Políticas de asilo. Un llamado a Estados Unidos a garantizar que cualquier persona que huya de la violencia o la persecución puede obtener protección «sin obstrucción» hizo este martes Naciones Unidas, luego de la represión del domingo en México a cientos de migrantes centroamericanos que intentaron ingresar a la fuerza por la frontera sur.
En un nuevo intento de proteger a migrantes de las duras políticas del gobierno de Donald Trump, agencias de la ONU señalaron que quienes buscan asilo para escapar de la violencia y la persecución tienen derecho a presentar solicitudes en EEUU para conseguir refugio.
Agentes estadounidenses lanzaron gas lacrimógeno cerca del cruce fronterizo de El Chaparral que separa a Tijuana de San Diego, en California, cuando algunos intentaron pasar la valla fronteriza hacia Estados Unidos. La Secretaría de Gobernación (Segob) de México expresó que en coordinación con autoridades locales del Estado de Baja California, contuvieron a casi 500 migrantes. Los detenidos serán deportados.
“A través del Instituto Nacional de Migración se procederá a deportar inmediatamente a las personas plenamente identificadas que participaron en estos hechos violentos. Dichos actos de provocación, lejos de ayudar a sus objetivos, atentan contra el marco legal migratorio y pueden resultar en un grave incidente en la línea fronteriza“, señaló el Segob.
Ana Zúñiga, una migrante hondureña de 23 años, dijo que vio a los migrantes abrir un pequeño agujero en el alambre de púas del lado mexicano, ante lo cual los agentes arrojaron el gas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de México presentó una nota diplomática al Gobierno estadounidense en la que pedía una «completa investigación» de lo ocurrido en El Chaparral.
Políticas de asilo
Altos cargos de Naciones Unidas han instado en reiteradas oportunidades a Washington a garantizar que los solicitantes de asilo estén protegidos, que no haya obstrucción a las políticas de asilo, pero el presidente Trump dijo que México debería enviar de vuelta a sus países a migrantes que buscan asilo en Estados Unidos.
Mexico should move the flag waving Migrants, many of whom are stone cold criminals, back to their countries. Do it by plane, do it by bus, do it anyway you want, but they are NOT coming into the U.S.A. We will close the Border permanently if need be. Congress, fund the WALL!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 26, 2018
El pasado 9 de noviembre, el mandatario estadounidense firmó una proclama presidencial que suspende y limita la entrada de migrantes. En el documento se prohíbe el otorgamiento de asilo a quienes traten de entrar al país por sitios que no sean las aduanas autorizadas como ocurre en este caso con las caravanas que han partido de Honduras, Guatemala y El Salvador.
Con esta medida, los migrantes que intenten ingresar por la frontera sur con México no podrían optar al asilo ni a un permiso de trabajo.
“Lo que estamos tratando de hacer es canalizar las solicitudes de asilo a través de los puertos de entrada donde tenemos mejores recursos, capacidad y personal para manejar esas solicitudes de manera expedita y eficiente”, dijo en su momento un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional.
A raíz de esto, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) dijo que se trataba de una acción que atenta contra las políticas de asilo. Estados Unidos debe garantizar que cualquier persona que huya de la violencia o la persecución puede obtener protección «sin obstrucción».
Seguridad fronteriza versus protección a refugiados
El portavoz de ACNUR, Babar Baloch, preguntado sobre el uso de gas lacrimógeno por parte de fuerzas estadounidenses contra migrantes el domingo, dijo en una conferencia de prensa en Ginebra que están “siguiendo esas informaciones con preocupación. Todavía estamos tratando de entender qué pasó allí», reseñó Reuters.
Previamente, Trump había advertido que el Ejército usaría la “fuerza letal” en caso de ser necesario, aunque esperaba que no tuviera que hacerlo. Asimismo dijo que Estados Unidos podría cerrar toda la frontera con México por un tiempo “si llega un punto en que podemos perder el control o si nuestra gente empieza a resultar herida”.
Baloch recordó en Ginebra que la administración de las fronteras es «una prerrogativa soberana de los gobiernos nacionales«, pero la seguridad fronteriza y la protección internacional de los refugiados no son mutuamente excluyentes, sostuvo.
«Eso significa que cualquier persona cuya vida esté en riesgo en su país de origen debe ser capaz de acceder al territorio y pedir asilo en un país seguro. Y cada solicitud de asilo debería ser considerada individualmente«, agregó.
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