Ante la más reciente ola de contagios de COVID-19 por la variante ómicron, la Organización Mundial de la Salud ha comparecido recientemente para aclarar ciertas dudas que han surgido sobre este «tsunami» de casos que mantiene en alerta a todo el mundo. Aunque parece ser menos severa, ómicron es igual de peligrosa que la cepa original y otras variantes como la delta, según la OMS. Desde la organización, instan a los ciudadanos a no bajar la guardia de ninguna forma y evitar clasificarla de «leve» ya que las cifras siguen siendo desagradables.
Hasta el 2 de enero los contagios aumentaron en un 71% a escala global según la semana anterior, lo cual se traduce en 9,5 millones de nuevos contagios. Sin embargo, los índices de muerte sí han tenido un ligero deceso a nivel mundial. La semana anterior al 2 de enero, las muertes por COVID-19 en todo el mundo fueron de 41.000. En términos generales se habla de la cuarta semana en la que se mantiene la tendencia a la baja de muertes por la enfermedad.
La OMS insta a no bajar la guardia
A poco más de un mes de que se detectara el primer caso de la variante ómicron en Sudáfrica, la incertidumbre sigue teniendo fuerte presencia en los ciudadanos, quienes exigen constantes actualizaciones por parte del máximo organismo de salud a nivel mundial. Por tanto, el secretario general Tedros Adhanom Ghebreyesus, aprovechó para explicar que ómicron es, sin duda, la variante a la que se le atribuye gran parte de la actual ola de contagios.
Aunque todo parece apuntar a que la variante ómicron genera una enfermedad menos grave que la Delta o la cepa original del coronavirus, «no se debe bajar la guardia ante esta nueva mutación», según el secretario general. «Si bien ómicron parece ser menos severa en comparación con Delta, especialmente en los vacunados, no significa que deba clasificarse como leve», dijo durante la sesión informativa del pasado jueves.
Las declaraciones de Adhanom están en sintonía con los recientes estudios realizados en Sudáfrica y el Reino Unido sobre la variante ómicron, que indican que ómicron tiene un menor riesgo de hospitalización que delta. Además de que hay menores riesgos tanto en personas jóvenes como en adultos mayores.
Pero las cifras de contagios de los últimos días revelan que, de seguir aumentando, en cualquier momento la mayor propagación de la variante ómicron podría comportar muchas más complicaciones para sistemas sanitarios de todo el mundo. Unos que ya están débiles puesto que desde hace casi dos años son la base de cientos de miles de complicaciones por la COVID-19.
La mortalidad por COVID-19 ha descendido
A pesar de que los contagios se multiplican en estos días, los recientes datos de la OMS confirman que la mortalidad por COVID-19 ha descendido en todo el mundo. En parte gracias a la vacunación, ya que las cifras revelan que donde más ha aumentado la mortalidad es en África.
De los 54 estados soberanos africanos, solo 20 tienen un 10% de su población con el esquema de vacunación completo. De estos, solo 6 países han logrado hacerlo con el 40% y apenas dos (Mauricio y Seychelles) han alcanzado el 70%. En líneas generales, menos del 8% de la población africana cuenta con las dos dosis de la vacuna.
En el continente donde se detectó por primera vez ómicron hay un aumento de los casos del 7%. Sin embargo, los fallecimientos subieron un 22%, con 1.100 registrados en los siete días registrados por la OMS.
Mientras tanto, América es donde más contagios se han registrado, con un total de 104 millones. Por su parte, Europa contabiliza 103 millones, y registra un aumento del 65% de los casos. No obstante las muertes disminuyeron en un 6%.
La pandemia no acabará con refuerzos de vacunas
La OMS además se refirió a las recientes jornadas de aplicación de la tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19 en algunos países. Al respecto, el secretario general hizo un llamado a detenerlas pues se llevan a cabo en poblaciones que ya han recibido un cuadro completo de vacunación. Todo esto, «en aras de distribuir las vacunas existentes y las nuevas que se produzcan a territorios con pocos recursos».
Y es que si el ritmo de vacunación no se acelera en estos países, el mundo no alcanzará el objetivo de un 70% de la población mundial completamente vacunada para julio, anunciado por la OMS el año pasado. Y de no cumplirse, será prácticamente imposible ponerle fin a la pandemia que lleva dos años golpeando al mundo y que se ha llevado a más de cinco millones de personas.
Actualmente 36 países no llegan ni al 10% de su población completamente vacunada. «Refuerzo tras refuerzo en un pequeño número de países no pondrá fin a una pandemia mientras miles de millones permanezcan completamente desprotegidas», dijo Bruce Aylward, asesor de la entidad sanitaria. También recordó que el 80% de los fallecimientos por COVID-19 se dan en las personas no vacunadas.
Cómo actúa ómicron en los pulmones
Gracias a diversos estudios en animales, hay nueva evidencia de que ómicron no se multiplica fácilmente en el tejido pulmonar. A diferencia de en las personas infectadas con otras variantes, a las que sí las puede dañar gravemente. Michael Diamond, virólogo de la Universidad de Washington en St. Louis, Missouri, y sus colegas infectaron hámsters y ratones con la variante ómicron, así como la delta y la alfa, para rastrear la progresión de la enfermedad.
Tras unos días, pudieron observar que la concentración de virus en los pulmones de los animales infectados con ómicron era al menos diez veces menor que la de los roedores infectados con otras variantes. Otros equipos también han observado que, en comparación con las variantes anteriores, ómicron se encuentra en niveles reducidos en el tejido pulmonar.
En concreto, según una serie de estudios de laboratorio ómicron no infecta las células profundas del pulmón tan fácilmente como lo hace con las de las vías respiratorias superiores. “Es una observación muy atractiva que podría explicar lo que vemos en los pacientes”, dice Melanie Ott, viróloga del Instituto de Virología Gladstone en San Francisco, California.
A pesar de cualquier disminución en la gravedad de la enfermedad que causa, la hipertransmisibilidad de ómicron significa que los hospitales se están llenando rápidamente, explican los investigadores.