El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, después de insistentes manifestaciones de la sociedad civil, ambientalistas e instituciones, reconoce que “vivir en un medio ambiente limpio es un derecho humano”. La resolución, aprobada con la abstención de algunos países, sostiene que “un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible es un derecho humano”. Sin estas condiciones “difícilmente se pueden disfrutar de otros derechos, como a la salud o incluso a la vida”.
En marzo de 2020, inicio de la pandemia, David Boyd, relator especial de la ONU sobre derechos humanos y medio ambiente, introdujo un petitorio formal sobre la inclusión de ese derecho. Entonces dijo que el 80% de los estados miembros de las Naciones Unidas ya han reconocido ese derecho en sus constituciones, leyes o tratados.
Ahora, Boyd celebra la decisión del Comité y agradece a Costa Rica, Maldivas, Marruecos, Eslovenia y Suiza, por llevar la resolución a aprobación. Después de que la sociedad civil y las comunidades, incluidos las medioambientales, los derechos humanos y los pueblos indígenas, hubieran luchado por ella durante 30 años.
Recuerda que el reconocimiento de este derecho también había sido respaldado por el secretario general de la ONU, António Guterres. La Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y 15 agencias de la ONU. Así como de jóvenes activistas, grupos empresariales y más de 1.300 organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo.
“Esta resolución es especialmente importante para todas las personas defensoras del ambiente, que trabajan a menudo, con un gran riesgo personal. Para salvaguardar la tierra, el aire, el agua y los ecosistemas de los que todas y todos dependemos”, dijo Boyd. “También es vital para las personas y comunidades que sufren impactos desproporcionados de la degradación ambiental. Incluidos los más vulnerables y marginadas”.
Medio ambiente óptimo es un derecho humano
Costa Rica fue el principal impulsor de esta iniciativa, que destaca que el derecho a un medio ambiente limpio y sostenible es un derecho humano. Y está interconectado con otros derechos ya reconocidos en el derecho internacional, es decir que son de aplicación universal.
La delegación de Costa Rica sostuvo que hablar de crisis climática equivale a hablar de crisis de derechos humanos y que solo reconociendo esta relación se podrá proteger al planeta.
“Se trata de una aspiración común, de personas en todas partes del mundo. Aprobar esta resolución es un mensaje común y poderoso para quienes luchan contra las dificultades ambientales. Para decirles que no están solos, que sus voces son escuchadas”, dijo a Efeverde una diplomática costarricense al presentar la iniciativa.
Además, unos cuarenta países, entre ellos Chile, Ecuador, Uruguay y España, se presentaron como copatrocinadores de la resolución. Igualmente dieron su apoyo Corea del Sur, Alemania, Namibia o Fiji.
Uruguay defendió la propuesta y señaló que no se puede negar que la degradación del medio ambiente y el cambio climático amenazan el derecho a la vida. De allí, que cerca de 7 millones de personas mueren prematuramente al año a causa de la contaminación, según la OMS.
Sin embargo, durante la negociación, Rusia planteó diversas enmiendas que buscaban debilitar el alcance de la resolución, según los países y oenegés dedicadas a esta temática. Los cambios al proyecto de resolución fueron rechazados en la votación. El delegado de ese país consideró que declarar que vivir en un medio ambiente sano es un derecho, está fuera del mandato del Consejo de Derechos Humanos.
Asimismo, dijo que el derecho internacional no ofrece una definición exacta de lo que quiere decir “medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible”. Y pidió que se retirase la noción de “derecho”.
Se abstienen los más contaminantes
Del intenso debate, el Consejo decidió emitir una resolución, en la que establece que el medio ambiente es un derecho humano.
Rusia indicó que se abstendría en la votación para no obstaculizar un asunto tan altamente simbólico. Lo mismo hicieron China, Japón y la India (entre los países más contaminantes del mundo). Por lo que la resolución fue aprobada sin ningún voto en contra.
Brasil votó a favor, pero antes dejó clara su posición de que el uso de los recursos naturales es una cuestión soberana de cada Estado.
El Reino Unido, que también votó a favor, recordó que las resoluciones del Consejo de Derechos Humanos no son vinculantes. Por tanto, su posición en este caso no debe tomarse como un antecedente para decisiones que pueda tomar en el futuro. Según la resolución, corresponde a ahora a la Asamblea General de la ONU examinar esta cuestión.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU también aprobó, por 42 votos a favor, uno en contra y cuatro abstenciones, la creación del cargo de relator sobre derechos humanos y cambio climático. Su mandato será proteger las libertades fundamentales ante la crisis generada por el calentamiento global.