Por Andrés Tovar
26/12/2016
Las historias de tráfico sexual son a menudo angustiosas para ser leídas o escuchadas.
Recientemente escribimos sobre una mujer que fue víctima de la trata sexual siendo niña. Como ella, más de dos millones de mujeres y niños son víctimas de la trata. Un nuevo informe desvelado este diciembre por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) encontró que el 71 por ciento de las víctimas de trata son mujeres y niñas, y un tercio son niños.
«La trata con fines de explotación sexual y el trabajo forzado siguen siendo las formas más prominentes detectadas, pero las víctimas también son objeto de trata para ser utilizados como mendigos, para matrimonios forzados, para estafas o fraudes o producción de pornografía«, dijo Yury Fedotov, director ejecutivo de la ONUDD.
El informe ha hecho hincapié en cómo el tráfico se divide profundamente a lo largo de las líneas de género: cuando se trafica con hombres y niños es típicamente para la explotación laboral en áreas como la minería o los conflictos bélicos, según el informe. Las niñas y las mujeres, por su parte, son más a menudo víctimas de la trata con fines de matrimonio o esclavitud sexual.
Y el problema es a menudo exacerbado por otros problemas sociales como la corrupción. Sin embargo, el tráfico tiende a crecer más en zonas de conflicto, en los que se suspenden las reglas normales de la sociedad. Los grupos armados que participan en el tráfico a menudo toman mujeres para casarse o ser esclavizadas, y a los hombres los obligan a participar en el conflicto, de acuerdo con el informe.
«Las personas que escapan de la guerra y la persecución son particularmente vulnerables a ser víctimas de la trata», apunta el informe. «La urgencia de su situación podría llevar a tomar decisiones de migrar» (con las consecuencias que ya conocemos y que se han hecho más plausibles este año).
Un ejemplo de ello es Nadia Murad, una refugiada yazidi de 23 años de edad que ahora sirve como embajadora de buena voluntad de la ONUDD. Ella fue una de esas víctimas de la trata. En 2014, militantes de Daesh saquearon su pueblo y se la llevaron como esclava sexual. Fue retenida contra su voluntad durante tres meses antes de que lograra escapar. Murad todavía está tratando de convencer a otros países para abrir un caso de crímenes de guerra contra el grupo terrorista en la Corte Penal Internacional.
La ONU, por su parte, está animando a más países a tomar acciones judiciales contra el tráfico de personas: 158 países han tipificado como delito el tráfico (entre ellos España, que ha positivamente endurecido sus penas sobre estos delitos en el último año, además de contar con el apoyo de organizaciones muy activas la Accem), pero la tasa de condenas a nivel mundial sigue siendo baja, dijo Fedotov.
El llamado global sigue siendo ese: a tomar una postura más dura contra la trata de personas; y 2017 será un año importante para ponerlo en práctica.