Esta semana la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) tiene programada una reunión en Viena, en la que se buscaría alcanzar un recorte en la producción. Con ello, intenta apuntalar los precios del crudo, que se han desplomado en casi un 30 por ciento desde el pasado mes de octubre. Para lograrlo, el cartel enfrenta el reto de mostrar unidad interna, ante el escollo que representa la deserción de unos de sus miembros: Qatar.
Y es que, a partir de enero, el pequeño emirato ya no será parte de la organización. La decisión fue anunciada este lunes en rueda de prensa por el ministro de Energía qatarí, Saad al-Kaabi.
La medida forma parte de una serie de iniciativas por parte del gobierno de Doha, para apuntalar el negocio del gas. Se trata de una industria que le proporciona el grueso de sus ingresos, estimados en 93.000 millones de dólares (unos 82.000 millones de euros), para 2018. El año pasado, Qatar había anunciado planes para aumentar su producción. Ésta pasaría así de 77 millones a 110 millones de toneladas anuales, para 2024.
El emirato es uno de los productores de petróleo más pequeños de la OPEP. Pero es el mayor exportador mundial de gas natural licuado (GNL). Tiene reservas probadas de 23.8 billones de metros cúbicos, sólo superado por Rusia e Irán.
Poco impacto en la producción
En términos de producción de petróleo, la ausencia de Qatar no constituye un gran impacto para la organización. El emirato constituye solo un 2 % de la producción del cartel, la cual conforma entre el 30 % y 33 % del mercado mundial.
Sin embargo, la renuncia de un miembro de larga data (el emirato ha estado en el cartel durante 57 años), constituye un duro golpe para las aspiraciones de la OPEP, que busca mostrarse unida tras la salida de Qatar.
Adicionalmente, no es descartable pensar que esta decisión pudiera causar un efecto dominó. Otros miembros pudieran comenzar a reflexionar sobre su pertenencia a la organización, en momentos particularmente difíciles para el mercado petrolero.
De octubre a la fecha, el precio del Brent cayó un 30%, ubicándose en unos 59 dólares por barril. Es su nivel más bajo desde octubre del año anterior. Esta caída contrasta con las expectativas de incrementos que el mercado tenía en el tercer trimestre del año.
Ciertamente, entre las causas del descenso están factores externos a la organización. Éstos incluyen la guerra comercial que sostienen China y Estados Unidos y un nerviosismo generalizado de las bolsas de valores más importantes del mundo. Aún así, es innegable el impacto de la falta de anuncios por parte del cartel para recortar la producción y así disminuir la oferta. Por ello, la OPEP busca mostrarse unida tras la salida de Qatar.
No obstante, las primeras señales apuntan a un efecto positivo tras la decisión de Qatar. El lunes, después del anuncio, el precio a futuro del barril del Brent, de referencia en Europa, se elevó un 4,61%, alcanzando los 62,20 dólares, mientras que el del West Texas, de referencia en Estados Unidos, repuntó un 4,89%, hasta llegar a 53,42 dólares.
Decisión económica con aristas políticas
En torno al tema de la salida de Qatar, otros factores pueden afectar la imagen de cohesión de la OPEP.
El gobierno de Doha está inmerso en una prolongada disputa diplomática con Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin y Egipto. En el marco de la controversia, estos países mantienen un bloqueo económico contra Qatar, desde junio de 2017. Se trata de un asunto difícil de pasar por alto, aunque Al-Kaabi aseguró que la decisión no tuvo nada que ver con el cerco impuesto por las cuatro naciones árabes.
Por otro lado, el funcionario manifestó que no era práctico para Qatar “poner esfuerzos, recursos y tiempo en una organización en la que somos un actor muy pequeño y en la que no tenemos nada que decir sobre lo que sucede (…) no estamos diciendo que vamos a salir del negocio del petróleo, pero éste está controlado por una organización gestionada por un país”. Esta declaración parece aludir al rol hegemónico de Arabia Saudita en el seno de la OPEP.
Se abre lapso de espera
Al-Kaabi dijo que la decisión “fue comunicada a la OPEP”, pero aclaró que Qatar asistirá a la reunión del grupo que se desarrollará el jueves y viernes.
De acuerdo a la normativa interna de la organización, cuando un país quiere salir de la OPEP, debe hacer una petición. Tras la aceptación del retiro, debe transcurrir un mes para que esté fuera. Adicionalmente, el funcionario afirmó que Qatar continuará cumpliendo sus compromisos como cualquier otro país productor de crudo que no forma parte de la Organización.
Mientras tanto, la OPEP busca mostrarse unida tras salida de Qatar.
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