Desde los inicios del conflicto ruso, rondan los temores sobre un eventual desastre nuclear si se activan los potenciales de la planta más grande de Europa, ubicada en Ucrania. La ONU clama por extremar los cuidados y pide una zona desmilitarizada alrededor de la central nuclear de Zaporiyia. Esta acción implica la retirada de las tropas de ocupación rusas y el acuerdo de las fuerzas ucranianas de no intervenir.
En una sesión del Consejo de Seguridad, el secretario general de Naciones Unidas apoyó las recomendaciones presentadas por Rafael Mariano Grossi, director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) tras una visita de inspección a la planta ocupada. El informe confirmó la presencia de soldados rusos y equipo militar en la planta que desatan nuevamente la alarma mundial.
Dijo, a través de teleconferencia, que se violó y se sigue violando la integridad física de la central. “El ataque físico a sabiendas o no, los impactos que ha recibido esta instalación y que pude ver personalmente, evaluar junto con mis expertos, es simplemente inaceptable. Estamos jugando con fuego y podría ocurrir algo muy, muy catastrófico”, alertó.
Por ello, adicionó el experto, “estamos proponiendo el establecimiento de una zona de protección de seguridad y protección nuclear limitada al perímetro y la planta misma”. En ese sentido, Antonio Guterres refirió que, como primer paso, las fuerzas rusas y ucranianas deberían cesar todas las operaciones militares alrededor de la planta.
Y, como segundo paso, “se debe asegurar un acuerdo sobre un perímetro desmilitarizado”, agregó. “Específicamente, eso incluirá el compromiso de las fuerzas rusas de retirar el personal y el equipo militar de ese perímetro y el compromiso de las fuerzas ucranianas de no moverse”.
ONU: extremar cuidados en la central nuclear
No es la primera vez que la ONU se pronuncia sobre los peligros que circundan la planta. En agosto, junto con el G7 y EE UU pidió el retiro de las tropas rusas
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, ofreció un apoyo calificado a la propuesta de Grossi de crear una zona desmilitarizada alrededor de la planta. Y pidió más detalles sobre el plan, recogió The Guardian.
“Si el contenido de esta propuesta es desmilitarizar el territorio de la planta de energía nuclear, y esto es lógico. Fue la presencia militar rusa la que puso a la planta de Zaporiyia al borde de un desastre de radiación, entonces podemos apoyar tal desmilitarización”, comentó.
El embajador ruso ante la ONU, Vasily Nebenzya, culpó a Ucrania del reciente bombardeo de la central y describió a las fuerzas rusas como protectoras de la planta. No respondió al llamado de una zona de seguridad, una propuesta que Moscú ha rechazado hasta ahora. Nebenzya dijo que no había tenido tiempo de leer el informe de la OIEA.
La agencia precisó que estaba «gravemente preocupada» por la situación «sin precedentes» en la planta, controlada por las fuerzas rusas pero operada por técnicos ucranianos. E instó a tomar medidas provisionales para evitar un desastre nuclear.
La embajadora de Gran Bretaña ante la ONU, Dame Barbara Woodward, dijo al consejo de seguridad que el personal de la central nuclear “ya no eran trabajadores, sino rehenes a punta de pistola”.
Las tropas rusas tomaron el control del sitio a principios de marzo y ha habido repetidos ataques en los alrededores, lo que generó temores de un desastre nuclear. Moscú y Kyiv han negado su responsabilidad. El informe no atribuyó la culpa por los daños descubiertos por sus inspectores.
Bombardeos y desconexión eléctrica
La OIEA envió un equipo de 14 personas al sitio la semana pasada, incluido su director, Rafael Grossi, para evaluar la situación en la planta. Al menos dos miembros deben permanecer allí en forma permanente para garantizar la seguridad del plantel.
Recomienda que los bombardeos en el sitio y en sus alrededores se detengan de inmediato para evitar más daños a la planta y las instalaciones asociadas.
La agencia de la ONU informó que, durante su inspección, su equipo «presenció los bombardeos en las cercanías de la planta de energía, el 3 de septiembre. Justo, cuando se le ordenó al equipo que evacuara al nivel del suelo del edificio administrativo».
El mismo día, la planta fue desconectada de la última línea eléctrica principal que quedaba a la red y dependía de una línea de reserva.
“Si bien el bombardeo en curso aún no ha desencadenado una emergencia nuclear, continúa representando una amenaza constante para la seguridad y la protección nucleares. Con un impacto potencial en las funciones críticas de seguridad que pueden tener consecuencias radiológicas con gran importancia para la seguridad”, escribieron los inspectores. Las áreas dañadas por los bombardeos incluyeron un tanque de aceite de lubricación de turbinas y los techos de varios edificios.
Más temprano, se escucharon explosiones y se cortó la energía en Enerhodar, la ciudad que rodea la planta, según Dmytro Orlov, el alcalde ucraniano que opera desde fuera del territorio controlado por Rusia. Moscú repitió sus antiguas acusaciones de que las fuerzas ucranianas habían estado bombardeando la planta.
Kyiv advierte que es Rusia la que ha estado organizando tales incidentes, para socavar el apoyo internacional a Ucrania. Y como un posible pretexto para desconectar la planta de la red eléctrica ucraniana y robar su producción.
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