El viñedo está comprometido con la reducción de residuos, el reciclaje y el uso eficiente de la energía
Otazu, el viñedo con denominación de origen protegida más al norte de España, ha hecho de la sostenibilidad uno de sus grandes motores. La bodega, consciente de la importancia de preservar y proteger la naturaleza, ha adaptado desde sus inicios prácticas sostenibles que respetan el terroir.
Su enfoque medioambiental se refleja en diversas medidas destinadas a la reducción de residuos, la promoción del reciclaje y el uso eficiente de la energía. Otazu trabaja en estrecha colaboración con expertos y comunidades locales para preservar los ecosistemas naturales, proteger la flora y fauna autóctonas y garantizar el equilibrio de los ecosistemas.
La Fundación Global Nature estima que el entorno natural de Otazu acoge una variedad de especies vegetales y animales que coexisten en armonía y logran un 18% de hábitats seminaturales, lo que sitúa a la bodega por encima de la media de las bodegas españolas. Una biodiversidad que no solo enriquece el paisaje, sino que también fortalece la salud y vitalidad de sus viñedos y crea un ecosistema resiliente.
La bodega adelanta el proyecto biodiversidad con la Fundación Global Nature para los resultados de las prácticas aplicadas durante todos estos años e incrementar esa implicación en la gestión sostenible, rentable y con un impacto positivo en la naturaleza.
Con esta iniciativa, Otazu ha estudiado el valor natural del viñedo mediante una variedad de indicadores, y ha conseguido analizar el punto en el que se encuentra, cuantificar el impacto de los trabajos realizados sobre el viñedo y el entorno natural y detectar aspectos mejorables.
“Desde 1996, Otazu ha sido pionera en Navarra en la implementación de cubiertas vegetales”, destaca Nahiara Juanena, responsable de sostenibilidad de Otazu. Y añade: “Inicialmente, nuestro objetivo era controlar el vigor de la planta, pero con el tiempo, estas cubiertas han demostrado su eficacia en la mejora del suelo, gestión de la humedad y promoción de la biodiversidad, además de ayudar en el control de la producción”.
Uno de los pasos más recientes hacia la sostenibilidad ha sido la reducción del peso de las botellas de la gama Ozu by Otazu. Al cambiar a un vidrio más liviano de 420 gramos, la bodega ha logrado una reducción del 26% en el peso de cada botella. Este cambio no solo reduce el uso de materias primas y el consumo de energía, sino que también disminuye las emisiones de CO2, mitigando significativamente la huella de carbono de la bodega.
“En los últimos años, Otazu ha rebajado su huella de carbono gracias al uso de energías renovables y prácticas sostenibles en el viñedo”, subraya Nahiara Juanena. La reducción del vidrio de las botellas ha sido un factor clave en este avance, lo que ha supuesto unos beneficios ambientales significativos y un futuro más sostenible y responsable con el medioambiente.
RECUPERACIÓN DE VARIEDADES AUTÓCTONAS. Además de las variedades Chardonnay, Cabernet Sauvignon y Merlot, Otazu está trabajando en la recuperación de variedades autóctonas de la Cuenca de Pamplona, siendo Berués la primera recuperada, una uva ancestral recobrada tras años de investigación que conecta profundamente a la bodega con la historia y las tradiciones vitivinícolas de esta tierra.
MEZCLA DE ESPECIES
Todos estos logros no serían posibles sin la firme apuesta de Otazu por proyectos en I+D centrados en innovar para crecer en sostenibilidad y, en los últimos años, también en el aumento de la biodiversidad.
Como asegura Nahiara Juanena, “seguimos trabajando en la mejora de las cubiertas vegetales. Hasta ahora en Otazu se ha sembrado en la calle una única especie. Sin embargo, distintos estudios han demostrado que la siembra de mezcla de especies aporta más beneficios al suelo. Por ello, y con la ayuda de Fundación Global Nature, desde este otoño se sembrará una mezcla de especies en algunas parcelas y estableceremos comparaciones”.
Al hilo del cambio climático y la escasez de agua, Otazu ha empezado a llevar a cabo un proyecto con la finalidad de optimizar el uso del agua de riego.
“Estamos implementando la búsqueda de un algoritmo con el que podamos optimizar el uso de agua de riego, para ello se está trabajando con viticultura de precisión”, destaca la responsable de Sostenibilidad de Otazu. Y añade: “Además, estamos estudiando los beneficios en el suelo de los acolchados de lana de oveja. Esta lana es un residuo al que no se le está dando un segundo uso y se está desechando gran cantidad”.
En paralelo a estos proyectos, Otazu ha instalado 220 módulos solares, que corresponden a una potencia de 118,80 kWp y que generan 135.811 kWh al año. Esta energía renovable generada supone un ahorro de 391.760 kg de CO2, que equivale a 20,5 millones de km recorridos en coche eléctrico y a un total de 1.567 árboles plantados.
Otazu ha sido galardonada con el Accésit de Pyme Sostenible de Navarra en el VIII Premio Pyme del año Navarra 2024. Se trata de un reconocimiento que conceden Banco Santander y la Cámara de Comercio de Navarra, en colaboración con la Cámara de España y Diario de Navarra, y que destaca el compromiso de la Bodega con la sostenibilidad y la eficiencia energética.
El compromiso de Otazu con la sostenibilidad y el respeto al terroir no solo define su presente, sino que también guía su futuro para asegurar que las generaciones venideras puedan disfrutar de la riqueza y diversidad de su entorno natural y de la excelencia de sus vinos.
VINO & ARTE
Ubicada en el norte de España, Otazu es una propiedad familiar, dedicada al vino, con más de 150 obras de arte contemporáneo integradas en sus espacios. Favorecida por un microclima único, cuenta con su propia denominación de origen protegida –D.O.P. Pago de Otazu–.
Todos sus vinos se elaboran con uvas de las variedades Cabernet Sauvignon, Merlot y Chardonnay, capaces de expresar la particularidad de la geografía de sus 93 hectáreas de viñedo. Siglos de tradición vitivinícola, reflejada en un señorío del siglo XII y una bodega centenaria de 1840, inspiraron a una familia y a un equipo comprometidos con la elaboración de vinos de gran calidad en un entorno donde el vino y el arte se fusionan en perfecta armonía.
En Otazu, el arte contemporáneo se aprecia a través de la estrecha colaboración con artistas para la presentación de sus vinos, así como gracias a la espectacular colección permanente, su exposición anual y sus piezas de arte monumentales que enriquecen la belleza natural que la enmarca.
“Crear un vino es una forma de expresión artística y, al igual que el arte, es un reflejo de su tiempo con una mirada al futuro. Por lo cual, inexorablemente, nos comprometemos con la continuidad a través de nuestras futuras generaciones”, reflexiona Guillermo Penso, presidente de la Fundación Otazu.