Que se extiende por docenas o incluso cientos de millas de largo.
Por lo general, los cohetes regresan a la Tierra de forma controlada sobre algún océano, gracias al uso de los motores que se encienden para dirigirlos hacia su final. Cuando la Estación Espacial Internacional termine su vida, se dirigirá intencionadamente contra el llamado cementerio espacial, una zona del Pacífico Sur muy alejada de cualquier terreno habitado, reseñó El Español.
Particular manera de reingresar
También existen los cohetes reutilizables de SpaceX que regresan y aterrizan sin destruirse para volver a servir en futuras misiones. Sin embargo, China no ha optado por ninguna de estas opciones. Y tras soltar la carga, se permite que permanezca arriba hasta que el arrastre de la gravedad terrestre lo atrae haciendo que caiga de forma descontrolada.
Hasta ahora, estos sucesos no han supuesto daños graves, pero es una dinámica arriesgada. Según señala el medio Space.com, Marlon Sorge, director ejecutivo del Centro de Estudios de Residuos Orbitales y de Reentrada de Aerospace “no existen leyes ni tratados que rijan lo que se permite hacer en términos de reingreso».
Y en cuanto a la estación espacial china, cuyo nombre significa ‘Palacio celestial’ en mandarín, se espera que funcione durante unos 15 años. Orbitando a unos 400 kilómetros de la superficie terrestre.
En 2024, es probable que se convierta en la única estación espacial del mundo. Si la Estación Espacial Internacional, una iniciativa encabezada por Estados Unidos se retira ese año, como está previsto, recogió El Periódico.
En los últimos años, el programa espacial chino ha conseguido éxitos como alunizar la sonda Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna y llegar a Marte. Convirtiéndose en el tercer país, tras Estados Unidos y la extinta Unión Soviética, en amartizar.