Por Benito Guerrero
26/09/2017
Fundada en el verano de 2016 por dos jóvenes emprendedores, apasionados por los relojes y comprometidos con el medioambiente, ONE OAK es una marca de complementos de diseño de madera que busca devolver al planeta más de la que utiliza, compensando mucho más carbono del que emite con su propia actividad. Así, por cada producto que comercializa, reforesta 500 Kg de madera autóctona en Amazonas, de la mano de una ONG local.
Los hermanos Carlos y Guillermo Íñiguez tienen 27 y 30 años. ADE e ingeniero industrial, son también jóvenes interesados por la moda y firmes defensores de la sostenibilidad. “La idea surgió de la unión de nuestras ganas de emprender con las de reaccionar ante tanta noticia negativa sobre el cambio climático y el oscuro futuro del planeta. Decidimos que la única vía era cambiar nuestra mentalidad como consumidores, y activamos un proyecto que nos permite hacerlo de una manera original y coherente”, explican. Así, únicamente a base de capital personal, nació ONE OAK, “una marca en torno a la madera y el diseño, donde la propia madera es el vehículo para devolver a la naturaleza más de lo que tomamos de ella”, describen.
Amantes de los relojes, por ese tiempo y de casualidad, cayó en sus manos un reloj de madera algo tosco y mejorable, y se pusieron manos a la obra. “Realizamos tres rondas de prototipos hasta que, a finales de 2016, lanzamos al público nuestra primera colección a través de la tienda online. Apenas un año después ya tenemos en catálogo dos colecciones de relojes, que rondan entre 55 y 65 euros, y cuatro modelos de gorras con visera de madera (40 euros) lanzados este verano, un complemento que casi nadie ha visto en España”, desvelan.
Su otra prioridad era elegir una zona deforestada con la que colaborar y, tras buscar por todo el mundo, dieron con la ONG Fondo Verde del Amazonas peruano. “Juntos desarrollamos campañas de reforestación con la ayuda de voluntarios locales, movidos por recuperar suelos degradados en los que replantar 500 kg de madera autóctona por cada producto que vendemos. Esto hace que nuestros clientes puedan compensar la huella de carbono del producto que adquieren, además del carbono que emiten circulando 10.000 km en coche”, aseguran, citando los resultados de la auditoría firmada por la consultora ambiental española IK Ingeniería.
Su público, joven, interesado por la moda y que se identifica con la marca por ser original y sostenible, reside principalmente en España, aunque desde su tienda online realizan envíos a cualquier país de la UE. “La respuesta del mercado ha sido muy positiva desde el principio. En los dos primeros meses recuperamos la inversión inicial y, actualmente, estamos preparando ambiciosas campañas para otoño y Navidad. En 2018 fijaremos el plan de crecimiento nacional e internacional para el resto del año y, para implementarlo, probablemente busquemos la entrada de capital externo”, aseguran.
Según su experiencia, “además de pasión, alta formación y mucha capacidad de sacrificio, para emprender es importante apostar por ideas frescas que cubran nichos de mercado con poca competencia, o sectores en clara expansión. En el caso de la sostenibilidad, el consumidor se siente orgulloso de consumir productos de marcas comprometidas en primera persona. En ONE OAK no tenemos miedo de que nos imiten, ya que es justo lo que buscamos, que el consumidor demande este tipo de iniciativas cada día más”, concluyen.