El paso de la pandemia tuvo en el turismo mundial el efecto de un huracán. Arrasó con expectativas, proyectos, alianzas. Detuvo los crecientes resultados acumulados en casi una década. La Organización Mundial del Turismo lamenta los terribles indicadores, pero trata de pasar la página cuento antes. En su informe más reciente espera que el turismo interno saque a flote el emblemático sector y evite el colapso.
Detrás de la industria de los hidrocarburos y de los químicos, el turismo es el tercer motor dinamizador de las economías. En 2019, uno de los mejores años de esa actividad, se movilizaron 1.500 millones de turistas internacionales. Representó más del 7% del comercio mundial.
En 2020 se espera un comportamiento históricamente negativo. A la fecha se observa una reactivación discreta de los vuelos y de los hoteles. Así como un aminorado consumo en la cadena de valor del turismo. La OMT advierte que caerán unos 100 millones de empleos, aproximadamente un tercio de los 330 millones de puestos de trabajo que genera la industria.
Además, la crisis puede restar un 30% de su aportación en torno al 10% de la riqueza mundial. Alrededor de 3 billones de dólares.
El cómputo global de pérdidas a final de año podría moverse entre el 58% y el 78% en tasa anual, señala el Barómetro de la Organización. Lo que supone que hasta 1,2 billones de dólares nunca se pagarán ni dejarán ingresos tributarios en los países de origen.
Turismo mundial y tráfico aéreo en picada
Es un contexto adverso para el turismo. Muchos países en el mundo mantienen sus fronteras cerradas y las restricciones sociales inhiben la actividad a escala mundial. La perspectiva es sombría.
Eurocontrol revisó a la baja sus escenarios de tráfico aéreo europeo hasta febrero de 2021, prevé que el número total de vuelos esperados en la región sea un 55% menor que en 2019. Una caída de 6 millones de vuelos, o una reducción adicional de 1 millón en vuelos europeos de lo calculado anteriormente. Es el impacto de las nuevas restricciones estatales, el enfoque descoordinado y la incertidumbre sobre la COVID-19.
“Ahora estamos retrocediendo y es realmente preocupante para la industria”, dijo Eamonn Brennan, director general del organismo. Advirtió que la previsión podría empeorar aún más si los Estados continúan imponiendo restricciones generales y medidas de cuarentena por los rebrotes. La situación está acabando con la industria de viajes y turismo. Las reservas aéreas de los próximos meses son extremadamente bajas.
La OMT espera por el turismo interno
La OMT está convocando para la próxima semana al Consejo Ejecutivo. No solo espera evaluar la crisis del turismo mundial, sino también dar aportaciones para salir del foso, de cara al 2021 y la eventual recuperación.
Datos de la organización muestran que en 2018 se realizaron alrededor de 9.000 millones de viajes de turismo interno en el mundo. Es decir, 6 veces más que el número de llegadas de turistas internacionales (1.400 millones en 2018).
La publicación recoge también diferentes medidas proactivas para fomentar el turismo interno. Desde la oferta de vacaciones gratuitas para los trabajadores hasta la entrega de vales y otros incentivos a las personas que viajan a sus propios países.
«La OMT estima que el turismo interno se recuperará más rápido y con más fuerza que los viajes internacionales. Dada su magnitud, el turismo interno ayudará a muchos destinos a recuperarse de las repercusiones económicas de la pandemia. Al tiempo que se salvaguardan los puestos de trabajo, se protegen los medios de subsistencia y se permite el retorno de los beneficios sociales que ofrece el turismo», dijo Zurab Pololikashvili. El secretario general de la OMT insistió en que el turismo interno genera mayores ingresos que el turismo internacional.
En los países de la OCDE, este segmento de turistas representa el 75% del gasto turístico total, mientras que en la Unión Europea el gasto del turismo interno es 1,8 veces superior al gasto del turismo entrante.
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