En la búsqueda de nuevas formas de energías limpias, las tecnologías se abren paso más allá de las fuentes eólica, solar e hidroeléctrica. La empresa escocesa Orbital Marine Power desarrolló una herramienta que aprovecha el movimiento de las mareas para generar electricidad. Así nació la turbina mareomotriz O2, “la más poderosa del mundo”..
Es un proyecto que pone en juego la innovación y la tecnología al servicio de la generación de energías renovables. Afina el foco en los lugares en los que el agua se ve obligada a pasar por estrechos huecos o alrededor de los cabos, y ahí se acelera. Entonces se hace posible aprovechar la energía cinética de esa masa de agua utilizando turbinas bajo la superficie del océano. Es lo que se conoce como energía mareomotriz.
La compañía de ingeniería ha diseñado, construido y completado la O2, una turbina flotante de 680 toneladas de peso. Ha sido botada con éxito al mar con una potencia de 2 megavatios.
La plataforma de Orbital se trasladó desde la instalación del muelle de Forth Ports en Dundee al río Tay utilizando una barcaza sumergible. Tras este proceso, la turbina será remolcada a las islas Orcadas en donde se pondrá en marcha antes de su adhesión al Centro Europeo de Energía Marina (EMEC, por sus siglas en inglés).
“Este es un gran hito para Orbital. El O2 es un ejemplo notable de la innovación británica en tecnologías limpias. Y la construcción que hemos completado es una muestra inspiradora de lo que una cadena de suministro del Reino Unido puede lograr si se le da la oportunidad. Incluso bajo las extraordinarias presiones de una pandemia «, señaló Andrew Scott, CEO de Orbital.
Orbital diseñó y construyó la turbina 02
Los mayores proyectos actuales de energía mareomotriz, la central eléctrica del lago Sihwa, en Corea, y la central de Rance, en Francia, se han construido con enormes y costosísimos muros submarinos. Estos sistemas de presas cierran las compuertas con la marea baja. Y las abren con la marea alta para aprovechar la diferencia de altura y hacer funcionar las turbinas. El coste de la instalación es enorme y el hecho de frenar el flujo natural del agua ha tenido consecuencias negativas para el medio ambiente.
El enfoque de Orbital con la turbina 02 está orientado a mantener los costes lo más bajos posible. Utiliza turbinas flotantes, instaladas en canales que aceleran el flujo de las mareas. Estas plataformas se amarran al fondo del océano en cuatro puntos mediante cadenas extremadamente resistentes. Esto significa que el trabajo submarino para instalarlas es rápido y barato.
La turbina de O2 comenzó a construirse en la segunda mitad de 2019 y refleja aproximadamente el 80% del contenido de suministro del Reino Unido. Se estima que la construcción del O2 ha respaldado más de 80 puestos de trabajo dentro de la economía de ese país.
Este aprovechamiento de las mareas data de la Edad Media. En ese tiempo existían los molinos de marea. Eran unos artificios que permitían, a través de la energía obtenida de las mareas, realizar diferentes tareas mecánicas como la molienda del cereal.
Energía para 2.000 hogares en el Reino Unido
La turbina 02 de Orbital mide unos 74 m de largo. La empresa afirma que «tiene la capacidad de generar suficiente electricidad limpia y predecible para satisfacer la demanda de unos 2.000 hogares en el Reino Unido. Y compensar cerca de 2.200 toneladas de producción de CO2 al año».
Chris Smith, directivo de TEXO Group comentó que “O2 nos ha brindado una oportunidad significativa para demostrar nuestras capacidades multidisciplinarias. Creemos firmemente que la transición a un entorno neto cero ofrecerá una variedad de oportunidades para los sectores de ingeniería y fabricación del Reino Unido. Estamos muy orgullosos de ver el lanzamiento de la turbina O2 de Orbital «.
La electricidad se transfiere desde la turbina a través de un cable dinámico al fondo marino y otro estático a lo largo del fondo marino hasta la red eléctrica local en tierra.
Ahora faltará saber cuánta energía podrá generar realmente la O2 anualmente. A cuánto puede venderse esa energía y qué vida útil tendrá en el corrosivo ambiente submarino. Con estos datos se deberá sopesar con lo que ha costado construirla y operarla. Solo así sabremos si O2 es una revolución en el sector de las energías renovables.
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