La decisión que tomó la Comisión de Estupefacientes de la Organización de la Naciones Unidas sobre el cannabis no pasó por debajo de la mesa. Su postura de suavizar la fiscalización internacional para facilitar su uso medicinal y científico tendrá repercusiones en el tratamiento legal de la marihuana de los Estados miembros. España ente ellos, que votó a favor de esa recomendación de la Organización Mundial de la Salud.
Ahora queda ver cómo serán las repercusiones, cuál será su alcance y cuándo se producirán. Miles de pacientes usan el cannabis para tratar dolencias, asociaciones de usuarios que carecen de regulación de su actividad, investigadores de universidades que estudian las posibilidades terapéuticas de esta planta y empresarios de este sector están a la espera de la regulación gubernamental.
Con gran expectativa aguardan qué paso dará el Gobierno de España tras la histórica decisión de la ONU. Un organismo que ha tardado 59 años para modificar el tratamiento aplicado a la marihuana, inamovible desde la Convención Única de Estupefacientes de 1961. Actualmente, más de 50 países han adoptado programas de cannabis medicinal, mientras que Canadá, Uruguay y 15 estados de Estados Unidos han legalizado el uso recreativo.
Uso medicinal del cannabis y su aplicación en España
Antes de tomar cualquier medida, el secretario general de la ONU debe notificarle por escrito al Gobierno de España la resolución aprobada en el 63 periodo de sesiones, por recomendación de la OMS, que suprime el cannabis de la Lista IV de Fiscalización Internacional de Estupefacientes, que incluye las sustancias más peligrosas y con poco o nulo valor terapéutico.
Ahora se mantiene en la Lista I, que permite su uso medicinal y científico, de acuerdo con Kenzi Riboulet-Zemouli, experto sobre políticas internacionales del cannabis.
La modificación de las listas de la Convención Única de 1961 deber ser ratificada y publicada en el Boletín Oficial de Estado. España no posee listas de fiscalización propias como otros países, sino que adopta las que apruebe la ONU.
Un empujón para las iniciativas en el Congreso
La decisión de la ONU podría estimular las iniciativas que reposan en el Congreso de Diputados a favor de una regulación del cannabis. El PNV presentó una propuesta el mes pasado para crear una subcomisión dentro de la Comisión de Sanidad para analizar las experiencias en otros países de la regulación del cannabis medicinal. Ahora considera que la decisión de la ONU refuerza su propuesta.
De acuerdo con el PNV, la resolución de la ONU reafirma la «idoneidad» de su iniciativa; además de presentar el «mensaje positivo» del posicionamiento favorable del Gobierno español. Confían en que los grupos que lo sustentan, como el PSOE y Unidas Podemos, mantengan una actitud coherente cuando el Congreso debata y vote para crear la subcomisión.
Unidas Podemos, que prepara una proposición de ley para abordar una regulación integral del cannabis, ve como «positivo» el resultado de la votación en la ONU. Lucía Muñoz, su portavoz en la Comisión Mixta para el Estudio del problema de las Drogas, considera que facilitará la investigación científica que necesita el Gobierno como paso previo a la regulación.
De acuerdo con el grupo morado, ahora hay un marco internacional favorable. Todos los países de la Unión Europea, salvo Hungría, han respaldado el criterio de la OMS. Un cambio radical en los términos en los que se ha planteaba el debate sobre la regulación.
La investigación también da un paso hacia delante
Investigaciones e información sobre el cannabis, sus componentes y propiedades, abundan en todo el mundo. Pubmed, una biblioteca virtual de medicina, registra cerca de 24.000 estudios e investigaciones relacionadas con la planta. Además, la Agencia Española de los Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), que depende del Ministerio de Sanidad, tiene ocho autorizaciones para el cultivo de marihuana con fines investigativos y otras cinco para producción con fines médicos.
No obstante, un responsable de Bhalutek, una de las empresas autorizadas, sostiene que la decisión de la ONU es un cambio más simbólico que práctico, por lo menos por ahora. Sin embargo, sí creen que puede tener un gran efecto en el impulso de la investigación sobre el cannabis.
Regulación del cannabis y sus aportes económicos
Las estimaciones sobre los beneficios económicos con la regulación del cannabis son muchas. Sobre todo respecto al cobro de impuestos y aportaciones a la Seguridad Social por creación de empleo en el sector. Pero son cálculos que varían en función de si la regulación es solo del uso medicinal o se hace integral e incluye el recreativo.
Una investigación de la Unidad de Políticas de Drogas del Servicio de Psicología y Logopedia de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Barcelona hizo un cálculo en 2018. Sus estimaciones indicaban que en el erario público español ingresarían 3.312 millones de euros anuales en concepto de impuestos y cotizaciones a la seguridad social.
Además, también calcularon que se regularizarían 101.569 puestos de trabajo para producir los 820.597 kilogramos necesarios para abastecer la demanda legal integral. Con una gran reducción del mercado negro, que se limitaría al 15% del total.
Un estudio de Marijuana Business Daily calculó que las ventas de productos de cannabis medicinal en Europa se ubicaban entre 230 millones y 250 millones de euros en 2019. Una ganancia de la que España no vio nada por no tener su uso regularizado.
¿Qué piensan los pacientes?
Entre 200.000 y 300.000 personas en España usan el cannabis para tratar sus enfermedades, dolor crónico, esclerosis múltiple, cáncer y epilepsias.
La presidenta de la Unión de Pacientes por la Regulación, Queral Prat, cree que la decisión de la ONU es la evidencia que el Gobierno necesitaba para regular el uso de marihuana con fines médicos.
De acuerdo con Prat, los pacientes son la parte más vulnerable y merecen que se regule el acceso a la medicina. De esa manera podrían disfrutar de una vida más digna y con garantías de salud y seguridad jurídica.
Y no solo se trata de los que usan el cannabis como medicina. Prat afirma que los más de cinco millones de personas que se calcula lo consumen con fines recreativos también importan. «Esconden casos de ansiedad, problemas de sueño o dificultades para socializar y regular todo eso significaría seguridad, calidad de vida y tranquilidad», dijo.
Asociaciones y próximos pasos
Desde la Confederación de Federaciones de Asociaciones Cannábicas (Confac) creen que la decisión de la ONU es un gran paso. Consideran que favorecerá una regulación en el ámbito médico y de la investigación, pero también puede ser un empujón para que se regularice la situación de las asociaciones cannábicas en España.
Se desconoce si habrá cambios en el ordenamiento jurídico penal español. Alguna modificación que incida en la situación de miembros de asociaciones a quienes han condenado por cultivo de marihuana. Como Albert Tió, que ingresó el 18 de noviembre a prisión para cumplir una pena de cinco años por una intervención de cannabis en la asociación Airam de Barcelona. O el caso de Fernanda de la Figuera, que en 2019 recibió una condena de nueve meses por cultivar.
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