Medidas más fuertes frente a plataformas como Google, Twitter, Facebook y Youtube que permitan luchar contra la desinformación solicitaron este lunes distintas organizaciones periodísticas a la Comisión Europea.
La Federación Europea de Periodistas, el Consejo Europeo de Editores y la Asociación de Televisiones Comerciales europeas, entre otros, suscribieron una declaración en la muestran su alarma por “el aumento de la desinformación en línea durante la pandemia«, que tuvo «un impacto devastador sobre los esfuerzos de salud pública».
La declaración difundida llega después de que la pasada semana la Comisión Europea y el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad anunciaran en un comunicado conjunto nuevas medidas contra la desinformación que ha proliferado durante la pandemia de la COVID-19, donde se ha visto una ola de información falsa y engañosa, “tentativas de agentes externos de influir en los debates nacionales en la UE, aprovechando el caldo de cultivo constituido por las preocupaciones más básicas de las personas y el rápido ciclo de la evolución de las noticias. La información sanitaria engañosa, las mentiras peligrosas con denuncias infundadas de teorías conspiratorias y las estafas a los consumidores ponen en peligro la salud pública”.
Según el documento de este lunes, el «Código de Buenas Prácticas» europeas «se reveló inadecuado para tratar la fuente y los motores de la desinformación propagada en línea. Es urgente disponer de instrumentos eficaces para evaluar mejor y tratar el problema con éxito«.
Entre las «medidas mucho más estrictas» que se reclaman figurarían establecer sanciones que garanticen que las tecnológicas que en 2018 suscribieron el Código “sean incitados a actuar», pero que en vez de penalizar a los medios garanticen “la libertad periodística, los derechos fundamentales y la libertad editorial».
Rusia y China promueven desinformación
Aprovecharse de la crisis que ha ocasionado el SARS-CoV-2 para poner en peligro las vidas de los ciudadanos, difundir propaganda o sembrar el odio son situaciones que la Unión Europea y sus Estados miembros están decididos a enfrentar.
En su comunicación conjunta para combatir la desinformación contra el coronavirus, la UE solicita comprender que la información falsa o engañosa puede dañar la cohesión social pero, sobre todo, “es una amenaza para la salud pública”.
Enumera las distintas maneras como se presenta el discurso engañoso, cada una de las cuales requiere respuestas diferentes, destacando por ejemplo las operaciones de injerencia extranjera y de desinformación de determinados terceros países, en particular Rusia y China, contra naciones de la UE.
Cita las afirmaciones según las cuales “las instalaciones de 5G están propagando el virus”, que a pesar de no tener justificación alguna han provocado la destrucción de antenas. O las de “beber lejía o alcohol puro puede curar las infecciones causadas por el coronavirus”, que han aumentado en un 15% el número de accidentes relacionados con la lejía, de acuerdo al centro toxicológico de Bélgica.
La Comisión Europea y el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad seguirán dedicando esfuerzos a sus capacidades de comunicación estratégica, por lo que han creado una web dedicada a la lucha contra el coronavirus que proporciona información en tiempo real sobre el virus y la respuesta de la UE. También promueven información procedente de la Organización Mundial de la Salud, las autoridades sanitarias nacionales y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades.
Cooperación con plataformas tecnológicas
En la comunicación conjunta de la pasada semana se establece que la Comisión ha seguido de cerca las acciones de las plataformas online en relación con el Código de Buenas Prácticas en materia de Desinformación, por lo que es “preciso aumentar los esfuerzos, la transparencia y la rendición de cuentas”.
Señala que como resultado de la cooperación con las plataformas, desde que estalló la crisis, Twitter ha experimentado un aumento del 45% de los contenidos gestionados que permiten un seguimiento mundial del coronavirus y ha desactivado más de 3,4 millones de cuentas sospechosas. Los centros de información de Facebook e Instagram han dirigido a más de 2.000 millones de personas a los recursos de las autoridades sanitarias como la OMS, a través de su centro de información sobre la COVID-19.
Asimismo, YouTube, de Google, ha revisado más de 100.000 vídeos relacionados con información peligrosa o engañosa y suprimió más de 15.000 vídeos. Microsoft ha puesto en marcha un panel de información en LinkedIn. También una página única actualizada para las noticias sobre el coronavirus denominada “Daily Rundown”, que llega a 96 millones de personas cada día.
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